Gestión del RiesgoGestión del Riesgo

Prudencia, crecimiento y calidad de activos

fotografiaLa inversión crediticia de Bankinter creció un año más por encima de la media del sector y mantuvo, como principal seña de identidad, la calidad de los activos. Los índices tanto de calidad de activos como de rentabilidad (RoE) siguen en posiciones de liderazgo. 

La gestión de riesgos es uno de los ejes centrales de la estrategia competitiva de Bankinter. La entidad cuenta con un modelo de gestión de riesgos de probada eficacia, alineado con los estándares regulatorios y las mejores prácticas internacionales, y proporcionado a la escala y complejidad de sus actividades. 

La responsabilidad última de la gestión de riesgos reside en el Consejo de Administración, que anualmente aprueba la estrategia de riesgos y en particular define el Marco de Apetito al Riesgo. Este documento de gobierno interno define la tipología y niveles de los distintos riesgos que el Grupo considera razonable asumir en el desarrollo de su estrategia de negocio. Además, establece un conjunto de métricas e indicadores clave para el seguimiento y gestión de los riesgos. 

El Marco de Apetito al Riesgo también establece las líneas generales de la estrategia de riesgos del Grupo:

Declaración de apetito al riesgo. Bankinter desarrolla su actividad con un perfil de riesgo prudente, persiguiendo un balance equilibrado y una cuenta de resultados recurrentes y saneados, para maximizar el valor de la entidad a largo plazo.

Principios de gestión del riesgo. El apetito y tolerancia a los riesgos se ajustan, entre otros, a los siguientes principios: 

  • Estrategias, políticas, organización y sistemas de gestión prudentes y adecuados al tamaño, ámbito y complejidad de las actividades de la entidad, basándose en una práctica bancaria de calidad. 
  • Respeto y adecuación de la actuación de la entidad a las exigencias, límites y restricciones regulatorias establecidas, velando en todo momento por el adecuado cumplimiento de la normativa vigente. 
  • Mantenimiento de una baja o moderada exposición relativa al riesgo crediticio, con un índice de morosidad en el rango más bajo del sistema financiero español. 
  • Adecuación de la cobertura de activos problemáticos. 
  • La responsabilidad última de la gestión de riesgos reside en el Consejo de Administración, que anualmente aprueba la estrategia de riesgos y en particular define el Marco de Apetito al Riesgo.Adecuada remuneración del capital invertido para asegurar una rentabilidad mínima sobre la tasa libre de riesgo a lo largo del ciclo. 
  • Mantenimiento de un nivel bajo de riesgo de mercado, de manera que, en escenarios de estrés, las pérdidas generadas tengan un impacto reducido sobre la cuenta de resultados de la entidad. 
  • Crecimiento en los segmentos estratégicos prioritarios de medianas y grandes empresas. 
  • Equilibrio de la cartera de inversión crediticia de personas físicas y personas jurídicas.
  • Crecimiento equilibrado de los recursos financiación minoristas. 
  • Diversificación de las fuentes de financiación mayorista, tanto desde el punto de vista de instrumentos como de mercados, y mantenimiento de un perfil de vencimientos equilibrado. 
  • Optimización del coste de la financiación minorista manteniendo una relación equilibrada con el rendimiento del crédito y la situación de tipos en el mercado.
  • Empleo de un principio de diversificación de los riesgos con el propósito de evitar niveles de concentración excesivos que puedan traducirse en dificultades para la entidad. 
  • Limitación de la actividad en sectores sensibles que puedan suponer un riesgo para la sostenibilidad de la entidad, como los relacionados con la promoción o la construcción, o un impacto negativo en su reputación y/o honorabilidad. 
  • Moderado apetito al riesgo de tipo de interés.
  • Mantenimiento de una posición estructural en divisa muy reducida. 
  • Control reforzado del posicionamiento reputacional de la entidad (buen gobierno corporativo, riesgos sistémicos, etc.).
  • Voluntad de completar el nivel de servicio que Bankinter presta a sus clientes tanto de Banca Privada como de Banca de Empresas, ofreciendo servicios de Banca de Inversión de riesgo limitado. 
  • Optimización de la ratio de eficiencia. 
  • Maximización de la generación de valor para los accionistas a lo largo de los ciclos a través tanto de los dividendos como de la revalorización de la acción, todo ello sobre una fuerte base de capital y liquidez.
  • Mantenimiento de un nivel de capital Common Equity Tier 1 (CET1) dentro de la banda de fluctuación fijada por la entidad, superior a los mínimos regulatorios. Bankinter cuenta además con un modelo de gobierno corporativo alineado con los más exigentes estándares supervisores. Para estimular y reafirmar su sólida cultura de riesgos, dispone de un equipo de personas altamente cualificado y un soporte de sistemas de información avanzados.

Regulación y supervisión

La actividad de adaptación a la regulación fue, un año más, muy intensa. A lo largo de 2019 entraron en vigor un buen número de normas y directrices regulatorias y de supervisión, lo cual requirió un importante esfuerzo de cumplimiento normativo y también exigió mejoras de los estándares y procedimientos de gestión de los distintos riesgos. Las novedades más destacadas fueron las siguientes:

Autoevaluación del capital y de la liquidez. En enero entraron en vigor las nuevas guías emitidas por el Banco Central Europeo (BCE) sobre los procesos ICAAP (autoevaluación del capital) e ILAAP (autoevaluación de la liquidez). Su propósito es que las entidades tengan una visión integral de sus necesidades de capital y liquidez bajo unos criterios armonizados. Además, la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) aprobó una guía sobre el desarrollo de los ejercicios de estrés. 

Grupos de contagio. En enero empezaron a ser de aplicación las nuevas guías de clientes conectados, que precisan bajo qué condiciones un conjunto de clientes debe tratarse como un riesgo único, e introducen el contagio como factor clave en la configuración de grupos de riesgo. 

Guía del BCE sobre modelos internos. En julio se publicó la versión final de esta guía, que recoge la experiencia acumulada en el desarrollo del ejercicio TRIM (revisión transversal de modelos internos de la industria) ejecutado por el Banco Central Europeo. A ello se une la publicación de un conjunto de estándares técnicos y directrices de la EBA, que exigen un intenso trabajo de adaptación.

A lo largo de 2019 entraron en vigor normas y directrices regulatorias y de supervisión, lo cual requirió un importante esfuerzo de cumplimiento normativo y exigió mejoras de los estándares y procedimientos de gestiónGuía de la EBA sobre las exposiciones dudosas y refinanciadas. En junio entró en vigor esta guía para mejorar la gestión y reducción de las exposiciones morosas y dudosas,que establece obligaciones adicionales para las entidades con ratios de mora por encima del 5%. A esta iniciativa se añade la aprobación por parte del Parlamento Europeo de los denominados backstops, que constituyen un requerimiento de cobertura prudencial (Pilar 1) para las exposiciones dudosas con cierta antigüedad. 

Directrices de la EBA para la gestión del riesgo de tipo de interés. Esta importante guía, en vigor desde junio, introduce un mayor rigor en la gestión del riesgo de tipo de interés en la cartera de inversión, atendiendo a aspectos tales como el riesgo de ‘spread’ (diferencial) de crédito, la consideración de escenarios de tipos negativos o la incorporación de la opcionalidad explícita o implícita (por ejemplo, prepagos en operaciones de crédito o la cancelación de depósitos).

CRR II y CRD V: El Parlamento Europeo y el Consejo aprobaron en junio la modificación del reglamento (CRR II) y la directiva sobre requerimientos de capital (CRD V), junto con la normativa de reestructuración y resolución bancaria (BRRD II y SRMR II). En lo que se refiere a las modificaciones del CRR, se introducen los cambios esperados en la ratio de apalancamiento, el cálculo del NSFR (financiación estable a largo plazo), el nuevo tratamiento del riesgo de mercado (FRTB), el nuevo método estándar para riesgo de contraparte (SA-CCR), la extensión de la aplicación del ‘factor pyme’ o el requerimiento de establecer los límites a las grandes exposiciones en términos de TIER 1 (capital de primera categoría). Aunque estas normas tienen un calendario de implantación progresivo, obligan a las entidades a realizar un enorme esfuerzo de adaptación.

Bankinter dedica importantes recursos al cumplimiento de estos desarrollos normativos y a su aplicación en la gestión rigurosa de los riesgos. 

 

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