María Dolores Dancausa
‘En 2019 conseguimos superar los resultados del ejercicio precedente por séptimo año consecutivo’
¿Cómo resumiría lo que significó el ejercicio 2019 para Bankinter?
2019 constituyó un excelente ejercicio para Bankinter. Por séptimo año consecutivo hemos superado los resultados del ejercicio precedente, alcanzando los 551 millones de euros, cifra un 4,6% superior a los 526,4 millones de euros obtenidos en 2018.
Las líneas superiores de la cuenta de resultados, que recogen los ingresos y márgenes obtenidos, fueron particularmente satisfactorias, y por primera vez superaron la cifra de 2.000 millones de euros, de los cuales algo más de la mitad correspondieron al margen de intereses, en un entorno de tipos próximos a cero y poco propicios para conseguir dicho margen.
La incorporación de EVO y Avantcard, llevada a cabo el 1 de junio de 2019, aportó siete meses de su actividad a las cifras anteriores, y es de esperar en 2020 una mayor contribución a los márgenes por parte de estas nuevas incorporaciones, cuando contabilicen 12 meses completos en nuestros libros.
¿Qué otros indicadores se pueden destacar en el ejercicio?
El balance del año fue también satisfactorio en términos de calidad de activos, solvencia, rentabilidad, eficiencia y liquidez. La tasa de morosidad bajó hasta el 2,51%, 39 puntos básicos menos que en 2018, y muy por debajo del promedio del sector. Por otra parte, Bankinter mantuvo una ratio de capital CET1 del 11,6%, con amplio margen sobre las exigencias establecidas para nuestra entidad por el BCE tanto para 2019 como para 2020, que son del 8,20%, las menores de toda la banca. Asimismo, nuestro índice de rentabilidad, medido en términos de ROE, se situó en el 13%, el nivel más alto del sector en España.
Por otra parte, nuestra actividad bancaria tradicional, excluida la reciente adquisición, presenta una ratio de eficiencia, el cociente de costes de explotación sobre ingresos, de un 45,3%. En lo que se refiere a la liquidez, también fue muy positiva la evolución del gap comercial, la diferencia entre la inversión crediticia y los recursos captados de clientes, al pasar de 3.700 millones de euros a solo 1.300 millones.
En resumen, 2019 supuso un excelente año en el que los principales pilares sobre los que se apoyan las distintas líneas de negocio incrementaron su dimensión y su solidez, preparando a la entidad para nuevos éxitos en el futuro.
¿Cuáles fueron las áreas de negocio más destacadas?
Por lo que se refiere a los negocios en los que más tiempo llevamos operando y que, consecuentemente, disponen de mayor madurez, la evolución fue en todos ellos muy positiva. En nuestra actividad en Banca de Empresas, que es la línea de negocio que tradicionalmente más aporta al margen bruto, la inversión crediticia en España se incrementó un 5,1%, y conseguimos una cuota de mercado del 1,9% en las nuevas operaciones. En este ámbito me gustaría destacar la expansión del Negocio Internacional y de la Banca de Inversión, con importantes crecimientos de su cartera de inversión en ambos casos. Por su parte, Banca Comercial, que incluye el negocio de personas físicas, sigue creciendo a un ritmo sostenido en las áreas de Banca Privada y Banca Personal. En términos de captación de recursos, la Cuenta Nómina es nuestro producto estrella y en 2019 quedó claro por qué, al registrar un crecimiento de los saldos del 25%. Respecto a la cartera de hipotecas, cerramos el año en tasas positivas, cuando el conjunto del sector tiende a la contracción. Más significativo es incluso el hecho de que las hipotecas de nueva producción aumentaron un 17%, pese a la ralentización de la economía y a los problemas derivados de la entrada en vigor de la nueva Ley de Contratos de Crédito Inmobiliario.
En la actividad aseguradora, tanto las pólizas como las primas de Línea Directa se incrementaron en torno a un 5%, con crecimientos especialmente significativos en el segmento de hogar, y se mantuvo la elevada rentabilidad del negocio, que mantiene un excepcional ROE del 33%, si bien el aumento de la siniestralidad penalizó su beneficio antes de impuestos, que bajó un 8%.
También es destacable el comportamiento de una de nuestras grandes palancas de crecimiento que, un año más, fue Bankinter Consumer Finance, cuyas operaciones siguen evolucionando a gran ritmo, pese a que en 2019 se registró una cierta desaceleración en el consumo interno en España. Su número de clientes aumentó hasta 1,4 millones y el volumen de nuevos créditos concedidos lo hizo en un más que notable 45%.
Mención expresa quiero hacer también del negocio de Bankinter Portugal, que está respondiendo con creces a las expectativas que habíamos depositado en él cuando lo incorporamos al Grupo en 2016. Su inversión y sus recursos aumentaron en 2019 a tasas de doble dígito y su beneficio antes de impuestos se elevó a 66 millones de euros, un 9% más que el año anterior.
La integración de EVO Banco y de Avantcard ha sido uno de los hitos del ejercicio. ¿Cómo encaja esta operación en la estrategia de la entidad, que históricamente ha apostado por el crecimiento orgánico?
Efectivamente, en Bankinter hemos abogado tradicionalmente por el crecimiento orgánico. Crecer por innovación y no por adquisición ha sido el criterio que hemos seguido a lo largo de más de medio siglo de historia. Las excepciones han sido tres: en 2012 adquirimos nuestro actual banco en Luxemburgo para reforzar el negocio de Banca Privada; en 2016 adquirimos la red minorista que hoy es Bankinter Portugal; y en 2019 incorporamos a EVO Banco en España y Avantcard en la República de Irlanda. En todos estos casos la decisión estaba guiada por el principio de que el activo a adquirir encajaba en los planteamientos estratégicos del banco.
Las adquisiciones de 2019 nos ofrecen nuevas oportunidades de negocio y de diversificación en dos áreas que consideramos estratégicas, como son la banca digital y la actividad de consumo, y en dos ámbitos geográficos distintos. En el caso de EVO Banco, se trata de una marca reconocida entre los clientes más jóvenes y digitales, que nos ha permitido tener presencia en ese segmento de negocio y explorar nuevas ideas y productos. En cuanto a Avantcard, desarrolla una actividad que complementa muy bien nuestro negocio de consumo, actualmente uno de los principales motores de nuestro crecimiento.
¿Y cómo han evolucionado ambos en estos primeros siete meses de integración dentro del Grupo?
Es pronto para juzgar, pero los primeros datos son positivos. EVO Banco captó 50.000 nuevos clientes y la cartera de inversión de Avantcard creció un 23%. En todo caso, son dos negocios con expectativas a corto plazo distintas, porque EVO Banco requerirá sin duda de nuevas inversiones para hacerlo rentable, lo cual esperamos que ocurra en 2023. En cambio, Avantcard es una actividad rentable desde el primer día.
Otra novedad del ejercicio fue la renovación de la marca de Banca de Inversión, que pasa a denominarse Bankinter Investment. ¿Por qué y para qué se ha hecho?
En 2019 se cumplieron cinco años desde el lanzamiento de la actividad de Banca de Inversión, con resultados muy positivos, y hemos creído que era un buen momento para reforzar y relanzar esta línea de negocio que en poco tiempo se ha convertido en un actor de referencia en el mercado. En ese sentido, queremos dar un gran impulso a la actividad de inversión alternativa, que consideramos muy prometedora en un entorno de muy bajos tipos de interés y volatilidad de los mercados. De hecho, ya tenemos una presencia importante en este mercado, después de crear dos Socimis de activos hoteleros e inmobiliarios comerciales, tres fondos de energías renovables, dos fondos en el segmento de residencias de estudiantes y de infraestructuras, y un fondo de fondos con enfoque en tecnología. Tenemos el objetivo de duplicar con creces en tres años los volúmenes de inversión movilizada, hasta superar los 8.000 millones de euros.
Una de las grandes decisiones estratégicas del año fue someter a la aprobación de la Junta General la salida a bolsa de Línea Directa. ¿Qué objetivo persigue tal decisión?
En efecto, el Consejo de Administración aprobó en diciembre someter a votación de la Junta General de Accionistas de 2020 la salida a bolsa de Línea Directa, para lo cual se entregará a los accionistas de la entidad el 82,6% de la aseguradora y el 17,4% restante seguirá en manos del banco. El Presidente, en páginas anteriores, explica en detalle las razones que apuntan a la idoneidad del momento actual para realizar esa operación.
Aunque la suma del valor de ambas compañías es idéntica estando juntas que separadas, creemos que con el paso del tiempo la suma por separado será significativamente mayor que el conjunto de ambas unidas en una única firma. Realizado el spin-off propuesto, cada una de ellas puede operar en su sector y en su entorno regulatorio con una estructura de capital y una política de dividendos adecuada a esas circunstancias.
Después de siete años consecutivos en los que el beneficio del ejercicio ha superado al del ejercicio precedente, ¿cuál se puede decir que es la clave del éxito de Bankinter?
Hay muchos factores que explican la buena marcha de la entidad: la eficaz gestión del riesgo, que ha sido una de nuestras fortalezas tradicionales, la concentración del negocio en las actividades recurrentes de clientes, la agilidad y la sencillez a la hora de actuar, la diversificación de ingresos, la vocación de independencia... Pero si hubiera que elegir una sola razón del éxito, esta estaría en las personas.
Y es que Bankinter cuenta con un excepcional equipo de personas que disponen de una excelente preparación, un gran compromiso y dedicación, y una determinación para aprovechar las oportunidades y hacer frente a las dificultades. Sin ellos, sin el conjunto de personas que configuran los distintos equipos y que cada día se esmeran por hacer mejor su trabajo, Bankinter no estaría donde está.
Hablemos también del futuro. ¿Cuáles son las perspectivas para 2020 y años siguientes?
El ejercicio de 2020 está marcado, de nuevo, por la incertidumbre, que parece ser la característica de la época en que vivimos. La ralentización de la actividad económica a nivel internacional, los sobresaltos fruto de alguna epidemia de difícil control, el incremento de las tensiones proteccionistas, una Europa sin el Reino Unido, el anormal exceso de liquidez o la inestabilidad política son factores con los que tendremos que convivir.
Por nuestra parte, lo que hemos de hacer es continuar profundizando en aquellos proyectos y líneas de negocio que han demostrado su éxito, y prestar día tras día una atención extrema a cada pequeño detalle, que es lo que nos hace diferentes y eficientes.
¿Se sigue confiando en un aumento de los tipos de interés para mejorar la rentabilidad?
No basamos nuestras decisiones de negocio en base a una hipotética subida de tipos de interés. Anticipamos que seguirán siendo muy bajos, en cifras próximas a cero. El día que suban, que ocurrirá, aunque no sepamos cuándo, nos encontrará preparados para aprovechar la circunstancia. Pero mientras ese momento llega, nos hemos preparado, y muy bien, para las circunstancias actuales.
Por ello hemos venido desarrollando negocios como la Banca Privada, la Banca de Inversión o el apoyo al Negocio Internacional de la empresa española. Estas actividades y los servicios asociados aportan valor reconocido y apreciado por nuestros clientes, que se facturan en forma de comisiones.
Por otra parte, existen segmentos como el de Consumo, donde el margen de interés continúa siendo atractivo y constituye una interesante vía de ingresos. Por todo lo anterior, las cifras de margen bruto no sólo no se han resentido por los tipos de interés próximos a cero, sino que continúan creciendo un 6%, superando la barrera de los 2.000 millones de euros en 2019.
¿Siguen siendo la Innovación y la Tecnología valores fundamentales en la estrategia de Bankinter?
Bankinter no se entendería sin esas dos variables, que han formado parte de la identidad y de la estrategia del banco prácticamente desde su fundación. En Bankinter entendemos la innovación como una ventaja competitiva que nos ha permitido sobrevivir con éxito y de forma independiente en un sector que ha pasado por momentos muy complejos en los últimos años. Este temprano posicionamiento tecnológico y de apuesta a favor de la digitalización explica por qué Bankinter está hoy al margen de algunos de los grandes problemas del sector, como el exceso de capacidad instalada, y está detrás de las positivas cifras que exhibimos, como las relativas a la eficiencia o a la rentabilidad. Actualmente, más del 93% de los clientes del banco se relacionan con nosotros a través de canales digitales, lo que nos permite mantener una red de oficinas muy ajustada y dedicada hacia las tareas de mayor aportación de valor al cliente.
No obstante, nuestra intención para 2020 es seguir invirtiendo en tecnología con el objetivo de mejorar la experiencia de cliente, optimizar los procesos para disminuir los tiempos de respuesta y, en definitiva, consolidar la ventaja competitiva que nos ha proporcionado esa larga trayectoria.
Si ampliamos el foco del análisis, ¿cuál es su opinión sobre la situación de la banca española?
El conjunto de la banca española ha llevado a cabo una importante transformación en la última década, al igual que todo el conjunto de la banca europea. En los últimos años el sector ha tenido que hacer frente a un marco regulatorio muy estricto y exigente, a una revolución tecnológica que obliga a replantear los modelos de negocio, a un descenso de sus márgenes y rentabilidad, a la judicialización de innumerables prácticas bancarias, y al deterioro de su reputación ante la opinión pública. Este último aspecto es particularmente preocupante, ya que la esencia del negocio bancario, que es la confianza, se ve muy impactada por esta injusta percepción. Pero pese a las dificultades y obstáculos planteados, lo cierto es que somos parte de un sistema financiero sano, mucho más sólido y resistente que en el pasado, que cumple un papel determinante en la financiación de la actividad económica, una misión, por cierto, no totalmente reconocida por los poderes públicos ni por la sociedad.