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Preguntas frecuentes hipotecas

¿Qué tipos de hipotecas existen?

Hipotecas fija, variable y mixta: definiciones y diferencias

Hay un tipo de hipoteca. Para cada perfil. Por eso, si estás planteándote contratar una, deberás buscar aquella que más se adapte a tus necesidades y a tu capacidad de ahorro. Básicamente, la diferencia más importante entre una hipoteca fija, una variable y una mixta es la forma en que pagamos la hipoteca. Además, cada una cuenta con unas condiciones financieras diferentes. Si dudamos entre ellas, tendremos que centrarnos en tres aspectos: el tipo de interés, el plazo y la cuota.

Pero veamos en qué consiste cada uno de los tipos de hipotecas:

La hipoteca fija es la que mantiene constante el tipo de interés. Es fijo durante toda la vida del préstamo hipotecario. Nos resultará tranquilizador saber que siempre pagaremos lo mismo; que podremos contar con ese gasto fijo a la hora de hacer previsiones, y que no habrá sorpresas cuando suba el índice de referencia. Además, el plazo de devolución de los préstamos hipotecarios fijos suele ser menor, y por tanto, las cuotas suelen ser más elevadas.

En la hipoteca variable el tipo de interés viene dado por ese índice de referencia (euribor) y además por un diferencial fijo. Esto significa que la cuota podrá ser mayor o menor en función del índice de referencia; lo normal es que el tipo de interés se actualice cada seis meses.

Por último, la hipoteca mixta, que es una mezcla de las dos anteriores. Combina una cuota mensual a tipo fijo durante los primeros años, y el resto a tipo variable. Es importante saber que durante el primer año aproximadamente, la hipoteca variable también tiene un interés fijo de salida, y pasado ese tiempo ya pasa a combinar el índice de referencia más el diferencial.

Concluyendo, podemos decir que a la hora de decidirnos por un tipo de hipoteca tendremos que valorar nuestra capacidad de ahorro, nuestras circunstancias personales y sobre todo, elegir entre la seguridad de pagar siempre lo mismo y en menos tiempo, o pagar menos cuota, aunque sea variable. De todas formas, recomendamos analizar los pros y contras de cada una en un simulador de hipotecas (los hay de hipotecas fijas y de hipotecas variables), y siempre leer bien la letra pequeña.

¿Qué es la amortización anticipada de una hipoteca?

La amortización anticipada de una hipoteca consiste en pagar por adelantado el pago de nuestra hipoteca; así podremos reducir la deuda, o el número de años en que la pagaremos. Si abonamos la totalidad del capital que debemos y saldamos la deuda hablaremos de amortización total; y de amortización parcial, si solo adelantamos una parte.

Ir amortizando nuestra hipoteca y devolver parte de ella antes de lo previsto es muy recomendable, ¡pero ojo! El banco podría cobrarnos comisiones por amortización anticipada: la comisión por desistimiento durante los cinco primeros años, en caso de las hipotecas variables; y además la compensación por riesgo de tipo de interés, en caso de las fijas.

¿Se puede reducir el interés de nuestra hipoteca?

Claro que sí, y de varias formas. La más usual será contratar productos vinculados a nuestra hipoteca (nuestra nómina, una tarjeta de crédito, los seguros de hogar y de vida…). También influirá el porcentaje del valor de la tasación de nuestra vivienda (cuanto más alto, mayor será el diferencial), independientemente de que hayamos elegido una hipoteca fija, variable o mixta. También influirá nuestra nómina: cuanto más alta, más podremos reducirnos.

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