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Preguntas frecuentes hipotecas

¿Cuál es la diferencia entre préstamo personal e hipotecario?

Diferencias entre una hipoteca y un préstamo personal

¿Pensando en comprar una vivienda? Aunque lo más probable es que pensemos en un préstamo hipotecario como primera opción, la verdad es que existen otras opciones, en función sobre todo del capital que necesitemos. En caso de que no sea muy grande, un préstamo personal podría llegar a ser una alternativa mejor; de hecho, pese a que los bancos han reducido el importe mínimo de las hipotecas, estas rondan los 50.000 a los 80.000 €. Y es probable que, si solicitamos una hipoteca por debajo de ese importe, el banco no nos la conceda.

Además, a la hora de pedir una hipoteca, tendremos que contar con aproximadamente un 30% del importe de la vivienda: un 20% que cubrirá lo que la entidad no nos financie, más un 10/15% que destinaremos a gastos. No contar con esta cantidad de entrada eliminará cualquier posibilidad de que el banco nos la conceda.

¿Y qué tal un préstamo personal?

Una vez más, el importe será un factor determinante, ya que el máximo aproximado que un banco podrá concedernos estará entre los 50.000 y los 75.000 €. Además, el préstamo al consumo no tiene un periodo de amortización tan flexible, ya que los plazos rondarán los ocho a diez años.

Importe y plazos entre préstamo para hipoteca o préstamo personal

Entonces, ¿préstamo, o hipoteca? Pues como siempre, deberemos sopesar bien cada opción y valorar cada elemento que interviene en la decisión. En primer lugar, el importe que vamos a solicitar. Como hemos apuntado anteriormente, si lo que necesitamos sobrepasa los 80.000€ o necesitamos más de ocho o diez años para devolverlo, entonces la opción será un préstamo hipotecario. Y si por contra la cantidad que necesitamos no sobrepasa los 80.000€, quizá sea mejor opción el préstamo personal. Pero eso sí: tendremos que devolverlo en un plazo más bajo.

Los costes o comisiones entre el préstamo personal y el préstamo para hipoteca

Y en cuanto a costes, hay que apuntar que, en las ocasiones en que esté bajo el euríbor, al que se referencian las hipotecas, estas presentan unos intereses mucho más pequeños que los préstamos al consumo (hablamos de unos intereses nominales que rondan el 2 a 3% en las primeras, frente a un 5 a 8% que suele rondar el TIN de los segundos). Por el contrario, la hipoteca acarrea unos gastos asociados (costes de apertura y costes asociados de tasación, notario, gestoría e impuestos) que pueden suponer un 10% del valor del inmueble, frente a las comisiones a las que tendremos que hacer frente si lo que solicitamos es un préstamo (apertura y estudio, gastos de corretaje…). Estos gastos podrán ascender a 300€, aunque dependerá de cada caso.

En cuanto a qué tipo de intereses debemos mirar, las hipotecas consideran los tipos de interés nominal (TIN), y los préstamos la TAE. El TIN es un tanto por ciento fijo que pagamos al banco por el hecho de que nos adelanta el dinero; lo que el banco nos cobra por dejárnoslo. En cambio, la TAE es el interés, y se calcula teniendo en cuenta el TIN, pero también la frecuencia de los pagos, las comisiones bancarias y los gastos que la operación genera. Es importante conocer la diferencia entre ambos tipos de interés, ya que que es el porcentaje del coste del préstamo, y se calcula teniendo en cuenta el TIN, las comisiones y los gastos e la operación.

Los trámites de un préstamo personal vs un préstamo para comprar vivienda con hipoteca

Por último, una de las diferencias entre el préstamo personal y el préstamo hipoteca serán los trámites. Aunque no constituirán el factor más importante de nuestra decisión, si podrán hacer del proceso algo ágil, o por el contrario engorroso.

A la hora de solicitar un préstamo personal, todo se simplifica, sobre todo si el importe no es muy elevado: simplemente solicitaremos la financiación, firmaremos el contrato en la oficina y recibiremos el ingreso en nuestra cuenta. Pocas explicaciones y poca documentación: salario, contrato laboral y datos personales. En cambio, si sobrepasa los 30.000€, además deberemos firmar ante notario y asumir unos costes más elevados (su arancel será del 0,3% del importe que pidamos).

Evidentemente, la hipoteca conlleva trámites más complicados: tasación de la vivienda e inscripción en el Registro de la propiedad, negociación de los tipos de interés y productos asociados con la entidad, visita al notario, pago del Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (IAJD).

En definitiva, es una decisión que conviene meditar. Lo bueno es que contamos con diferentes opciones adaptadas a cada caso. De todas formas, consultar una calculadora de hipotecas para afinar los números siempre vendrá bien.

Por último: ¿qué es un préstamo con garantía hipotecaria?

Esta sería una tercera figura que consistiría en conseguir un préstamo para comprar algo que no fuera una vivienda (es decir un coche, una reforma…), y poniendo como garantía una vivienda. En ese caso, el interés que pagaremos y los plazos se acercarán más al de un préstamo personal; no tendrán vinculaciones y además nos permitirán solicitarlo incluso si figuramos en una lista de morosos.

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