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Entrevista del Presidente

Entrevista del Presidente

‘Estar entre los bancos más sostenibles del mundo nos llena de orgullo’

Pedro Guerrero, Presidente

Tenemos una sólida posición en términos de capital y una gran capacidad de adaptación al entorno


¿Cómo describiría el año 2018 en términos generales?

Fue un año en el que abundaron las incertidumbres, y ese es siempre un elemento disuasorio para la toma de decisiones, que requiere certezas y estabilidad. En España tuvimos un inesperado cambio de Gobierno. En nuestro entorno más cercano, el Brexit y el contencioso presupuestario con Italia debilitaron la cohesión interna de la Unión Europea. Y a escala mundial, la nueva oleada de proteccionismo, alentada por la Administración Trump en Estados Unidos, ralentizó el crecimiento y sembró dudas sobre la evolución futura del comercio mundial.

Todo ello se dejó sentir en la economía española, que perdió brío respecto a ejercicios anteriores, al coincidir un cierto retroceso del sector exterior con un menor tirón de la demanda interna.


Entonces, ¿ha sido un año complicado?

Sí, pero también con noticias positivas. Al fin y al cabo, España siguió teniendo la economía más pujante de la Unión Europea y el empleo creció con fuerza. La inflación resistió muy bien la escalada de los precios del petróleo, y la persistencia de la política monetaria expansiva facilitó el desarrollo de la inversión, sobre todo en vivienda, con el consiguiente despegue de una actividad tan intensiva en mano de obra como la construcción.

Eso demuestra la vitalidad de la economía española y su capacidad para proporcionarnos buenas noticias, incluso en tiempos complejos. En el debe hay que apuntar la inestabilidad política. El conflicto catalán perjudica la percepción de España en el exterior e inhibe la inversión. Y el Gobierno actual cuenta con un soporte parlamentario fragmentado y heterogéneo, lo que dificulta la coherencia de la política económica.


¿Cuáles son las expectativas para el futuro próximo?

Soy una persona de natural optimista, y albergo la esperanza de que, más bien pronto que tarde, el sentido común acabe imponiéndose, porque a todos nos va mucho en ello. La economía española se ha saneado bastante, ha ganado competitividad y solo necesita que se le allane un poco el camino. Hay reformas estructurales pendientes que no deberían demorarse, aunque el apretado calendario electoral que España tiene por delante no ayude. Las emprendidas a principios de la presente década fueron decisivas para la recuperación, y eso debería invitar a la reflexión.

Respecto a la amenaza que el renacimiento del proteccionismo representa para la economía mundial, quiero decir que la globalización es irreversible y que en ella no tienen encaje las trabas al libre comercio amparadas en pretendidos intereses nacionales. Son movimientos que puntualmente pueden resultar populares pero que, a la larga, acabarán por deteriorar el bienestar de los ciudadanos. En cualquier caso, no creo que el proteccionismo pueda llegar muy lejos.


¿Y cómo se ha comportado el sector financiero en este escenario?

Yo destacaría dos cosas de 2018. Por una parte, la persistencia de un entorno de bajos tipos de interés, que obliga a buscar nuevas vías de ingresos para mantener los márgenes. Y, por otra, la reducción de las pérdidas por deterioro de activos, después de los ingentes esfuerzos de saneamiento realizados por las entidades. Lo primero ha hecho que el sector amplíe su oferta de valor añadido, con servicios de alta calidad basados fundamentalmente en el asesoramiento. El saneamiento de activos, a su vez, explica la mejora de los niveles de solvencia, reconocida en las pruebas de esfuerzo llevadas a cabo durante el año por el Banco Central Europeo (BCE) y por la Autoridad Bancaria Europea (EBA).

En estas pruebas, por cierto, Bankinter obtuvo un excelente resultado, por encima incluso de los correspondientes al resto de las instituciones financieras españolas, que fueron en general muy buenos. Incluso en el escenario más adverso, nuestro banco sería uno de los que mejor respondería, gracias a su sólida posición en términos de capital y a su gran capacidad de adaptación al entorno, ya demostrada en los peores momentos de la crisis. Esa consideración supone un espaldarazo en toda regla al trabajo desarrollado por Bankinter, cuyos dos principales pilares han sido históricamente, y seguirán siendo, el rigor y la innovación.

La buena marcha del banco no sería posible sin la confianza de nuestros clientes y accionistas


¿Cuál es su impresión sobre la polémica del impuesto de las hipotecas?

Es un asunto que no dependía ni depende de la banca. Al fin y al cabo, las decisiones fiscales las toman los parlamentos y los gobiernos, no nosotros. La banca se limita a cumplir lo que el marco normativo exige en cada momento. Así lo hacíamos cuando el criterio era que ese impuesto debían pagarlo los clientes, que es algo que viene de mucho tiempo atrás, y así lo hacemos desde que se decidió que recayera sobre las entidades financieras. Con lo que no estamos cómodos es con la inseguridad jurídica que algunas situaciones crean. Ni, por supuesto, con que se culpe a la banca de aquello que no es responsabilidad suya. Y, desde luego, decidir quién paga qué impuestos no lo es.


¿Cómo valora los resultados de Bankinter en 2018?

Teniendo en cuenta las dificultades del entorno, a las que me he referido antes, creo que son unos resultados excelentes. La Consejera Delegada da cuenta detallada de los mismos en las páginas siguientes, pero no quiero dejar de congratularme por el esfuerzo que derrocharon un año más nuestros profesionales. Gracias a ellos, las principales líneas de negocio de Bankinter siguieron creciendo, mejoró la calidad de sus activos, y su nivel de solvencia volvió a superar con creces las exigencias regulatorias.

Nada de eso habría sido posible, no obstante, sin la confianza de nuestros clientes y accionistas, a quienes se lo agradecemos profundamente; confianza de la que aspiramos a seguir siendo merecedores. Con los clientes renovamos nuestro compromiso de prestarles un servicio de excelencia, cada vez más eficiente, allí donde lo necesiten y por los medios que mejor se adapten a sus circunstancias particulares. A los accionistas les aseguramos que no cejaremos en el empeño de crear valor, de modo que su inversión se vea debidamente recompensada.

En esta línea, el Consejo propondrá a la Junta General de Accionistas la distribución con cargo a los resultados de 2018 de 263,2 millones en efectivo, un 6,3% más que el ejercicio anterior, lo que equivale a 0,29286115 euros por acción. Nos parece una retribución coherente con los resultados y que al mismo tiempo asegura la conservación del capital y el mantenimiento de un adecuado nivel de solvencia.


Además de rentable, ¿es Bankinter un banco sostenible?

Todos debemos contribuir a un mundo mejor, desde nuestros respectivos ámbitos de actividad y en la medida de nuestras posibilidades. En Bankinter intentamos hacerlo a través del plan ‘3 en Raya’, de carácter plurianual, cuya última versión abarca el periodo 2016-2020. El plan se llama así porque alinea las tres dimensiones de la Política de Sostenibilidad de Bankinter: la económica, la social y la ambiental. Sus objetivos son numerosos, pero yo los resumiría en cinco. Primero, establecer una relación equilibrada, transparente y clara con nuestros grupos de interés (accionistas, clientes, empleados, proveedores y sociedad en general). Segundo, facilitar la integración financiera de las personas con discapacidad. Tercero, llevar a cabo una gestión responsable de las personas, que sin lugar a dudas son el principal activo del banco. Cuarto, contribuir al desarrollo de la comunidad. Y quinto, reducir al mínimo nuestro impacto en el entorno.

Como reconocimiento a todo este empeño, Bankinter fue incluida en septiembre del año pasado en la lista de compañías que cotizan en el Dow Jones Sustainability Index (DJSI) mundial. Este índice nos sitúa como el 13º banco más sostenible del mundo, lo que debe ser motivo de orgullo para el conjunto de la plantilla de la entidad.


¿Qué papel juega en esto la Fundación Innovación Bankinter?

Un papel clave, pues materializa nuestras inquietudes, sobre todo en lo que se refiere a la influencia de la innovación y el emprendimiento en el progreso de nuestra sociedad. A ello están enfocados sus cuatro programas: ‘Future Trends Forum’, que según el prestigioso ranking que elabora anualmente la Universidad de Pensilvania, es el primer think tank de España y el 27º del mundo dedicado a ciencia y tecnología; ‘Akademia’, que fomenta la visión innovadora y emprendedora en los jóvenes universitarios; ‘Emprendedores’, que es un programa de apoyo al emprendimiento como fuente de riqueza sostenible y creación de empleo a corto plazo; y ‘Cre100do’, consagrado al crecimiento y la internacionalización de las medianas empresas. Estoy convencido de que toda esta actividad será considerada, con el tiempo, una de las aportaciones más importantes de Bankinter a la sociedad española.

La digitalización es irreversible, lo que no quiere decir que no quede espacio para el trato directo con el cliente


¿Cómo marcha la transformación digital?

Se trata de un proceso imparable. Hace años que somos conscientes de su importancia y hemos ido poniendo los medios para avanzar decididamente en ello. El resultado de ese esfuerzo es que hoy día la inmensa mayoría de nuestros clientes usan los canales digitales y un tercio de los clientes se relacionan con el banco únicamente a través de ellos. En coherencia con nuestra apuesta digital, el año pasado anunciamos la compra de EVO Banco en España: una entidad muy desarrollada tecnológicamente que cuenta con una importante cartera de clientes en nuestro país; la mayoría de ellos, jóvenes ahorradores de un perfil marcadamente digital. Su potencial de crecimiento es enorme, y no me cabe duda de que juntos podremos sacarle un partido mayor.

Pero el hecho de que la digitalización sea irreversible no quiere decir que no quede espacio para el trato directo en el mundo financiero. La actividad bancaria se basa en la confianza, razón por la cual el factor humano resulta esencial.

La Fundación Innovación Bankinter materializa nuestras inquietudes en lo que se refiere a la influencia de la innovación y el emprendimiento en el progreso de nuestra sociedad

Así lo hemos entendido siempre en Bankinter, estando en vanguardia de la innovación, pero sin desaprovechar lo bueno que tiene la banca tradicional. Hemos sido pioneros en muchas cosas, desde la banca telefónica hasta la digital, pero nunca hemos perdido de vista que nada tiene sentido si no está asentado en valores que, con frecuencia, solo se pueden transmitir cara a cara. Por ello quiero reiterar mi convicción de que las personas son nuestro principal valor, y terminar expresando mi reconocimiento y gratitud al extraordinario equipo humano del Grupo Bankinter, por su entusiasmo, su compromiso y su brillante desempeño durante el ejercicio de 2018.

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