La transformación sistemática de datos en oportunidades comerciales se canaliza a través del área de Gestión de la Relación con el Cliente (CRM, por sus siglas en inglés), que reúne matemáticos, ingenieros, economistas, informáticos y científicos de datos. Sus profesionales analizan en profundidad los datos, crean reglas de negocio, algoritmos o modelos y definen la acción comercial y el gobierno de la interacción con el cliente.
En 2018 entró en vigor en la Unión Europea el nuevo Reglamento General de Protección de Datos, que regula entre otros aspectos hasta qué punto los clientes quieren ser contactados por la empresa, qué tipo de datos quieren que el banco utilice para dirigirse a ellos y con qué tipo de ofertas. Este reglamento, además de ser positivo para el consumidor, no hace sino poner en valor el esmero con el que Bankinter trata la interacción con sus clientes, asegurando en todo momento el cumplimiento de la normativa.
Durante el ejercicio se siguió avanzando en la construcción y mejora de los de modelos. En Banca de Empresas, los esfuerzos del área se centraron principalmente en la predicción de la demanda de inversión, mientras en Banca Comercial se trabajó en modelos de predicción de contratación de determinados productos, sistemas de recomendación y anticipación de posible abandono. A tal efecto, Bankinter se apoya en las nuevas tecnologías Big Data y en el uso de lenguajes de programación (R y Python). Además, Bankinter utiliza la potencia de análisis del área de CRM en todas las cuestiones fundamentales de los negocios, ayudando a valorar las oportunidades de expansión corporativa.
Por otra parte, CRM aprovecha la mayor personalización que permiten la web y la app de la entidad para desarrollar la interacción con sus clientes, que es cada vez más necesaria en el entorno de digitalización en el que se desenvuelve el sector.
En 2018, Bankinter siguió aumentando su actividad comercial. Los gestores comerciales y banqueros privados incrementaron un 10% sus acciones comerciales. El mismo ritmo de crecimiento se registró en los envíos. Pero el gran salto se produjo en la interacción digital, donde se duplicó el impacto comercial.
Otras actuaciones relevantes durante el ejercicio fueron las siguientes:
La función de inteligencia comercial que tiene encomendada el área de CRM permite a la entidad disponer de un conocimiento profundo de lo que está sucediendo en el mercado y le facilita el proceso de asignación de objetivos exigentes pero alcanzables.
Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y mostrarle publicidad relacionada con sus preferencias mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Puede obtener más información, o bien conocer cómo cambiar la configuración en nuestra Política de cookies. Aceptar