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Carta Entrevista de la Consejera Delegada

Carta Entrevista de la Consejera Delegada

‘Bankinter tuvo un año excelente en todas sus líneas de negocio’

María Dolores Dancausa, Consejera Delegada

Nuestros resultados no solo son satisfactorios; son igualmente sólidos y sostenibles en el tiempo


¿Cómo fueron los resultados de Bankinter en 2018?

Los resultados del ejercicio fueron sin duda muy satisfactorios. Por cuarto año consecutivo, el Grupo consiguió el mayor beneficio de su historia, confirmando la solidez y la sostenibilidad de su actividad. El beneficio neto creció un 6,3% y alcanzó la cifra de 526,4 millones de euros. El beneficio antes de impuestos siguió una evolución parecida y se elevó a 721,1 millones de euros, lo que supone un 6,5 % más que en el ejercicio anterior. Con ello, el nivel de rentabilidad del Grupo, medido en términos de retorno sobre el capital invertido (ROE, por sus siglas en inglés), se situó en el 13,2%, uno de los niveles más altos entre las entidades bancarias cotizadas en España. Nuestros márgenes también siguen mejorando año a año. El margen de intereses alcanzó en 2018 la cifra de 1.094,3 millones de euros, lo que representa un 5,8% más que el año anterior, y el margen de explotación, se situó en 936,4 millones de euros, con un crecimiento del 6,5%.


¿Y cómo fue el año desde el punto de vista de la solvencia?

Los indicadores de solvencia tuvieron igualmente una evolución muy positiva. El cociente de capital CET1 en su versión fully loaded (es decir, asumiendo con un año de antelación los criterios de Basilea para el ejercicio 2019), se situó en el 11,75%, un nivel significativamente superior a las exigencias regulatorias. Es igualmente digno de destacar el buen resultado obtenido por Bankinter en las pruebas de esfuerzo realizadas en 2018 por el Banco Central Europeo (BCE), en paralelo a las llevadas a cabo por la Autoridad Bancaria Europea (EBA). En el escenario adverso planteado (en condiciones severas de tensión macroeconómica) Bankinter mantendría a 31 de diciembre de 2020 un saludable ratio de capital CET1 fully loaded del 10,61%, lo que supone un impacto mínimo respecto a la cifra actual. Este resultado es uno de los mejores de la banca europea, y demuestra la capacidad de resistencia de Bankinter ante eventuales situaciones de crisis.


¿Qué otros indicadores se podrían destacar de la evolución en 2018?

La calidad de activos, que es una de nuestras fortalezas tradicionales, mantiene una tendencia positiva, con un cociente de morosidad sobre la actividad crediticia que continúa descendiendo: alcanza la cifra de 2,9% en el conjunto de la actividad bancaria de España y Portugal, y de 2,84% cuando se limita a la actividad crediticia en España, algo menos de la mitad de las cifras publicadas como media del sector. Igualmente progresamos en eficiencia, donde el cociente de gastos sobre ingresos mejora casi un punto porcentual y cierra en un 46,8%.


En síntesis, ¿cómo podríamos calificar el ejercicio?

Podemos calificar el ejercicio 2018 como un año excelente en su conjunto, que confirma la fortaleza del Grupo tanto en rentabilidad, como en solvencia, calidad de activos, resistencia frente a entornos externos adversos, y eficiencia.

La compra de EVO Banco y de Avantcard complementa y diversifica nuestra estructura de negocio


Dentro de esta tendencia de mejora, ¿cuáles fueron las áreas del negocio más destacadas?

Todas las áreas de negocio crecieron y contribuyeron positivamente a nuestros resultados. Tanto las áreas más maduras, como Banca de Empresas, Banca Comercial y Línea Directa, así como las más jóvenes, Financiación al Consumo y Portugal, tuvieron un año magnífico; especialmente estas dos últimas, lo que nos confirma el acierto de lanzar esos dos negocios en 2013 y 2016. Todas ellas, además, muestran un desarrollo equilibrado apoyado en ingresos recurrentes.

En Banca de Empresas, que es la que realiza una mayor aportación al margen bruto, la cartera de créditos aumentó un 3,2% en España, y resultó especialmente destacable la buena evolución de la actividad de apoyo a empresas en sus negocios en el exterior, lo que conocemos internamente como Negocio Internacional. Banca Comercial también progresó satisfactoriamente, con excelentes resultados en productos como las cuentas nómina, las hipotecas y los fondos de inversión. Línea Directa Aseguradora mantuvo una trayectoria muy sólida y registró un crecimiento en primas superior a la media del sector. Bankinter Consumer Finance continuó con un extraordinario ritmo de crecimiento en clientes y cifra de inversión, manteniendo al mismo tiempo una estricta y rigurosa política de selección en el riesgo crediticio concedido.

Quiero referirme de forma especial a los resultados de Bankinter Portugal, una de las líneas que más favorece la diversificación de nuestros ingresos. La evolución de su actividad es mejor de lo esperado, y en muy poco tiempo se ha convertido en una palanca de crecimiento del Grupo. En 2018, Portugal progresó en todas las áreas de negocio y su margen bruto aumentó un 14%. Además, el beneficio antes de impuestos se elevó a 60 millones de euros, casi duplicando la cifra alcanzada en el año anterior.

Mención expresa merece también nuestra actividad digital, que es uno de los ejes de nuestro proceso de transformación como Grupo. El 92,5% de nuestros clientes se consideran ya digitales, bien de manera exclusiva u ocasional. El éxito del portal financiero COINC, cuyos usuarios han crecido un 17% en un año, es un reflejo de esta realidad.


El Grupo lleva cuatro años consecutivos con resultados récord. ¿Es posible mantener esta tendencia en 2019 y años posteriores?

Esa es nuestra intención, aunque somos conscientes de su dificultad, particularmente en un entorno tan lleno de incertidumbre y cambios como el actual. Pero, si en el pasado hemos sabido afrontar los retos que se nos han planteado y hemos sabido crecer ante las adversidades, creo que una vez más, con el buen hacer, dedicación y plena atención de todos cuantos trabajamos en la entidad, conseguiremos alcanzar las metas que nos proponemos; aunque sea en un contexto nuevo y ciertamente complicado, en el que los cambios tecnológicos, regulatorios y legislativos se multiplican y aceleran. En ese tipo de entorno hay que saber responder con rapidez, pero sobre todo con acierto, a todos ellos.

El sector bancario se encuentra ante una encrucijada en la que ha de tomar decisiones que determinarán su futuro


¿Cómo encaja la compra de varios negocios de EVO Banco en esa estrategia de futuro?

Al mismo tiempo que desarrollamos nuestras principales líneas de actividad para hacerlas crecer de manera orgánica, nos mantenemos alerta a las oportunidades que aparecen en el mercado para complementar y diversificar nuestra estructura de negocio. Esa es la lógica que hay detrás del acuerdo para la adquisición de la actividad bancaria de EVO Banco en España y de Avantcard, su filial de crédito al consumo en la República de Irlanda, que anunciamos en el último cuatrimestre de 2018. Esta operación, que esperamos esté aprobada por los reguladores y las autoridades competentes en el primer cuatrimestre de este año, va a suponer un impulso importante para el Grupo.

Se trata de fortalecer y reforzar dos de nuestros principales ejes de negocio: por un lado, nuestra actividad en banca digital; y, por otro, añadir capacidad de crecimiento a Bankinter Consumer Finance, ampliando al mismo tiempo nuestra diversificación geográfica.

En resumen, creo que es una adquisición que puede y debe enriquecer la oferta de Bankinter al tiempo que diversifica nuestra actividad y nos prepara para un futuro donde la tecnología va a jugar un papel todavía más relevante del que ya juega.


Si ampliamos el foco al conjunto del sector, ¿cuáles son las expectativas de futuro?

El sector bancario, en España y en Europa, se encuentra en una encrucijada y tiene que tomar decisiones clave para su futuro. Es verdad que este sector ha reforzado las estructuras de capital y tiene, por tanto, una mayor resistencia ante posibles adversidades que puedan sobrevenir en el futuro. Sin embargo, los niveles de rentabilidad son una asignatura pendiente y distan mucho de estar en cifras atractivas, fruto de los bajos tipos de interés, de los costes directos e indirectos asociados al incremento de las obligaciones regulatorias, que son muy altos, y de la intensa competencia. Por otra parte, la transformación digital y los cambios en el comportamiento de los clientes que lleva consigo obligan a todo el sector a revisar su modelo de negocio, en un escenario que se adivina más complejo y abierto que nunca.

A lo anterior hay que añadir el problema general de reputación, que es muy difícil de superar, ya que en parte es consustancial con las características de la actividad en sí y en parte por episodios recientes, como las dudas creadas con la sentencia del impuesto hipotecario; no ayudan a recuperar una credibilidad que creo que el sector merece por los esfuerzos de transformación, saneamiento y modernización que ha realizado en los últimos años. Por ello hay que insistir y transmitir con claridad que las funciones de canalizar el ahorro, promover la inversión y facilitar las relaciones entre los agentes económicos contribuyen decisivamente al crecimiento de la economía, al progreso social y a la prosperidad de la sociedad.

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