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Diccionario económico - TIR (Tasa Interna de Rentabilidad)
TIR (Tasa Interna de Rentabilidad)
La Tasa Interna de Rentabilidad o Tasa Interna de Retorno en materia de inversión en activos financieros, es el tipo de actualización que iguala a cero el valor actual neto de todos los cobros y pagos derivados de la suscripción y posesión de aquellos bajo la hipótesis de que tales cobros y pagos se reinvirtieran o financiasen, respectivamente, a igual tipo de interés que el calculado, hasta el vencimiento del activo. Es a los instrumentos de Renta Fija similar a lo que es la TAE para Depósitos.
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La TIR es un porcentaje que mide la viabilidad de un proyecto o empresa y se traduce en el porcentaje de beneficio o pérdida que tendrá, se emplea como herramienta complementaria al valor Presente Neto. La Tasa Interna de Retorno implica por tanto el supuesto de una oportunidad de inversión.
¿Cómo se calcula la TIR?
Para calcular la Tasa Interna de Retorno es necesario igualar a cero la tasa de descuento al momento inicial, la corriente futura de cobros con la de pagos, de esta forma el VAN sería igual a 0.
¿Para qué se utiliza la TIR?
Esta tasa es empleada como uno de los criterios o indicadores a la hora de determinar el rechazo o aceptación en un proyecto de inversión. La TIR se compara con una tasa mínima o tasa de corte. La inversión se aceptará en caso de la Tasa de Rendimiento sea superior a la tasa de corte, por el contrario, en caso de que la TIR sea inferior, la inversión será rechaza. En caso de que sea igual a la tasa de corte, la inversión podrá llevarse a cabo siempre que suponga una mejora de la posición competitiva de la empresa y que no existan otras alternativas favorables.
Existen proyectos especiales en los que no es posible obtener un cálculo de TIR estable porque poseen más de un TIR. Para estas situaciones más complejas es posible utilizar la fórmula del TIRM (Tarifa Interna de Retorno Modificada). La diferencia en este caso se consideran únicamente los flujos de caja en dos momentos concretos (en lugar de emplear los flujos de caja en multitud de periodos):
- El momento inicial en el que se incluirían el total de desembolsos a realizar.
- El momento final en que se incluirían el total de cobros que generará el proyecto.
En definitiva, la TIR es una herramienta muy importante a la hora de decidir si debemos llevar a cabo un proyecto o no ya que permite analizar la viabilidad del proyecto. Es importante tener en cuenta que el empleo de la TIR debería ir acompañado del uso de otros medios de evaluación de proyectos para evitar dejar fuera otros aspectos que podrían generar valor al proyecto y no se contemplan en este cálculo.