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Diccionario económico - Tasa Anual Equivalente (TAE)
Tasa Anual Equivalente (TAE)
La TAE de un préstamo bancario se refiere a la Tasa Anual Equivalente, también conocida como la Tasa Anual Efectiva. En el entorno financiero, es un término bastante utilizado que se define como el resultado de una fórmula que involucra las siguientes variables:
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- El tipo de interés nominal.
- Las comisiones.
- El plazo de amortización del préstamo.
La TAE es un indicador porcentual que se aplica en los productos de ahorro, los préstamos hipotecarios y los créditos personales o créditos al consumo.
El objetivo de la TAE es conocer, en todo momento y con la mayor transparencia, el valor real de la operación con un interés fijo durante el periodo de tiempo en que se asume el préstamo.
Desde el año 1990, año en que el Banco de España creo la TAE, se aplica en todos los préstamos mencionados anteriormente y surge con la idea de conocer en todo momento, la cuantía real del dinero a devolver a la entidad financiera, tras la aprobación y aceptación de un préstamo. Anteriormente, se aplicaba únicamente el TIN (Tipo de Interés Nominal).
Ejemplo de TAE de un préstamo bancario
La Tasa Anual Equivalente es la cantidad final que debes abonar al banco por prestarte el dinero, incluyendo los gastos extra.
Veamos un ejemplo de TAE
Ana solicita a su entidad bancaria un préstamo de 100.000 euros. El banco tiene como ventaja competitiva un préstamo al 1,5% TAE. Ana, tendrá que pagar finalmente a su entidad bancaria por el valor total del préstamo: 101.500 euros, es decir, 1.500 euros es la TAE que deberá asumir por el préstamo.
Diferencia entre TAE y TIN
El TIN, a diferencia del TAE, excluye algunos conceptos relevantes para el cliente como las comisiones y el plazo o periodo de tiempo del préstamo, es decir, el TIN corresponde a la cantidad de dinero que debes pagar al banco, únicamente, en concepto de intereses por el préstamo recibido.
En qué tipo de productos se aplica la TAE
Podremos encontrar la Tasa Anual Equivalente en tres tipos de productos financieros: productos de ahorro, prestamos hipotecarios y préstamos personales o al consumo.
- TAE en productos de ahorro
Se aplica, básicamente, a cuentas remuneradas o seguros. En estos casos la TAE indica el beneficio o las ganancias que se adquieren por el dinero depositado. - TAE en préstamos hipotecarios
En el caso de los préstamos hipotecarios, al tener un periodo de devolución superior a un año, la TAE puede fluctuar ligeramente con la cantidad final a devolver por parte del cliente. Es por eso que, en este escenario, se suele hipotecar la casa como garantía de pago al banco o la entidad financiera, logrando con ello que la TAE no incluya determinados gastos extra como la tasación del inmueble, los impuestos a abonar a las administraciones públicas, entre otros gastos que debemos asumir a la hora de pedir un préstamo hipotecario. - TAE en préstamos personales
En el caso de los préstamos personales o préstamos al consumo, la TAE refleja el coste real a la hora de la devolver el préstamo a la entidad bancaria o financiera.