¿Cuál ha sido el balance del año y qué valoración hace de los resultados económicos del ejercicio?
Considero que 2021 ha sido para Bankinter un ejercicio muy positivo, en el que hemos alcanzado un resultado neto de 1.333 millones de euros, el más alto de nuestra historia. En esta cifra está incluida una plusvalía de 895 millones de euros generada con la operación de segregación y salida a Bolsa de nuestra antigua filial, Línea Directa Aseguradora. Obviamente se trata de un beneficio no recurrente, pero incluso sin tener en cuenta esa plusvalía, el beneficio neto del banco fue un 38% superior al del año anterior, alcanzando los 437,4 millones de euros.
Este beneficio está construido con los ingresos que nos proporcionan nuestras diferentes líneas de negocio, todas las cuales han experimentado un fuerte impulso en el año, acompañado, sin duda, por una recuperación de la economía.
El crecimiento de todos los márgenes es buena prueba de la mayor actividad comercial y un anticipo de las excelentes perspectivas que se nos abren de cara al futuro. Así, el margen de intereses alcanza los 1.275,3 millones de euros, un 2,3% más que en 2020, gracias a los mayores volúmenes de inversión y a una mejora de los diferenciales, pese al entorno de tipos negativos en el que todavía seguimos. El margen bruto, por su parte, que agrupa la totalidad de los ingresos y una serie de costes regulatorios, asciende a 1.855,3 millones de euros, un 8,6% más, en donde han tenido un buen comportamiento las comisiones, 603 millones de euros, en su mayor parte procedentes de productos y servicios de aportación de valor para el cliente. Y en cuanto al margen de explotación antes de provisiones, que ya incorpora los gastos operativos, ha superado por primera vez en nuestra historia los 1.000 millones de euros y supera en un 14% al de 2020.
Todas estas cifras nos sitúan en una situación óptima de cara a los siguientes ejercicios y son una muestra de una estrategia acertada y un correcto posicionamiento en el mercado.
¿Cómo han cerrado el año las diferentes ratios de la cuenta y cómo comparan estas con el resto del sector?
Los diversos cocientes con los que obtenemos indicadores de rentabilidad, solvencia, eficiencia o calidad de activos dan todos ellos unos resultados plenamente satisfactorios. Y en todas ellas la comparación con el resto de entidades del sector resulta igualmente positiva. Por ejemplo, la rentabilidad sobre recursos propios, o ROE, por sus siglas en inglés, excluyendo la plusvalía de Línea Directa, se elevó al 9,6%, una de las más altas entre los principales bancos españoles. La tasa de mora, otra de nuestras tradicionales fortalezas, fue del 2,24%, 13 puntos básicos menos que en el ejercicio anterior. Todo ello pese a la finalización del período de moratorias hipotecarias. Otro de los ratios más vigilados, el nivel de Capital, se sitúa en una ratio ‘CET1 fully loaded’ del 12,1%, muy superior a las exigencias del supervisor, que para 2022 se han establecido en el 7,726%, con lo que continuamos situados en el grupo de entidades españolas y europeas con el requerimiento de capital más bajo.
El mejor aval para todos estos datos son los excelentes resultados obtenidos por el banco en el test de estrés llevado a cabo por la Autoridad Bancaria Europea. La prueba de resistencia reveló que en un hipotético escenario macroeconómico muy adverso el banco estaría impactado sólo en 104 puntos básicos de capital, lo que traducido a posición relativa en este ‘ranking de resistencia’ Bankinter ha ocupado la primera plaza entre las entidades españolas participantes, y la tercera entre todos los bancos europeos examinados.
La segregación de Línea Directa fue la principal operación de 2021. ¿Cómo se llevó a cabo y qué cabe esperar de la futura evolución de la entidad sin su contribución?
La operación de segregación del Grupo Bankinter y salida a cotización en la Bolsa de Madrid, que estaba prevista para 2020 y que tuvo que ser postergada hasta 2021 por causa de la pandemia, ha resultado excelente tanto para Línea Directa, como para Bankinter y todos sus accionistas, que han visto retribuido el esfuerzo hecho en su día en la ampliación de capital que realizamos para adquirir el 100% de la aseguradora.
La operación consistió en el reparto de la prima de emisión de Bankinter entre los accionistas, por importe de 1.184 millones de euros, en forma de acciones de Línea Directa, y su posterior salida a Bolsa como una entidad independiente. Dado que la compañía fue valorada en 1.434 millones, esto supuso el reparto entre los accionistas del 82,6% del capital, permaneciendo el banco con la propiedad del 17,4% restante. Hoy la compañía vale casi 1.700 millones de euros, lo que refleja el acierto de la operación. Ha quedado demostrado que Bankinter y Línea Directa valen más por separado que juntos. A partir de ahora, ambas compañías van a poder desarrollar sus estrategias de forma independiente en sus respectivos entornos regulatorios, con una estructura de capital y una política de dividendos adecuada a su sector y circunstancias.
Nuestro reto ahora es compensar los resultados que aportaba la aseguradora con ingresos regulares y recurrentes de la actividad bancaria. Aspiramos a conseguirlo en 2023, igualando la cifra de 550 millones de euros alcanzada en 2019, cuando Línea Directa formaba parte integrante de nuestras cuentas como filial 100% Bankinter.
Tales resultados serán consecuencia de un mayor crecimiento en todas las líneas de la actividad bancaria, tanto en las tradicionales y más maduras, como en las más recientes y de mayor potencial. Y por supuesto, serán también consecuencia de que la actividad económica no nos plantee las mismas exigencias de provisiones que nos ha planteado durante los años de pandemia.
¿Cuáles fueron las áreas de negocio con un comportamiento más positivo y sobre las que esperan construir ese mayor crecimiento?
La gran mayoría de nuestras líneas de negocio y segmentos de clientes mantuvieron crecimientos relevantes y en todas ellas vemos excelentes perspectivas. En Banca Comercial, por ejemplo, todas las categorías de productos, tanto de activo como de pasivo, registraron altos niveles de captación de nuevos clientes. El saldo de cuentas nómina, un producto que es fuente de atracción de nuevos clientes, se elevó a 14.900 millones de euros desde los 12.700 millones de 2020; y en el negocio hipotecario hemos cerrado un ejercicio histórico, con una nueva producción que es un 58% superior a la del año pasado. Asimismo, el negocio de gestión de activos, gran generador de comisiones, ha tenido un ejercicio brillante, especialmente en los fondos de inversión, con un crecimiento en el año del 30%.
Dentro de Banca Comercial, Bankinter ha seguido incrementado cuota de mercado en los segmentos de clientes estratégicos, con especial protagonismo en Banca Privada, cuyo patrimonio gestionado alcanzó los 49.900 millones de euros. Me gustaría destacar a este respecto las sinergias generadas entre esta actividad y la de Bankinter Investment, que se ha convertido en una referencia en el negocio de la inversión alternativa, como propuesta de valor en un entorno de alta volatilidad.
En lo que se refiere al negocio de Empresas, su inversión crediticia se situó casi al mismo nivel que en 2020, lo cual quiere decir que compensó con crecimiento orgánico el efecto escalón producido por la ausencia de préstamos con aval del ICO.
Pero existen otro tipo de líneas que van a ir cobrando cada vez más protagonismo en nuestros resultados. Bankinter Portugal, por ejemplo, cuyo margen bruto ha crecido en el año un 10%, ya genera 50 millones de beneficio antes de impuestos. Bankinter Consumer Finance ha reanudado de nuevo la actividad gracias a la reactivación del ocio y el consumo, y su nueva producción alcanzó los 1.500 millones de euros. Asimismo, me gustaría destacar la naciente actividad hipotecaria de Avant Money, en la República de Irlanda, y la progresión de EVO Banco, que sigue consolidando su posicionamiento en el segmento de clientes más jóvenes y digitales.
Con estos resultados, ¿qué previsiones tienen respecto a la evolución de la acción en los próximos años?
Es siempre osado anticipar el comportamiento de los mercados bursátiles, porque depende de muchos factores, muchos de ellos asociados sin duda a la buena marcha y buena gestión de la empresa, pero también buena parte de ellos más asociados a la marcha económica, a factores geopolíticos y a atractivos propios del sector en su conjunto.
Durante buena parte del año, la cotización de los valores bancarios ha estado penalizada por la crisis económica provocada por la pandemia, y ligada a ella, por la recomendación del BCE de limitar la distribución de dividendos de los bancos. Los nuevos aires de recuperación, impulsados por la llegada de los fondos europeos, el levantamiento de ciertas limitaciones a los dividendos, la mejora de los resultados del negocio bancario y, finalmente, la posibilidad de subidas de tipos por parte del BCE, han estimulado a principios de 2022 el comportamiento de los valores bancarios, entre ellos el nuestro. Si tenemos en cuenta que tanto para 2022 como para 2023 se prevé un fuerte crecimiento económico y, en paralelo, del negocio de Bankinter y de sus resultados, todo parece indicar que el valor de la acción seguirá una tendencia al alza. Al cierre de estas líneas, Bankinter cotiza ya por encima de su valor en libros, siendo la única entidad en España que cotiza con prima. En ese sentido, tengo plena confianza en que a medio plazo el mercado sabrá reconocer el verdadero valor de la entidad.
La realidad del sector sigue marcada por el impacto de las operaciones de concentración. ¿Cómo afectan esos movimientos a Bankinter y a su posición en el mercado?
Nuestra posición sobre las fusiones es bien conocida y no la vamos a cambiar. Somos un banco independiente desde hace más de medio siglo y no deseamos entrar en ese tipo de operaciones, porque a cambio de un incremento súbito del tamaño, no necesariamente duradero, producen mucho desgaste y solo tienen sentido si de verdad aportan valor, si te permiten llegar a otras geografías o áreas de negocio y si además encaja todo ello en tu modelo estratégico. Por eso, la oportunidad tiene que ser muy excepcional para que compense. Es verdad que hemos hecho algunas adquisiciones en los últimos años, con movimientos muy concretos en Portugal, Irlanda y Luxemburgo, todas ellas un éxito, pero no nos planteamos operaciones de fusión y, por el contrario, seguir creciendo orgánicamente.
La economía española está pendiente de la ejecución de los fondos europeos de recuperación. ¿Qué papel desempeña la banca, y Bankinter en particular, en este proceso?
La banca debería jugar un papel protagonista en la ejecución y el reparto de los fondos europeos. No solo podemos actuar como canalizadores, también estamos en condiciones de anticipar las ayudas a los destinatarios y de ofrecerles financiación adicional si la necesitan. Gracias a nuestra capilaridad y al profundo conocimiento del cliente, nuestra contribución puede ser determinante para conseguir que los fondos actúen como revulsivo de la recuperación.
En Bankinter hemos habilitado un equipo específico para dar respuesta ágil a las necesidades de nuestros clientes. Queremos acompañar a las empresas y darles el soporte financiero que necesitan para que puedan iniciar sus proyectos sin esperar a que se ejecuten las ayudas solicitadas. Por otro lado, muchos clientes nos están planteando iniciativas colaterales a los fondos europeos, aunque ligadas al marco de los mismos, y en Bankinter también apoyaremos con financiación adicional este tipo de proyectos solventes.
Una de las tendencias en el negocio financiero es el fuerte desarrollo del mercado de criptoactivos. ¿Cuál es la posición de Bankinter en este tema?
Pues que en Bankinter no recomendamos ese tipo de activos de inversión a nuestros clientes, tanto por su alto nivel especulativo, como por las dificultades de medición y comparación con otros activos de inversión.
Dicho esto, la tecnología subyacente en las cripto monedas, la tecnología blockchain, ofrece grandes ventajas, entre otras la trazabilidad de los activos, y anticipamos que va a tener éxito, por lo que vamos a seguir explorando otras aplicaciones a dicha tecnología, particularmente desde nuestro banco filial EVO, una de cuyas misiones es ejercer de laboratorio de pruebas y de ideas tecnológicas.
¿Cuáles son las expectativas para 2022?
Esperamos que este sea el año en que prosigue la recuperación económica, acercándonos a los niveles de PIB alcanzados en 2019. También esperamos que sea un ejercicio en el que la demanda de crédito se recupere a los niveles de entonces.
Eso sí, subsisten una serie de incertidumbres que pueden alterar el ritmo de la recuperación, entre ellas la evolución de la inflación, los tipos de interés, la tasa de morosidad, y la siempre imprecisa evolución de la pandemia y los derroteros que pueda tomar, que en el pasado nos han sorprendido cuando ya creíamos que el virus estaba vencido.
De todas esas incertidumbres, el control de la inflación será el principal reto de las autoridades monetarias, y de los aciertos con los que se afronte dependerá en buena parte la positiva evolución de múltiples indicadores económicos.
De las restantes incertidumbres mencionadas, seguramente veremos unos tipos de interés que gradualmente dejen atrás la anomalía de tipos cero o negativos, pero no esperamos que su evolución sea ni rápida ni radical, por las muchas dependencias que han generado en la economía tantos estímulos durante tanto tiempo.
Finalmente, la evolución de las tasas de morosidad una vez llegados a vencimiento los créditos ICO y los beneficios de los ERTE, es posible que estas se incrementen ligeramente, aunque en Bankinter tenemos la morosidad bajo control gracias a perseverar en una acertada gestión de los riesgos de crédito y una prudente política de provisiones.
En resumen, aunque estamos sometidos a determinadas incertidumbres que están fuera de nuestro control, en Bankinter proseguiremos focalizando nuestra actividad en los negocios de mayor aportación de valor para nuestros clientes, redoblando los esfuerzos para continuar en las cifras de rentabilidad que tradicionalmente nos han distinguido del resto del sector.
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