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Preguntas frecuentes hipotecas

¿Puedo pedir una segunda hipoteca si aún estoy pagando el préstamo de mi primera vivienda?

Hipoteca para una segunda vivienda

A veces puede surgirnos una buena oportunidad inmobiliaria, como comprar un inmueble a buen precio, o una plaza de garaje o una oficina…, pero aún no hemos dejado de pagar nuestra actual hipoteca. ¿Podemos ampliarla, o pedir al banco una hipoteca para una segunda vivienda?

Para empezar, habría que definir una segunda vivienda como esa donde no vivimos normalmente, y podría dividirse en dos categorías, en función del uso que le diéramos: sería de uso vacacional, si fuera un inmueble de uso propio y de residencia no habitual; o producto de inversión, si su finalidad fuera lucrativa (un alquiler, una venta). Esta distinción es importante, ya que algunas entidades cuentan con hipotecas distintas para cada caso.

En cualquier caso, las características principales de una hipoteca para segunda vivienda son un menor plazo de amortización, un menor porcentaje máximo a financiar y unas condiciones más estrictas. Por otro lado, tendremos que distinguir entre esta (en cuyo caso pediríamos el préstamo para adquirir un inmueble adicional), y una segunda hipoteca (que es un segundo préstamo, cuando no hemos devuelto el primero). En cualquier caso puede ser arriesgado para el banco, por lo que será exigente con sus condiciones.

Características y condiciones para pedir una hipoteca para segunda vivienda

  • Solicitar una segunda hipoteca, una opción cara que entraña su riesgo, ya que tendremos que hacer frente a dos préstamos a la vez. Será necesario contar con algunos ahorros porque, además de pagar los gastos que conlleva pedir una segunda hipoteca, en este caso la entidad no nos financiará más del 65 o 70% del importe como máximo (es decir, que, si el porcentaje de dinero ahorrado para hacer frente a una primera hipoteca es del 30%, ahora podría ascender hasta el 50%). Además, nos exigirán un plazo de amortización mucho menos (10 o 20 años) y más intereses, independientemente de que la hipoteca sea fija, variable o mixta. Comisión de apertura, o comisión por desistimiento, si amortizamos antes de que finalice el plazo. Podemos valorar la opción de contratar productos combinados que puedan bajar el interés, y muy posiblemente contar con un avalista, ya que el banco podrá pedírnoslo. La principal ventaja de solicitar un préstamo contra una segunda vivienda es que no pondremos en riesgo la primera.
  • Pedir una segunda hipoteca sobre la primera vivienda (o rehipotecar nuestra vivienda habitual), cancelando la anterior hipoteca por un importe más elevado. Al hipotecar el inmueble que ya hemos hipotecado, el banco sumará ambas deudas y podrá concedernos el préstamo siempre que no superemos el 75% del valor de tasación de la primera vivienda. Además, solo podremos avalar nuestra segunda vivienda con la primera si el valor de esta es mucho mayor; si hemos saldado al menos el 50% de la primera deuda (es decir, que nos quede poco por pagar); y sobre todo, deberemos contar con un buen perfil de crédito. Por último, nos recortarán los plazos de amortización a un máximo de 20 años. en definitiva, esta operación generará muchos gastos porque deberemos pagar la cancelación de la primera y la apertura de la nueva.
  • Realizar una novación hipotecaria sobre nuestro préstamo actual para ampliarlo, añadiendo además la segunda vivienda. Así unificaremos ambos préstamos y obteniendo unas cuotas e intereses más asequibles que por separado. Así ampliaremos el capital y los plazos de pago (es decir, reduciremos las mensualidades, aunque estaremos más años pagando).

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