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¿Hasta qué edad puedo pedir una hipoteca?
La edad es, junto con otras variables, un elemento a tener en cuenta por parte de las entidades bancarias a la hora de pedir una hipoteca. No existe regulación alguna en torno a la edad máxima para pedir una hipoteca, pero las entidades financieras y los bancos sí que establecen un límite de edad, de acuerdo a sus políticas de riesgo. Generalmente, el límite de edad se establece alrededor de los 75 años.
La edad influye a la hora de solicitar un préstamo hipotecario porque a medida que esta se incrementa, también aumenta el riesgo de impago. Es por este motivo que la edad límite del solicitante de una hipoteca viene determinada en las políticas de riesgo existentes en las entidades financieras.
La edad del solicitante y el plazo de amortización
Además de constituir un factor de riesgo de impago, la edad del solicitante condiciona, como es lógico, el plazo de amortización de la hipoteca. Cuanto más mayor sea el solicitante, menor será el plazo de amortización admitido, y por tanto, mayores serán las cuotas mensuales que se deberán pagar.
¿Qué otras garantías exigen los bancos?
En España, como hemos mencionado, lo habitual es que los bancos no concedan hipotecas a personas mayores de 75 años. En el caso de los clientes de mayor edad, las condiciones exigidas por las entidades bancarias son ligeramente diferentes a las exigidas en el caso de los solicitantes más jóvenes.
Generalmente, los bancos podrán exigir un seguro de vida al solicitante. También es posible minimizar el riesgo mediante el aval de una persona más joven que acredite un nivel de ingresos determinado.
Pero no todo son riesgos y es que en el caso de los solicitantes de edad más avanzada también existen ciertas ventajas como contar con una pensión fija al mes que implica estabilidad financiera. Si además de la pensión pública, existen planes de pensiones privados o el alquiler de una vivienda por la que el solicitante recibe ingresos adicionales, la situación será todavía más favorable. Otros casos, como una casa en propiedad o ahorros en fondos de inversión también ayudan a reducir la cuota en caso de ser necesario.
Aunque cada caso se estudia de forma particular, es importante que tengamos en cuenta las recomendaciones del Banco de España a la hora de solicitar un préstamo hipotecario. Estas recomendaciones aconsejan no superar los 30 años como plazo máximo en una hipoteca y aconsejan además que en ningún caso se destine más del 35% de nuestros ingresos mensuales al pago de la hipoteca.