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Diccionario económico - Hipoteca

Hipoteca

Una hipoteca es un derecho real de garantía que permite al comprador recibir una cantidad de dinero determinada por parte de una entidad financiera a cambio de su compromiso de devolver la cantidad prestada más los intereses correspondientes mediante pagos periódicos.

Es importante señalar que aunque comúnmente lo denominemos hipoteca nos referimos en realidad a un préstamo hipotecario. El préstamo hipotecario es la deuda que se establece con la entidad financiera mientras que la hipoteca es la garantía de que esa deuda será devuelta y recae directamente sobre la propiedad que se adquiere.

En todo préstamo hipotecario existen varios conceptos fundamentales:

  • El capital, que se refiere a la cantidad de dinero que el banco nos ha prestado y que en la mayoría de los casos es inferior al precio del inmueble.
  • El interés, que indica la cantidad adicional que debemos pagar a la entidad que nos concedió el préstamo hipotecario. Esta cantidad puede ser fija o variable.
  • El plazo de devolución, que es el tiempo máximo en el que debemos devolver la cantidad prestada por el banco. ¿

¿Para qué se utilizan los préstamos hipotecarios?

Los préstamos hipotecarios se emplean habitualmente para poder conseguir una cantidad elevada de dinero empleando un bien como garantía. En la mayoría de los casos este tipo de préstamos se utilizan para la compra de viviendas.

¿Qué tipos de hipoteca existen?

En función de los tipos de interés existen tres modalidades de hipoteca diferentes:

  • Préstamos hipotecarios a interés fijo: son aquellos prestamos en los que la cuota mensual es la misma durante todo el tiempo que dura el préstamo. Independientemente de que los tipos suban o bajen, la cantidad no variará.

    Este tipo de préstamos nunca se verán afectados por las subidas y bajas del euríbor. Suelen tener unas comisiones de amortización más elevadas que en las otras modalidades, por lo que la cancelación anticipada de la hipoteca será más cara.

  • Préstamos hipotecarios a interés variable: estos préstamos están compuestos por el valor del índice de referencia, el euríbor en la mayoría de los casos, y otro diferencial fijo. Habitualmente la cuota tiene una revisión anual o semestral. En este caso las cuotas variarán en función de las subidas o bajadas de los tipos de interés cuando se produce la revisión. Las hipotecas variables suelen tener comisiones más bajas y periodos de amortización más amplios.
  • Préstamos hipotecarios mixtos: es la modalidad menos habitual, en ella se combina la aplicación de un tipo fijo durante una parte del plazo y un tipo de interés variable en el periodo restante.

    Lo habitual es que los primeros años del plazo las cuotas de amortización no varíen, y a partir de ahí las cuotas empezarán a varias en función de los tipos de interés.