Diccionario económico - Ejecución hipotecaria
Ejecución hipotecaria
Una ejecución hipotecaria es un proceso a través del cual el banco cobra la deuda del préstamo si el hipotecado se retrasa en el pago de las cuotas, saldando así la cuenta pendiente. Esto sucede cuando se producen impagos de la hipoteca de entre tres y seis cuotas mensuales. La entidad reclamará las mensualidades atrasadas y además el resto de hipoteca pendiente, con un 20 a 25% de interés por penalización y los gastos judiciales que se generen, que corren a cuenta del deudor.
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El proceso podrá terminar con el embargo de la vivienda y el consiguiente desahucio. Además, será bastante largo, aunque podrá detenerse si nos ponemos al día en nuestros pagos, o si llegamos a un acuerdo con el banco. Y si finalmente ocurre, se llevará a cabo siguiendo estos pasos:
- Aviso del impago: aproximadamente 15 días después del primer impago.
- Comunicación oficial del banco mediante SMS, e-mail o carta, tras el primer mes.
- Entrada en los listados de morosos, se produce a los cinco meses de impago.
- Demanda judicial. La Ley hipotecaria a ampliado el plazo para aplicar el procedimiento (y con carácter retroactivo), que ahora es a partir del 12º impago en la primera mitad de la hipoteca, y del 15º en el segundo.
- Inscripción de las cargas sobre la propiedad en el Registro de la propiedad.
- Convocatoria de subasta y su publicación en el Ayuntamiento, en el Registro de la propiedad, en los juzgados y en los BOEs, incluyendo la fecha, la hora y el precio de salida de la vivienda. En cambio, no es obligatorio comunicar esta información al deudor.
- Celebración de la subasta. Si no hay ningún comprador, el banco podrá quedárselo al 60% de su valor. Y si este precio no supera nuestra deuda con el banco, además seguiríamos teniendo una deuda con él, que podría saldarse embargando nuestros bienes presentes y futuros (cuentas corrientes, nóminas, etc.).
- Desahucio. Deberemos abandonar el domicilio, acompañados por una comitiva judicial; un cerrajero, que cambiará la cerradura y, si es necesario, además la policía.