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Diccionario económico - Carencia total
Carencia total
Un préstamo de carencia total es aquel que, durante un cierto periodo de tiempo, permite a su titular aplazar el pago de las cuotas del préstamo durante un periodo de tiempo pactado.
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La carencia es un recurso que puede ser de utilidad en determinadas circunstancias, aunque muy excepcionales, ya que tiene repercusiones sobre el pago futuro del préstamo.
Una persona que ha solicitado un préstamo por importe determinado podrá disfrutar de un cierto periodo de tiempo en el que no paga los términos y condiciones de amortización por el préstamo: ni la cuota mensual, ni los intereses o comisiones aplicados a dicha operación.
Sin embargo, hay que tener muy claro que esto no significa que la entidad financiera perdone o no cobre ese dinero de amortización durante el período en el cual no pagamos, sino que los intereses se van a acumular y con ello, se incrementará la cuantía final de la deuda.
Diferencia entre carencia parcial y carencia total.
En el momento de pedir un préstamo a la entidad financiera debes conocer, con total transparencia, el plan de amortización: periodo de tiempo a pagar el préstamo, las cuotas mes a mes, las comisiones y el tipo o porcentaje de interés a pagar por el mismo.
Pues bien, cuando hablamos de carencia en un préstamo, esta puede ser de dos formas: parcial o total.
- En la carencia parcial, el cliente solicita esta opción para pagar sólo los intereses mensuales de su cuota, sin amortizar nada de la cuota como tal.
- En la carencia total, por su parte, el cliente no paga absolutamente nada, es decir, ni la cuota mensual o el capital correspondiente a devolver a la entidad financiera, ni la parte proporcional a los intereses.
Por lo general, el periodo de vigencia o duración de la carencia se solicita al inicio del préstamo y su aprobación dependerá del riesgo crediticio que tenga el cliente, la oferta competitiva de cada banco y el plazo de carencia.
En qué situaciones se pide un periodo de carencia.
Los periodos de carencia, bien sean totales o parciales, suelen ser interesantes cuando se producen situaciones particulares entre los clientes, como, por ejemplo, una emergencia condicionada a la liquidez económica de la persona, situación de desempleo, etc.
En el caso de que la carencia la solicite una empresa, la carencia es un recurso muy útil a la hora de financiar un proyecto que tiene futuro a largo plazo y cuya rentabilidad se vea garantizada de cara a poder asumir los costes extras de dicho préstamo.