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Diccionario económico - Ampliación hipoteca
Ampliación hipoteca
Una ampliación de hipoteca es el proceso de cambio de condiciones en el préstamo hipotecario que hayamos contratado con nuestro banco. Así podremos reducir el importe de las cuotas, o solicitar una cantidad de dinero un poco mayor…, o hacer ambas cosas. Este trámite también es conocido como novación, y se realiza porque suele resultar más económico que rehipotecar o firmar un nuevo préstamo.
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Solicitar esta ampliación de hipoteca puede venirnos bien si por ejemplo vamos a realizar una reforma en nuestra vivienda, si ha surgido algún imprevisto o si nos sentimos más cómodos devolviendo nuestra hipoteca en plazos más pequeños. Recuerda que esta novación estará sujeta al criterio del banco, y que en cualquier caso este se fijará en tu solvencia y capacidad para asumir mayores obligaciones.
Como decíamos antes, una ampliación de hipoteca supone modificar algunas de las condiciones de tu préstamo de tres formas:
- Aumentando el capital. Esta opción es muy aconsejable si necesitamos un extra de dinero. Pero tendremos que tener en cuenta que esta ampliación incrementará nuestras mensualidades; naturalmente, haremos crecer nuestra deuda.
- Aumentando el capital. Esta opción es muy aconsejable si necesitamos un extra de dinero. Pero tendremos que tener en cuenta que esta ampliación incrementará nuestras mensualidades; naturalmente, haremos crecer nuestra deuda.
- Prolongando el periodo de amortización (es decir, aumentando las cuotas mensuales). Esta opción solo es recomendable en algunos casos puntuales (como por ejemplo que estemos pasando dificultades económicas, o que nuestros ingresos se hayan reducido drásticamente y no podamos hacer frente a los pagos de nuestras cuotas), ya que, a cambio, nuestra entidad financiera nos reclamará mayores intereses.
- Ampliando ambos, importe y plazo. Así podremos disponer de un extra si que repercuta en nuestra cuota mensual. Pero, igual que si ampliáramos los plazos, a cambio pagaremos más intereses.
¿Quién puede pedir esta ampliación, y qué condiciones ha de cumplir?
En principio, cualquiera que haya contratado un préstamo hipotecario con su banco. A partir de ahí, la entidad analizará nuestra solvencia, teniendo muy en cuenta nuestra edad (estipulada para terminar de saldar un préstamo es de 70 años), o la cantidad que nos quede pendiente de devolver (por ejemplo, si tenemos más de veinte años por delante será difícil que nos concedan la novación). Así, nos pedirá algunos documentos para analizar entre otros factores nuestros ingresos y nuestros gastos; si estamos al corriente de pagos y tenemos un nivel de endeudamiento aceptable; si nuestra situación laboral es estable; o si podemos proporcionar un aval para responder a un posible impago…
Además, si optamos por la ampliación de importe, es posible que la entidad nos pregunte la finalidad; y si nos decantamos por ampliar el número de cuotas no nos permitirá hacerlo durante más de cuarenta años, y siempre que no acumulemos otras deudas a largo plazo.
La ampliación de hipoteca implica nuevas condiciones y algunos gastos. Para empezar, deberemos pagar al notario, el registro y el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados, IAJD (este nos lo ahorraremos en caso de que optemos por aumentar los plazos). La comisión por novación ya dependerá del criterio del banco, aunque no deberá superar el 0,1% de la deuda que tengamos pendiente con él.