¿A qué tipo de inversor van dirigidos los depósitos estructurados?

Los depósitos estructurados son una combinación de los depósitos a plazo fijo y la renta variable.

Son depósitos en los que se pacta un periodo de tiempo durante el cual la rentabilidad del depósito está vinculada a la evolución índices bursátiles o un grupo de acciones.

Este tipo de depósitos están pensados para inversores con ciertos conocimientos financieros ya que es posible obtener mayor rentabilidad que con un depósito a plazo fijo, pero ésta es variable y nunca se sabe lo que se va a ganar hasta ver la evolución de los activos subyacentes en los que invierta.

Las características principales de este tipo de depósitos son las siguientes:

• Su rentabilidad es variable y no se sabe cuál será ya que los activos subyacentes a los que se encuentra ligados el depósito son variables. No obstante, las entidades bancarias siempre suelen proporcionar unos rangos entre los que suele oscilar esta rentabilidad.
• El capital invertido está garantizado a vencimiento, pero no lo está los intereses generados durante el tiempo que dura la inversión del depósito. Se trata de inversiones realizadas a medio o largo plazo.
• No suelen permitir la cancelación anticipada sin penalización por lo que es importante estar seguros de no necesitar el dinero en el tiempo pactado.
• En función del país en el que nos encontremos, los depósitos estructurados tienen unas reglas diferentes en cuanto a temas fiscales o jurídicos.

En definitiva, se trata de entender los riesgos y conocer el motivo por el que los valores a los que está vinculado el depósito oscilan en función de ciertos factores.

Es importante leer el contrato y saber qué posibilidades ofrece en cuanto a la recuperación de la inversión de forma anticipada.