¿Qué es una cuenta remunerada y cuáles son sus ventajas?

Cuenta remunerada

Cada vez más, el ahorro no solo es una tendencia, sino más bien una necesidad: la gente busca asegurar su tranquilidad y su seguridad, y disponer de un colchón por lo que pueda pasar. Por este motivo, los productos de ahorro están en auge: cuentas corrientes, cuentas de ahorro, cuentas remuneradas…

En concreto, una cuenta remunerada es aquella que nos ofrece un interés por el dinero que depositemos en ella, de manera automática. Otras de sus características más importantes son que nos permite ahorrar; que nos da liquidez en todo momento, permitiéndonos sacar dinero sin penalizaciones (a no ser que nos ofrezca una rentabilidad mayor, con la condición de que mantengamos la inversión durante un tiempo determinado; en todo caso deberá estar reflejado en las condiciones y requisitos de la cuenta). Y además nos ofrecerá seguridad, sobre todo cuanto más bajos estén los tipos de interés.

Se podría decir que esta cuenta está a caballo entre la cuenta corriente y la cuenta de ahorro, ya que, sin necesidad de domiciliar nuestra nómina, permite realizar toda la operativa de las cuentas corrientes (domiciliaciones, transferencias, posibilidad de disponer de tarjetas asociadas…), y además nos ofrece un rendimiento por mantener el capital.

¿Cómo se establece la remuneración?

Se establece en base a una franquicia (esto quiere decir que habría un tope de remuneración, pasado el cual el dinero de la cuenta no se remuneraría), y además nos pueden exigir un saldo mínimo para que exista remuneración.

Igual que sucede con las hipotecas, la liquidación del interés podrá a ser a tipo fijo o variable. También puede ir por tramos de saldo (en este caso a cada tramo le correspondería un interés determinado); o progresivo (mayor en función del tramo).

Además, aunque lo normal es que la remuneración sea en un plazo indefinido, también habrá cuentas que nos ofrezcan periodos promocionales, o con obligaciones de permanencia.

Ventajas de una cuenta remunerada

En primer lugar, nos ofrecen rentabilidad con la liquidación de losa intereses, que suele producirse cada mes: nuestro dinero irá creciendo poco a poco.

En segundo lugar, nos garantiza liquidez por un periodo de tiempo determinado; bastará con solicitar el reembolso para disponer de nuestro dinero. En esto se diferencia de cualquier otro depósito, que no permite acceder al capital en cualquier momento, a no ser que para obtener una mayor remuneración se nos obligue a depositar el dinero durante un tiempo; en cualquier caso, tendrá que estar reflejado en las condiciones de la cuenta.

En tercer lugar, tanto el capital como los intereses están garantizados, ya que no están asociadas a ningún mercado ni índice. No corren ningún riesgo, ya que no se invierten. Además, cuentan con la Garantía del Fondo de Garantía de Depósitos.

Por último, nos permitirá realizar nuestra operativa diaria con sencillez y comodidad: domiciliaciones, transferencias gratuitas, tarjetas asociadas gratis, etc.

Entre las desventajas podríamos citar un interés más bajo que el que ofrecen otros productos (tales como los depósitos), o bien que nos remuneren hasta un tope de saldo, o de tiempo. Otra es la limitación de las operativa, aunque eso depende de cada cuenta y cada banco; puede exigirnos cierta vinculación, y puede tener comisiones bastante altas por algunos servicios.

Diferencias entre cuenta remunerada y una cuenta de ahorro

Aunque son parecidas, la cuenta de ahorro no permite realizar algunas operativas, como disponer de tarjetas asociadas o realizar domiciliaciones.

Antes de abrir una cuenta remunerara, como siempre, tendremos que analizar bien todas las alternativas, comparar y quedarnos con la que más se adapte a nuestro perfil. Pero además, será importante fijarnos en la rentabilidad (en definitiva, es lo que buscamos); en las comisiones; en los plazos y en las permanencias.