¿Qué modalidades de contratación existen en deuda privada?
Existen tres modalidades:
Cédulas hipotecarias
Son emisiones que cuentan con doble garantía. Por una parte, la del banco que la emite y, por otra, la de la cartera de inmuebles que respalda esas hipotecas y que se eligen por criterios de máxima calidad. El plazo suele ser inferior a cuatro años y las rentabilidades suelen ser más bajas que en otros tipos de deuda emitidos por la misma compañía, pero que se compensa al tener mayor seguridad que otros productos gracias a la doble garantía que ofrecen.
Deuda senior
Son emisiones que, en orden de prelación de cobro, se encuentran justo por debajo de la deuda avalada. El cupón puede ser fijo o flotante. Si es fijo, se determina un interés referencial y, si es flotante, la práctica habitual es que vaya referenciado al Euribor durante un plazo variable de meses más un porcentaje de diferencial. No es mejor un tipo u otro de cupón pero si será necesario tener en cuenta cuál es el tipo aplicado, en el caso de ser fijo, y cuál es la previsión de tipos. En el caso del cupón flotante, y si hubiese bajada de tipos, podría originar pérdidas o menor rentabilidad en el mercado secundario, mientras que, si hay subidas, se iría adaptando a las mismas. No obstante, los cupones flotantes suelen tener un suelo y un techo límite.
Deuda subordinada
Son emisiones que, en orden de prelación de cobro, se encuentran por debajo de los Bonos senior pero, a cambio, el tipo de interés a percibir es mayor, pues conllevan mayor riesgo. Cabe la posibilidad de que el pago de cupón esté subordinado a la existencia de beneficio distribuible. Puede haber emisiones de deuda subordinada con “fecha call” o de “posible amortización”. Es importante que, antes de tomar una decisión e inversión, solicites más información para conocer en detalle las condiciones de amortización anticipada que determine el emisor.