Además de las medidas ya comentadas en el artículo anterior sobre la reforma de las pensiones, hay que tener en consideración que también se introdujeron dos medidas más de especial importancia y que trataremos a lo largo de este artículo.
La primera de las medidas es el cambio en la indexación de las pensiones, la reforma desvinculó la revisión anual de las pensiones de la inflación (IPC). Mientras que la segunda medida, que aún no ha entrado en vigor, es el Factor de Sostenibilidad de las pensiones públicas, que entrará en vigor en 2019, y vinculará las pensiones de los nuevos jubilados a la evolución de la esperanza de vida en España.
Factor de Revalorización de las pensiones
Con el objetivo a medio plazo de igualar el gasto en pensiones a los ingresos del sistema de pensiones, a finales de 2013 el Gobierno estableció un nuevo factor de revalorización anual para las pensiones, desvinculándolas de la evolución del IPC. En concreto, el nuevo factor de revisión anual de las pensiones depende de las variables siguientes:
- Crecimiento de los ingresos
- Número de pensiones
- Efecto sustitución: derivado de que los pensionistas que entran anualmente en el sistema lo hacen con pensiones distintas –superiores- de los que salen del sistema
- Diferencia entre ingresos y gastos del sistema
El factor de revalorización de las pensiones no puede ser inferior al 0,25% y tiene como valor máximo el IPC anual + 0,50%.
Desde la implantación del factor en 2013, las pensiones han crecido un 0,25% cada año, el mínimo establecido a través del factor de revalorización de las pensiones, y se espera que este año vuelvan a crecer un 0,25%.
Los detractores del nuevo factor de revalorización alegan que los pensionistas perderán poder adquisitivo cuando la inflación sea superior al factor de revalorización de las pensiones. Si bien es cierto que en los años 2013, 2014 y 2015 la inflación anual ha estado por debajo del 0,25%, así que desde su implantación los pensionistas han ganado poder adquisitivo.
Factor de Sostenibilidad de las Pensiones
A partir de 2019 las pensiones de los nuevos pensionistas se verán ajustadas por el factor de sostenibilidad que a su vez depende de la evolución de la esperanza de vida, concretamente de la esperanza de vida a los 67 años. De forma que a mayor esperanza de vida menor será el importe de la pensión a percibir.
La lógica que subyace en la aplicación de este factor es que si las próximas generaciones de jubilados van a vivir más años, recibirán pensiones durante un mayor número de años. En consecuencia percibirán un montante total de pensiones más elevado que las generaciones anteriores.
Como van a vivir más años, para igualar el montante total de pensiones que van a recibir con el de las generaciones anteriores, el importe de la pensión debe ser menor.
A través de factor el sistema asegura el riesgo asociado al incremento de la longevidad y ajusta la equidad intergeneracional, si bien sólo respecto de las pensiones de jubilación.
Para su cálculo se tendrán en cuenta los siguientes elementos:
- Las tablas de mortalidad de la población pensionista de jubilación del sistema de la Seguridad Social elaboradas por ésta.
- 67 años como edad de referencia.
- Se revisará con periodicidad quinquenal.
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