¿Para qué sirven los futuros financieros?
Las utilidades principales de los futuros son las siguientes:
Cobertura de riesgo
Si tenemos una posición en el mercado, podemos utilizar los futuros para cubrir el riesgo de que el mercado se mueva en contra de mi posición. Para ello, tomaré en futuros una posición inversa a la que ya tengo, aportando únicamente la garantía necesaria para ello. De esta manera, depositando un importe mucho menor al de la posición que ya mantenía, cubriré el peligro de que la tendencia del mercado sea adversa para mí. Con un ejemplo es más sencillo de entender: Si tengo en mi cartera una posición de 100 acciones de Telefónica y quiero cubrir el riesgo de que el mercado caiga, puedo abrir una posición corta equivalente a la mía sobre el valor vendiendo un futuro. De esta manera, mi posición quedará neutralizada y reduciré riesgo, independientemente de que el mercado se mueva al alza o a la baja. Además, para ello, será necesario depositar la garantía requerida para un futuro sobre Telefónica y no el total del importe de la operación, que sería el valor de 100 acciones de Telefónica.
Especulación
Al contrario que en el caso anterior, si abrimos una posición de futuros sin tener otra posición que la compense, estaremos buscando un beneficio y, a la vez, asumiendo el riesgo de que el mercado vaya en contra de nuestra inversión. Esta posición podrá ser larga o corta (comprada o vendida) y, en consecuencia, obtener beneficios si el mercado se mueve a favor de la posición, o pérdida, si el mercado va en contra. La ventaja de utilizar los futuros para buscar un beneficio radica en que solamente será necesario depositar la garantía requerida, que será muy reducida en comparación con el tamaño real de la posición que se está tomando en el mercado.