El PIB del cuarto trimestre de 2016 (dato final), confirma el buen momento de la actividad económica en la UEM al aumentar +1,7% (en línea con el dato preliminar).
La fortaleza de la demanda interna y del consumo en particular (acelera desde +0,3% en el tercer trimestre de 2016 hasta +0,4%) son los principales motores del crecimiento. La mejora en los índices de confianza y la recuperación paulatina del mercado laboral, favorecen el aumento del consumo en un entorno de baja inflación (el IPC subyacente se sitúa en +0,9%).
Valoramos positivamente la recuperación de la inversión empresarial en la parte final del año (+0,6% frente a -0,7% anterior) ya que se produce en un momento de gran incertidumbre política.
Entre los principales países, cabe destacar el buen comportamiento de España (+3,0%), la estabilidad de Alemania (+1,7%) y la recuperación de Francia (+1,2% frente a +1,0% anterior). En el lado negativo destaca el retroceso de Grecia (-1,1% frente a +2,0% anterior).
No esperamos una reacción significativa de los mercados de capitales a estas cifras que básicamente confirman los datos preliminares y no anticipan un cambio significativo en las estimaciones de crecimiento del BCE.
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