La jubilación es algo que preocupa a gran parte de la población. Por ello, cada vez son más quienes optan por buscar soluciones que aseguren un dinero complementario a la pensión por jubilación de la Seguridad Social.
Normalmente se opta por abrir planes de pensiones, pero, además de esta opción, existe una menos conocida que tiene bastantes ventajas, los Planes Individuales de Ahorro Sistemático (PIAS), un producto que no para de crecer desde que apareció en 2007.
¿Qué es un Plan Individual de Ahorro Sistemático (PIAS)?
Los PIAS son un seguro de vida de ahorro a largo plazo enfocado a complementar la pensión pública de jubilación mediante el cobro de una renta vitalicia a la jubilación y que en caso de fallecimiento garantiza un capital asegurado adicional al saldo acumulado a esa fecha. De hecho, en algunos círculos lo denominan seguro de ahorro. Es decir, es un producto al que vas aportando un dinero, que se va invirtiendo y que al cabo de un tiempo se rescata con ventajas fiscales.
Se trata de una alternativa de ahorro a largo plazo a través de fondos de inversión combinados con un seguro de vida a la que se aportan cantidades de dinero de forma periódica y que cuando se quiera recuperar se puede recibir en forma de renta vitalicia o como capital.
Ventajas de los Planes Individuales de Ahorro Sistemático
La principal característica de los PIAS es que gozan de un tratamiento fiscal ventajoso frente a otros productos financieros de ahorro, siempre y cuando se cumplan los requisitos establecidos para ello.
Además de la fiscalidad podemos señalar otras ventajas de los PIAS:
Liquidez inmediata
Quizás es la ventaja más relevante frente a los planes de pensiones, ya que se puede rescatar el ahorro en cualquier momento y de una sola vez, pero si se opta por esta opción de rescate habrá que tributar en el IRPF por los rendimientos de capital obtenidos (tributación por los rendimientos de capital mobiliario generados: 19% por los primeros 6.000 euros, 21% por los rendimientos entre 6.000 y 50.000 euros, un 23% por los rendimientos entre 50.000 y 200.000 euros y el 26% por el exceso sobre los 20.000 euros) durante la vida del producto sin ningún tipo de reducción.
Múltiples opciones de inversión
Aunque en el mercado podemos encontrar diferentes modalidades de PIAS, la mayoría de los productos invierten en carteras de fondos de inversión. De esta manera, permiten acceder a una amplia gama de opciones de inversión, tanto desde el punto de vista del tipo de activo financiero (desde activos monetarios y renta fija a activos con mayor riesgo como puede ser la renta variable) como de mercados geográficos (Europa, EEUU, Emergentes, etc).
Complemento a los planes de pensiones
Es importante recordar que no tienen por qué ser productos sustitutivos sino que se puede ahorrar en ambas opciones a la vez, de hecho es una opción muy buena para aquellos ahorradores que agotan las aportaciones anuales máximas a planes de pensiones y empleo y su capacidad de ahorro les permite seguir ahorrando para la jubilación.
Flexibilidad en el cobro
A diferencia de los planes de pensiones la prestación no está ligada a la fecha de jubilación. Para aprovechar la fiscalidad de la prestación en forma de renta solamente hay que esperar 5 años desde la fecha de la primera aportación al PIAS.
Fiscalidad de los PIAS
Es importante aclarar en primer lugar que a diferencia de los planes de pensiones las aportaciones realizadas a PIAS no reducen la base imponible del IRPF, en cambio, cuando se percibe la prestación en forma de renta vitalicia no hay que tributar por los rendimientos generados.
Los rendimientos obtenidos hasta la constitución de la renta vitalicia están exentos de tributación en el IRPF. Además, una vez que se comienzan a cobrar las rentas, estas gozan de un tratamiento fiscal especialmente ventajoso, sobre todo para los mayores de 65 y 70 años.
El cobro de una renta vitalicia disfruta de una reducción de la tributación en el IRPF que depende de la edad del asegurado en el momento del inicio del cobro de la renta, a mayor edad menos impuestos, de forma que es recomendable comenzar a cobrar la renta a partir de los 70 años.
Por ejemplo, alguien que comienza a cobrar una renta vitalicia de 1.000 euros a los 71 años, solamente tendrá que tributar por 15,2 euros por cada renta, mientras que los mismos 1.000 euros de rendimientos en otro producto financiero (depósitos bancarios, fondos de inversión, etc.) tributarían por 190 euros por cada ingreso.
Tributación de las rentas vitalicias
Condiciones de los PIAS
Para acceder a sus ventajas, las condiciones son:
- El importe máximo a invertir es de 8.000 euros anules, con un límite máximo total de 240.000 euros en toda la vida del contrato.
- No rescatar el saldo acumulado antes del quinto del año desde su contratación.
- Percibir el ahorro acumulado en forma de renta vitalicia.
¿Cómo funcionan los PIAS? Esquema
En resumen, y puesto que la mayoría de los PIAS comercializados invierten en carteras de fondos de inversión, se configuran como una opción clara para aquellos ahorradores que quieren establecer un plan de ahorro a largo plazo y tienen preferencia por los fondos de inversión como opción de inversión a largo plazo, y que además valoran disponer de liquidez por si surge cualquier clase de imprevisto.
Conoce la promoción de Bankinter sobre los PIAS y las aportaciones periódicas