Las limitaciones en la rentabilidad de los depósitos a plazo, impuestas por el Banco de España a las entidades financieras españolas, han provocado que únicamente las entidades extranjeras puedan ofrecer una rentabilidad superior al 1,75% en los depósitos a menos de un año, el 2,25% en los de uno y dos años, y 2,75% para los que tengan un plazo superior.
No obstante, existen algunas alternativas de inversión en España para los ahorradores medios que busquen rentabilidad, pero también solvencia y seguridad. Son las siguientes:
Deuda Pública:
Es una de las inversiones más seguras y atractivas para el perfil de ahorrador que tratamos ahora, ya que dispone de la garantía del Estado deudor y puede volver a venderse en los mercados secundarios a precio de mercado.
Esta opción ofrece rentabilidades superiores al 2,75% en Letras del Tesoro a 12 meses y superiores al 3% en Letras a 18 meses.
PIAS (Planes Individuales de Ahorro Sistemático):
La principal ventaja de este producto financiero asegurador, en comparación a los planes de pensiones, es que permite rescatar el ahorro en cualquier momento, sin necesidad de esperar a su vencimiento, aunque eso sí, si se decide hacerlo antes de 10 años, el cliente pierde la ventaja fiscal aplicada sobre el producto.
Su rentabilidad es muy similar a la ofrecida por la adquisición de deuda pública, y además, la inversión estaría garantizada por el Consorcio de Compensación de Seguros.
Renta Fija Corporativa:
Engloba tanto bonos como pagarés emitidos por empresas que no están reguladas por el Banco de España, y por lo tanto, no están sujetas a las limitaciones mencionadas anteriormente, como por ejemplo, Telefónica o Gas Natural, las cuales, llegaron a emitir deuda a 10 años con una rentabilidad anual superior al 3,5%.
En este caso, será necesario analizar el rating de cada empresa y el binomio plazo y rentabilidad que pueden ofrecer.
Renta Variable:
Aquí se englobarían los fondos de inversión y las acciones en Bolsa, algo que en principio puede llegar a asustar a los inversores, viendo la actual situación de este tipo de mercados, sin embargo, las caídas acumuladas y continuadas en la bolsa permite que la compra de títulos de determinadas empresas resulte bastante accesible, existiendo la posibilidad de que en un futuro, estas empresas se recuperen.