El mundo de la inversión siempre se ha asociado a personas con edades avanzadas y/o con un alto poder adquisitivo, concepto que en la actualidad gracias a la información y a la evolución de los servicios de inversión ha cambiado. Tenlo claro: se puede invertir desde muy joven y las cantidades pueden ser pequeñas. Pero, ¿y en qué productos?, te preguntarás. Pues pasamos a explicártelo:
Productos de inversión más clásicos
Invertir en bolsa
Puedes, por ejemplo, invertir en bolsa en cualquier parte del mundo haciendo una prospección que antiguamente era imposible. Las cantidades a invertir pueden ser muy modestas y la rentabilidad se puede obtener vía dividendos o por el aumento del precio de las acciones. Para operar existen brokers on line desde el que realizar la inversión que se desee con absoluta libertad y facilidad.
Ojo, como también se puede perder, es idóneo aprender y formarse previamente. Para los primeros pasos te recomendamos que lo hagas de la mano de un asesor, que te podrá orientar, y que estés pendiente de los análisis de los expertos a la hora de tomar decisiones. En el apartado de Análisis de Bankinter puedes seguir de forma gratuita las recomendaciones de compra y venta de nuestro equipo de Análisis y las principales noticias que afectan a los mercados.
Mercado inmobiliario
Invertir en el mercado inmobiliario mediante la compra de una casa es un clásico en España. Normalmente se necesita apoyo financiero mediante una hipoteca y para que sea concedida es necesario acreditar unos ingresos que garanticen su pago.
Esta inversión apuesta por dos rentabilidades: la del alquiler de la casa y la de la plusvalía que se pueda obtener por la subida de precio. Hay que tener cuidado con las oscilaciones del precio de la vivienda porque como se ha demostrado en los últimos años estos pueden bajar y producirse pérdidas.
Aunque es verdad que al haber subido tanto los alquileres se puede obtener buenas rentabilidades de una inversión inmobiliaria también hay que escuchar las voces que hablan de unas rentas elevadas que podrían también sufrir oscilaciones. No obstante, no hay perspectivas de que por ahora eso vaya a ocurrir porque no se están llevando a cabo políticas que faciliten el acceso a la vivienda con alquileres bajo.
Actualmente existen plataformas de inversión inmobiliaria que ofrecen la posibilidad de participar en la compra de inmuebles disponiendo de pequeñas cantidades anuales. A este tipo de inversión se la denomina crowdfunding inmobiliario y se realiza a través de plataformas. La experiencia de este tipo de inversión es por ahora muy reducida como para sacar conclusiones sobre su bondad.
>> Invertir en comprar un piso para alquilar: ¿es rentable?
Fondos de inversión
Otro opción clásica son los fondos de inversión y las cantidades pueden ser muy asequibles. Lo normal es actuar a través de especialistas en el manejo de esta inversión.
Te recordamos que para los clientes más digitales Bankinter lanzó hace dos años Popcoin, una forma interesante de empezar a invertir sin tener que dedicar tiempo a gestionar directamente tu inversión
Inversiones menos clásicas
Inversión en metales preciosos
Puede ser muy buena inversión en momentos de crisis porque el oro y la plata suelen convertirse en valores refugio y hace que su valor aumente. Antes de invertir en estos productos fórmate bien.
Crowdlending
Existe otra forma, el Crowdlending, que es la de los préstamos entre particulares. Se puede prestar una pequeña cantidad a una empresa o a un particular para financiar su negocio. Es una actividad regulada y supervisada con rentabilidades muy altas, pero esto conlleva más riesgo: que el negocio vaya mal y que el que recibió el dinero no pueda devolverlo.
Desde que existen las plataformas de internet, las posibilidades de invertir pequeñas cantidades puede llegar a ser infinita, por ejemplo, se puede invertir en botellas de vino o en la compra-venta de tecnología, en criptomonedas... pero los problemas de la inversión en mercados menos líquidos o regulados es grande y conviene siempre hacerlo muy bien informado.
Consejos antes de empezar a invertir
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Hay que desconfiar de las grandes rentabilidades porque no existen. Cuando te ofrezcan rentabilidades que están fuera de mercado hay que pensar que posiblemente se trate de una estafa o de un negocio piramidal donde pagan los últimos que llegan. Si eres joven, una gran inversión eres tú mismo. Invierte en tu formación, será rentable a largo plazo, te permitirá acceder al mercado laboral y ocupar los mejores puestos.
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Hay que distinguir entre inversiones reales, que van destinadas a producir un bien o servicio concreto, e inversiones especulativas que no crean riqueza y apuestan por la oscilación del precio del bien.
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Hay que conocer mínimamente el negocio o el mercado donde se produce la inversión porque de lo contrario es muy probable que se meta la pata. En caso de no poseer los conocimientos adecuados conviene recurrir al consejo de profesionales.
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Cuando se trate de una nueva forma de inversión conviene extremar la prudencia, esperar un tiempo y ver qué pasa antes de lanzarse a la piscina.
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Hay que asumir siempre algún riesgo, apenas hay inversiones seguras y la rentabilidad es proporcional al riesgo.
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Conviene "no poner todos los huevos en la misma cesta", es decir, hay que diversificar las inversiones para que si en una se produce una pérdida pueda ser compensada por las ganancias de otra.
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No conviene invertir todo lo que se tenga. Hay que distinguir entre inversión y juego. El buen inversor es prudente, frío y siempre tiene las espaldas guardadas.
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