La creación de puestos de trabajo aumenta de forma sostenida desde el fin de la crisis que se inició en 2008, sin embargo el desempleo de larga duración o el empleo precario se mantienen en niveles históricos en nuestro país.
Con el objetivo de caracterizar y cuantificar con exactitud la población española con más dificultades para encontrar trabajo, Fedea y Accenture, con la participación de varias entidades sociales, ha realizado el estudio “La población especialmente vulnerable ante el empleo en España”.
Este trabajo trata de identificar y cuantificar el colectivo de personas que deseando y pudiendo trabajar y perteneciendo a hogares pobres no estarán en situación de conseguir unos ingresos mínimos anuales en los próximos doce meses.
Para ello somete a la población española a tres fases de análisis.
- En una primera fase identifica la población potencialmente vulnerable al empleo en la que incluye: 1) las personas que, estando disponibles, no buscan trabajo activamente por algún motivo (como el desánimo o un impedimento familiar). 2) Las que están en paro y buscan empleo. 3) Las que trabajan en condiciones muy precarias con salarios bajos, jornadas laborales cortas o contratos de corta o incierta duración.
Este colectivo potencialmente vulnerable superaba los 10 millones de personas en el cuarto trimestre del año 2016.
- En una segunda fase se pasa esta población por el filtro de pertenecer, además, a un hogar con ingresos laborales bajos (60% por debajo de la mediana) o con baja intensidad laboral (el número de horas trabajadas semanalmente por todos sus miembros es inferior al 20% de horas de trabajo a tiempo completo).
- Y en una tercera fase se somete a la población resultante a un análisis predictivo para identificar el colectivo que no conseguirá en doce meses un salario mínimo interprofesional.
Fuente: La población especialmente vulnerable ante el empleo en España. Fedea, Accenture y Juntos por el Empleo
Resultados del estudio:
Este estudio estima que en el cuarto trimestre del 2016 había 4,166 millones españoles residiendo en hogares de bajos ingresos o de baja intensidad laboral y en riesgo de no tener un empleo o de encontrase en situación pobreza en el transcurso del año 2017.
De ellas, 3.045.000 eran personas actualmente paradas, 1.737.000 tenían precariedad laboral y 468.000 se encontraban inactivas y deseando trabajar.
De las personas especialmente vulnerables ante el empleo, 1,8 millones tienen una alta probabilidad de seguir sin empleo en 2017. El resto, 2,4 millones, tienen una alta probabilidad de encontrarse en situación de pobreza en el trabajo en 2017.
Un 27,8% de las personas que se ajustaban a la definición de población especialmente vulnerable ante el empleo eran parados de larga duración, un 36,6% eran parados de corta duración, un 25,5% se encontraba en situación de precariedad laboral, un 5,4% se encontraba en situación de inactividad por desánimo y un 5,7% por otros motivos, esencialmente impedimentos físicos o de dependencia.
La tasa de las mujeres especialmente vulnerables se situaba en un 16,1% y la de los varones en un 11,7%
Los grupos de edad más numerosos en vulnerabilidad eran los de 45 a 54 años y de 35 a 44 años, con tasas de un 26,2% y un 24,6%, respectivamente. No obstante, el grupo de edad con mayor tasa era el de 25 a 34 años, con un 17,5%.
Un 16,6% de este colectivo no estaba registrado como demandante en los servicios públicos de empleo y un 72,4% no percibía prestaciones por desempleo.
Conclusión del estudio:
El elemento clave del éxito al reto de que los españoles más desprotegidos encuentren empleo es la atención personalizada de las entidades sociales. Para ello es necesario que estas entidades tengan apoyo público y privado y se coordinen estrechamente con todos los sectores que tienen que ver con los servicios de empleo y formación.
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