Por fin está lloviendo en España. Este invierno hemos vivido un año especialmente seco y cálido en España, tanto es así que, según la Agencia Española de Meteorología (AEMET), ha sido el segundo invierno más seco desde 1961, situando a España en situación de sequía meteorológica. ¿Por qué es tan necesaria la lluvia? En este artículo vamos a analizar la situación de sequía actual en España y sus consecuencias.
Datos sobre la sequía actual
Según la Agencia Española de Meteorología, este invierno ha sido especialmente seco. Las lluvias durante el invierno solo alcanzaron el 45% del valor normal, el segundo más seco de la serie histórica únicamente superado por el invierno de 2011-2012.
Fuente: AEMET
Además de seco, ha sido un invierno más cálido de lo normal. En concreto, hemos vivido las temperaturas diurnas más altas desde 1961 y, si atendemos a la temperatura media, ha sido el cuarto invierno más caluroso desde ese año.
Fuente: AEMET
Todo esto ha derivado en una situación de sequía meteorológica en el conjunto de España y en la mayor parte de las cuencas representativas de AEMET, salvo en las del Júcar y el Segura, tal y como alerta la AEMET.
Efectos en el medioambiente y en la economía
Tal y como advierte el Gobierno en su plan Estrategia España 2050, "La España de 2050 será más cálida, árida e imprevisible que la de hoy. Si no adoptamos medidas contundentes, las sequías afectarán a un 70% más de nuestro territorio; los incendios y las inundaciones serán más frecuentes y destructivos; el nivel y la temperatura del mar aumentarán; sectores clave como la agricultura o el turismo sufrirán daños severos; 27 millones de personas vivirán en zonas con escasez de agua, y 20.000 morirán al año por el aumento de las temperaturas".
Además, añade, que se registrará un empeoramiento de la calidad de nuestras masas de agua provocado por procesos de salinización (asociados a la subida del nivel del mar) y la concentración de productos contaminantes.
El agua está en los cimientos del sistema productivo. Así, es importante destacar su potencial para movilizar sectores claves de nuestra economía como el turismo o la agricultura, así como para avanzar en el desarrollo energético, la construcción o el sector industrial. Debido a que estas actividades son cada vez más dependientes de un suministro estable de agua la demanda de servicios de agua ha ido aumentando en los últimos años, por lo que son mucho más vulnerables a variaciones de las precipitaciones.
Daños en la agricultura y en la ganadería por la sequía
En febrero, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ya lo advertía: El 50% del campo español se encuentra ya en situación de alerta por sequía.
Según el informe de COAG, los sectores que se están viendo más afectados son los cereales, olivar, viñedo y almendros de secano, pastos para ganadería extensiva y apicultura. Esta situación está siendo especialmente crítica en regiones como Andalucía, el sur de Extremadura y Castilla La Mancha y varias comarcas de Murcia, Lleida y Girona.
Cereales, olivares, viñedos y frutos secos
Debido a la falta de lluvias en los últimos meses, los cultivos se han desarrollado tarde y de forma insuficiente.
Pastos ganadería
La ausencia de precipitaciones hace que los pastos no se desarrollen, lo que afecta a la base de alimentación de vacas, ovejas y cabras. Esto puede provocar, segçim COAG que los ganaderos tengan que recurrir a alimentos sustitutivos o suplementar con piensos, paja y forrajes.
Apicultura
Las excasas lluvias pueden acarrear la falta de floraciones, lo que supone que las colonias no puedan llevar a cabo su desarrollo normal y no puedan recolectar sus cosechas.