El mercado de las telecomunicaciones vive inmerso en una etapa de cambios y transformaciones en las que el usuario está siendo el principal beneficiado. Y no es un tópico, sino que los datos vuelven a demostrar la agudizada competencia existente por hacerse con el mayor trozo del pastel de uno de los sectores estratégicos de la Sociedad de la Información. De hecho, España cuenta con 112,7 líneas de telefonía móvil por cada 100 habitantes, cifra que la sitúa a la cabeza de los países desarrollados, pero los resultados para las empresas que prestan el servicio siguen sin ser del todo buenos.
Según datos de la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (CMT), la sangría de líneas sigue su curso. Sólo en abril se perdieron 130.000, una cifra a la que este sector se está acostumbrando en los últimos tiempos y que no tiene visos de mejora. No en vano, desde mediados de 2012, el sector de la telefonía móvil no ha vivido un repunte en sus líneas mensuales, que han ido decreciendo aunque con un matiz sumamente curioso. Mientras que Movistar y Vodafone, los dos grandes operadores en España, han visto caer su número de clientes, las Operadoras Móviles Virtuales (OMV) están ganando cada vez más adeptos. Así lo demuestran los repuntes de operadores como Simyo, PepePhone, Mas Móvil, Tuenti o Amena, cuya oferta low cost sigue siendo la más apropiada para determinados nichos de mercado.
Y este trasvase de las compañías ‘tradicionales’ a las virtuales es un hecho. Sólo en abril de este año se registraron un total de 560.361 portabilidades entre operadores, un 66,2 por ciento más que en abril de 2012 y un dato clarificador de los vaivenes que soportan las compañías, inmersas en una batalla de precios y de condiciones que han reducido sus beneficios de forma sorprendente.
La propia CMT informa que 2012 no fue un año bueno para las telecomunicaciones. Los precios en la telefonía móvil cayeron casi un 14 por ciento, a lo que se suma el 11 por ciento de bajada también en la telefonía fija. Este descenso se traduce un 7,2 por ciento menos de ingresos, que se situaron en la nada desdeñable cifra de 35.228 millones de euros en 2012. Eso sí, sólo en la telefonía móvil el descenso se duplicó en cifras porcentuales y llegó a más de 9.500 millones de euros.
Pero no sólo los operadores virtuales están horadando el trono que las grandes compañías de telecomunicaciones tenían hasta hace no mucho. Las aplicaciones que hacen uso de la banda ancha para establecer comunicaciones vía mensaje (WhatsApp) o incluso vídeoconferencias y chat grauitos (Skype) han dado un vuelco a la comunicación como la entendíamos hasta hace poco. Cada vez son más los usuarios de smartphone que hacen uso de este tipo de apps para sus llamadas frente al uso del teléfono móvil convencional.
De hecho, el número de líneas ADSL en España ha crecido hasta los 11,76 millones. Y eso que la factura mensual que pagamos sigue siendo de las más altas de la Unión Europea. Pero aquí también las operadoras alternativas están moviendo el mercado habitual para beneficio del consumidor que, no obstante, sigue teniendo peor conexión y condiciones que nuestros vecinos europeos.
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