El 25 de agosto, el Primer Ministro francés, Manuel Valls, presentó su dimisión al Presidente del país para remodelar su gabinete cuya nueva composición se conocerá hoy. Se da por segura la salida del hasta ayer Ministro de Economía Arnaud Montebourg y de algunos de los ministros más críticos con la medidas económicas que el Gobierno había presentado en Abril. Las discrepancias de estos ministros coinciden con las de 41 diputados del partido del Gobierno. Para entender lo que está pasando en Francia recordemos algunos datos:
El PIB francés no creció en el último trimestre y tampoco lo hizo en el anterior.
Como consecuencia de ello. las autoridades francesas ya han corregido a la baja sus objetivos para este año. En concreto no cumplirá el de reducir el déficit público, que quedará por encima del 4% en vez de como estaba previsto en el 3,8%, y el propio Gobierno francés duda que lo pueda cumplir en 2015 cuando debía de alcanzar el sacrosanto 3%.
El crecimiento del PIB que se esperaba que fuese del 1% para el conjunto del año, ahora se duda de que llegue al 0,5%.
Los motivos alegados por el Gobierno francés para justificar el bajo crecimiento son el mal comportamiento del sector exterior y la baja inversión empresarial.
Genéricamente los "males" de Francia son:
- pérdida de competitividad,
- déficit público,
- elevada deuda pública,
- en los 25 últimos años es el segundo país de la Eurozona que menos ha crecido, solamente por detrás de Italia,
- su desempleo duplica al alemán
A principio de año la Comisión Europea mostró su preocupación por la evolución de la economía francesa y solicitó que se implementasen reformas ya que a lo largo de la crisis Francia apenas había acometido alguna, amenazando incluso con sanciones si no se contenía el déficit público.
En abril el Gobierno francés tomó la siguientes medidas para reducir su déficit, tal y como le había pedido la Comisión Europea. Dichas medidas supondrán un ahorro de 50.000 millones entre los años 2015 y 2017:
- El 40% de los recortes en los sistemas de protección social y sanidad. En sanidad se ahorrarán 10.000 millones y en prestaciones sociales 11.000.
- Congelación el sueldo de los funcionarios. Reducción de su número en todos los departamentos, salvo educación, seguridad y justicia.
- Congelación de las pensiones y otras prestaciones sociales, no se revalorizarán hasta octubre de 2015, lo que supondrá un ahorro de entre 2.000 y 4.000 millones.
- Retraso en la edad de jubilación.
- Recorte de los gastos del Estado central en 18.000 millones y las corporaciones locales en 11.000 millones. Estos recortes se centrarán a la congelación salarial de los funcionarios, en el ahorro de gastos inmobiliarios y en la congelación de las plantillas de funcionarios. La mayoría de las administraciones reducirán sus gastos.
El ahorro se destinará a financiar el Pacto de Solidaridad por el que se reducirán las cotizaciones sociales a las empresas para facilitar que generen más empleo.
A este conjunto de medidas se oponían, como hemos dicho, varios ministros, entre ellos el de economía y un grupo de diputados. Los argumentos de Arnaud Montebourg se basan en que empeñ*** en la reducción de déficit en estos momentos solamente puede provocar más estancamiento y paro y califica la política de austeridad de "injusta e ineficaz" por lo que ve conveniente ensayar otro tipo de políticas económicas diferentes a las que se han aplicado hasta ahora en Europa siguiendo la senda marcada por Alemania.
Con la salida de este ministro del gabinete parece claro que, definitivamente, la política económica de Francia se va a alinear con las del Gobierno alemán, quedando como discrepante momentáneo solamente el Gobierno italiano de Matteo Renzi.
¡Síguenos en Redes Sociales!
