El Banco de Inglaterra ha decidido hoy mantener el tipo de interés de referencia en 0,25% y el programa de compra de activos en 435.000 millones de libras esterlinas; en línea con las estimaciones del mercado.
La visión macroeconómica no cambia de forma sustancial con respecto a las proyecciones del Inflation Report de febrero. El BoE considera que la inflación se situará por encima del 2% en los próximos meses como consecuencia de la depreciación de la libra y espera un debilitamiento progresivo del consumo por el descenso de los ingresos en términos reales. Mantiene que las próximas decisiones estarán influidas por la evolución de la inflación, de los salarios y de la medida en que la mejora de las exportaciones pueda compensar la ralentización del consumo.
Sin embargo, el tono de las actas es algo más hawkish y parece sugerir que una subida de tipos está más próxima que en anteriores reuniones. En primer lugar, la proporción de voto en favor de mantener los tipos ha sido 8-1. Se ha roto la unanimidad que había sido constante desde julio del año pasado y Kristin Forbes pidió un incremento del tipo director hasta 0,50%, argumentando que la inflación y está aumentando y la amenaza de desaceleración en el crecimiento y el empleo no se está materializando.
Además de este voto disidente, el notable aumento de la inflación y los datos mixtos de crecimiento han llevado a algunos miembros del Comité de Política Monetaria a afirmar que "sólo necesitarían algunos datos más altos de inflación o actividad económica para considerar una reducción más inmediata de los estímulos monetarios".
Tras la publicación del comunicado y las actas de la reunión, el mercado descuenta que un aumento de tipos de interés en Reino Unido es algo más probable. El FTSE-100 mantiene su tono alcista (+0,5%) y la libra se ha apreciado desde 0,870 hasta 0,867.
