Hace ya más de dos años que Josep Oliver Alonso, catedrático de Economia Aplicada de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), señalaba las condiciones que favorecían el crecimiento de la economía española, los famosos "vientos de cola". Entre ellos destacaba:
- Las políticas expansivas del Banco Central Europeo (BCE) que han permitido una bajada sustancial de nuestra prima de riesgo y una rebaja en el coste de la financiación de los hogares y empresas.
- La bajada de los precios del petróleo.
Evolución del precio del petróleo Brent en los últimos cinco años
- Las exigencias más suaves de la Comisión Europea para reducir el déficit.
- La buena evolución de nuestras exportaciones.
Evolución de nuestras exportaciones-importaciones
- El incremento galopante de la industria turística debido a la competitividad del sector y a los conflictos que viven países rivales.
Los vientos de cola empiezan a calmarse
Hoy algunos de esos vientos han amainado o van a hacerlo en fechas relativamente próximas. El ejemplo más claro es el del petróleo que hoy cotiza a 63,26 dólares el barril y que a principios de 2016 lo hacía a menos de 30 dólares y en junio de este año a 45 dólares.
La factura energética de nuestro país sigue siendo uno de los talones de Aquiles de nuestra economía. Si no fuera por ella tendríamos superávit comercial y nuestras transferencias de renta al exterior serían mucho menores.
Pero no solo esto, como hemos visto la inflación en el mes de noviembre ha sido del 1,7% y la causa ha estado en el aumento del precio de los carburantes, lo que quiere decir que los hogares gastaremos más en gasolina y en energía dentro de casa y tendremos menos para gastar en otros bienes, lo cual provocará un descenso del consumo que es uno de los factores que provoca que el PIB crezca.
Por parte del BCE no hay intención por ahora de subir los tipos de interés y eso es una buena noticia para los hogares y empresas que podrán endeudarse a tipos bajos, aunque también es cierto que a partir de enero la compra de activos se reducirá de los 60.000 millones mensuales actuales a 30.000 millones hasta septiembre por lo menos, lo que podría significar un aumento de nuestra prima de riesgo.
Si las dos noticias anteriores pueden ser negativas para la economía española, también hay que tener en cuenta que la economía de la zona euro crecerá este año un 2,4%. Como la mayor parte de nuestras exportaciones van destinadas a ella, la noticia es excelente y puede compensar las otras ya que una constante histórica de España es que cuando se produce una recuperación económica en su entorno crece más que otros países. Y así está siendo.
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