¿Qué significa la palabra IVA? ¿Qué es el IVA de un producto o servicio? En este artículo te contamos en detalle en qué consiste este impuesto, cómo funciona y la diferencia entre tipos de IVA.
¿Qué es el IVA?
El IVA (Impuesto sobre el valor añadido) es un impuesto indirecto que grava el consumo de casi todos los bienes y servicios que se comercializan. El IVA lo paga todo el mundo, sin discriminaciones de edad, renta o patrimonio. Lo paga un niño cuando se compra unas chuches o el adulto cuando se compra un coche.
Cómo Funciona el IVA
En la mayoría de los casos el IVA grava toda la cadena de producción que hay detrás de un bien o servicio (componentes, transporte, suministro, embalaje…) hasta llegar al consumidor final al que en el precio de venta se le incluye el IVA.
A diferencia de otros impuestos, se grava el valor añadido en cada fase de la cadena de producción. Esto se realiza mediante un mecanismo de deducción que permite a las empresas restar el IVA que han pagado en sus compras (IVA soportado) del IVA que han cobrado en sus ventas (IVA repercutido). El resultado neto se ingresa en las arcas del Estado.
El IVA también grava las adquisiciones intracomunitarias, dentro de la Unión Europea, y las importaciones de bienes, no así las exportaciones de bienes a terceros países extracomunitarios.
¿Qué tipos de IVA existen en España?
Existen diferentes tipos de IVA en función del servicio o producto gravado. De acuerdo con las normas europeas se pueden distinguir los siguientes tipos de IVA cuyo gravamen en España se señala en cada caso:
Tipo normal o general
Cada país de la UE tiene un tipo normal que se aplica al suministro de la mayoría de los bienes y servicios. En España este tipo es del 21%.
Tipo reducido
Pueden aplicarse uno o dos tipos reducidos al suministro de bienes y servicios específicos como el transporte de viajeros, la alimentación, los espectáculos deportivos…. En estos casos el gravamen es del 10%.
Tipo superreducido
El gravamen es del 4% y se aplica a determinados productos de primera necesidad: pan, leche, cereales, quesos, libros, medicamentos, viviendas de protección oficial… Aunque los primeros ahora mismo están sujetos a tipo cero, como vemos en el siguiente apartado.
Tipo cero
Algunos países de la UE aplican tipos cero a determinadas ventas. Cuando se aplica el tipo cero, el consumidor no tiene que pagar el IVA, pero la empresa tiene derecho a deducir el IVA que haya abonado en las compras directamente relacionadas con la venta.
Actualmente, en España tienen tipo 0% hasta finales de junio de 2024 productos como el pan común, harinas panificables, la leche, los quesos, los huevos, las frutas, verduras, hortalizas, legumbres, tubérculos y los cereales. También tributan al 0% los donativos de determinados bienes a entidades beneficiarias de mecenazgo destinados a sus fines de interés general (alimentos, ciertos artículos médicos, libros, suministro de agua, paneles solares).
Son muchos los casos y los ejemplos de IVA, puedes ver la lista completa en este listado completo del IVA por producto
Empresas: Diferencia entre IVA repercutido y soportado
Cuando son empresarios o profesionales los que se enfrentan al IVA hay que distinguir:
- IVA repercutido: Es el impuesto que una empresa cobra a sus clientes cuando vende bienes o presta servicios; este importe se añade al precio de venta y la empresa actúa como recaudadora del impuesto en nombre del Estado.
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IVA soportado: Es el impuesto que una empresa paga al adquirir bienes y servicios necesarios para su actividad.
En las declaraciones que periódicamente tienen que presentar del IVA, los empresarios y profesionales declaran el IVA repercutido restando el soportado, lo que puede dar un resultado positivo o negativo. Si el resultado es positivo debe ingresarse a Hacienda. Si es negativo y se declara trimestralmente, el resultado se compensa en las declaraciones-liquidaciones siguientes.
Este mecanismo permite evitar la doble imposición y asegurar que el impuesto se aplique solo al valor añadido en cada etapa del proceso productivo.
Origen y Evolución del IVA
El IVA fue creado por el economista francés Maurice Lauré en 1954 y se implementó por primera vez en Francia. Desde entonces, ha sido adoptado por más de 160 países en todo el mundo debido a su estructura eficiente y transparente para gravar el consumo. En la Unión Europea, el IVA está armonizado, lo que significa que los Estados miembros deben cumplir con ciertas directrices y rangos establecidos por la Comisión Europea, aunque cada país tiene la libertad de fijar sus propios tipos impositivos dentro de esos límites.