En marzo cayó más de lo esperado hasta -40.400 millones de dólares frente a -41.200 millones de dólares estimados y desde -47.000 millones de dólares en febrero (revisado a mejor desde -47.100 millones de dólares). Con esta cifra se alcanza el menor nivel de déficit desde febrero de 2015.
Atendiendo al desglose del dato: tanto las exportaciones como las importaciones caen pero las primeras lo hace a un menor ritmo (-5,4% y -9,1% respectivamente) y esto es lo que favorece la mejora del saldo comercial.
Resulta llamativa la caída de las importaciones, la mayor en siete años, que parecen estar afectadas por las menores compras de existencias por parte de las compañías del país que están tratando de alinear sus inventarios a un crecimiento, tanto local como global, menor a lo inicialmente esperado.
Por tanto, un análisis más detallado del dato muestra un comportamiento preocupante que refleja cierto debilitamiento en el consumo de EE.UU.
Ahora bien, la depreciación del dólar ayudará a lo largo de los próximos meses a mejorar la actividad comercial del país puesto que sus exportaciones resultarán más atractivas en términos relativos.
En cuanto al impacto del dato, debería ser negativo para el dólar y para bolsas e impulsar al alza los precios de los bonos.