La adenda se pone en marcha: comienza el segundo trienio de los fondos europeos.

Emma Montserrat: Gerard, ¿qué nos espera en 2024? Parece que con la nueva adenda llegan nuevas ayudas y nuevos fondos. ¿Cómo se van a plasmar en nuevas convocatorias?

Gerard Brinquis: cerramos 2023 con una aceleración en los fondos muy relevante. Tuvimos grandes resoluciones como el PERTE Agro, el PERTE Naval. Y no solo grandes PERTE sino otras convocatorias que también se están resolviendo ahora, como Transmisiones, Pioneros de hidrógeno o Almacenamiento Hibridado. En 2024, con la adenda ya aprobada por la Comisión Europea pero pendiente de la ratificación por parte del Consejo, nos espera un año muy muy intenso. En 2023 hubo una explosión a nivel de convocatorias. ¿2024? Seguirá la misma trayectoria.

Hay que tener en cuenta que esta adenda se suma a un plan de recuperación del que ya se ha ejecutado un 45%. La adenda está conformada por 94.000 millones de euros que incentivarán nuevos proyectos e iniciativas. De ellos, 7.700 millones son subvenciones a fondo perdido, 2.600 millones que proceden de RepowerEU, también en subvenciones, y más de 84.000 millones de euros en préstamos.

Esta adenda estructurará las convocatorias y los mecanismos de financiación en tres verticales: convocatorias ya existentes que ven vitaminadas sus dotaciones, con un alcance mayor en los proyectos o que mejoran el tipo de financiación. En segundo lugar, nuevas convocatorias con retos específicos, con una ventaja muy importante: ya llevamos 3 años viendo cómo se estructuran y la capacidad de anticipación es mucho mayor. La experiencia es un grado. Y en tercer lugar, los PERTE, que seguirán siendo muy relevantes en este próximo trienio.

Emma Montserrat: ¿qué tipo de convocatorias se espera que sean transversales y beneficien a todo el tejido productivo y cuáles van más dirigidas a determinados sectores?

Gerard Brinquis: haré el mismo símil, Emma, de la pregunta anterior. En cuanto a las convocatorias recurrentes, las que ya existían, son más transversales: todo sector puede participar y estamos viendo cómo poco a poco van incrementando sus presupuestos. Un ejemplo claro es el de la colaboración público-privada, los antiguos Retos-Colaboración, que actualmente está abierta, pero no será la única. Los programas de CDTI, para investigación e innovación, también siguen vigentes, aunque se están empezando a sectorizar y se han publicado nuevas líneas para 2024 con foco en salud y en aeronáutica.

Si hablamos de las nuevas convocatorias, aquí sí vemos una gran tendencia a la sectorización, como los programas tecnológicos aeronáuticos y espaciales que llegarán este primer cuatrimestre. Para el sector turístico tenemos la convocatoria de última milla, que está dotada con más de 100 millones de euros, o el Espacio de Datos, donde el sector agroalimentario estará muy beneficiado. Y los PERTE, que están sectorizados, pero donde realmente cualquier empresa de cualquier sector puede ver la manera de poder participar.

Hace unas semanas salía el PERTE de Descarbonización, con más de 1.000 millones de euros, el gran reto para la industria pesada y manufacturera. Es el primer gran reto que tenemos para 2024, sin olvidar que seguiremos teniendo la tercera y cuarta versión del PERTE del Vehículo Eléctrico y Conectado (VEC), la segunda versión del PERTE Agroalimentario y el PERTE de Economía Circular, tanto en su versión textil como en plásticos.

Emma Montserrat: durante estos tres años hemos hecho un camino complejo, con una tipología y un volumen de ayudas a las que no estábamos acostumbrados. ¿Qué mensaje le podemos dar a esas empresas que no se han subido al tren en los primeros años? ¿Qué oportunidades se les abren ahora?

Gerard Brinquis: te diría que la oportunidad sigue estando para cualquier empresa que entienda cómo funcionan los mecanismos de financiación. Se ha ejecutado el 45% en el primer trienio y estamos hablando de 94.000 millones adicionales para el período 2024-2026. Animaría a cualquier empresa a afrontar el reto y aproveche la oportunidad.

En este sentido, tengamos en cuenta que en 2023 la Comisión Europea ha fomentado nuevas políticas públicas para mejorar los incentivos a la financiación, con mejoras en la regulación, en el régimen general de excepción por categorías o en el régimen de minimis (subvenciones de menor importe), pero también ha creado nuevos marcos temporales de ayudas para incentivar nuevos proyectos en la lucha contra la deslocalización en beneficio de grandes potencias como Asia o Estados Unidos.

¿Mi recomendación? Que entiendan cómo funcionan los mecanismos y que se aventuren, porque existen fondos y más de 500.000 proyectos ya han sido ejecutados en España durante el primer trienio. Creo que no podemos dejar perder está gran oportunidad y sobre todo asesorarse de la mejor manera. Tenemos una ventaja muy importante: toda la experiencia que hemos cosechado en estos primeros tres años. Es un valor añadido muy elevado.

Emma Montserrat: muchos de los proyectos a los que hemos ido acompañando estos tres años son largos, complejos, que requieren meses de trabajo y se van a extender en el tiempo: ¿qué horizonte se presenta para ellos en 2025 y 2026?

Gerard Brinquis: a las empresas siempre les recomiendo la doble visión. Una visión cortoplacista: entender qué oportunidades existen hoy y aprovecharlas si realmente se alinean con el plan estratégico de la compañía. Pero, sobre todo, ver ese marco temporal de 2025 y 2026. Entre la demora del plan y la adenda, en 2025 y 2026 estaremos hablando aproximadamente de 44.000 millones adicionales para cada anualidad.

Hay que aprovecharlos, estamos asesorando a nuestros clientes conforme a esta doble velocidad: aprovechar las oportunidades hoy, pero tener una visión estratégica y ver los proyectos de inversión, gasto, eficiencia energética o digitalización que vayan a acometer en 2025 y 2026. Para decidir si pueden acelerar estos proyectos ante la oportunidad de los fondos, intentar ejecutarlos antes, o si nos tenemos que replantear como empresa el alcance de estos proyectos y ser algo más ambiciosos, apalancándonos en esta financiación pública.

Emma Montserrat: ¿podemos decir que este va a ser el año de la financiación? ¿Cómo se van a canalizar los 84.000 millones en formato de préstamos? ¿En qué se van a emplear?

Gerard Brinquis: efectivamente el primer trienio ha estado muy enfocado en la subvención a fondo perdido y en este segundo trienio estamos hablando mucho de financiación. De estos 94.000 millones de euros que hablábamos, aproximadamente 28.000 millones vienen para reforzar los PERTES, pero nos quedan más de 65.000 millones que se canalizarán vía Instituto Crédito Oficial (ICO). Son mecanismos de financiación con unos retos muy específicos. Se están estructurando hasta 12 herramientas para canalizar estos fondos: sostenibilidad, retos verdes, emprendeduría y, sobre todo, en la financiación y apoyo a las Pymes. En este sentido, una entidad como Bankinter, con toda la experiencia cosechada y el apoyo que podéis dar al ICO, sois un gran valedor, un actor muy relevante: conocéis los mecanismos, conocéis los retos y tenéis esa experiencia previa en el mecanismo de recuperación.