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Expertos y conocimiento

El PERTE de los microchips moviliza a la industria electrónica española: así funciona.

Cada año se fabrican en el mundo 1 billón de microchips. Y solo un 10% son de origen europeo. El PERTE Chip viene a paliar esa descompensación con 12.250 millones de euros de inversión pública hasta 2027.
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Categoría
Expertos y conocimiento
Tipo de contenido
Actualidad
Escrito por
Redacción
Tiempo de lectura
10 minutos
Publicado
28 Oct 2022
Una inyección formidable de fondos Next Generation para que España irrumpa en la industria de los semiconductores y contribuya a que Europa sea más autosuficiente. Las ayudas europeas van destinadas a crear fábricas de microchips, pero también a impulsar toda la cadena de valor, desde las pymes y startups tecnológicas a la industria de la electrónica que consume esos semiconductores.

Cuando concluya el PERTE veremos en España factorías de microchips (“foundries”) como las que tienen Intel o Samsung en Estados Unidos, Corea del Sur y Taiwán. Y también empresas capaces de fabricar móviles u ordenadores Made in Spain. Durante años, muchos territorios han soñado con convertirse en el Silicon Valley europeo. Ahora es la oportunidad de materializar esa aspiración con el proyecto más ambicioso y de mirada más larga de los fondos europeos.

La pandemia, la crisis de Ucrania y la ruptura de la cadena de suministro global desvelaron los puntos débiles de la economía europea: a la dependencia energética y manufacturera se suma la falta de autonomía en materia de semiconductores. La UE acaba de aprobar la llamada Ley Europea de Chips, o Chips Act, y pretende que los fondos Next Generation ayuden a los países miembros a recuperar el terreno perdido en favor de Asia.

En concreto, se pretende que Europa alcance un 20% de la cuota de mercado mundial de semiconductores en 2030. Actualmente produce el 10%l, pero al ritmo de crecimiento de esta industria llegar a ese 20% significa cuadruplicar la capacidad actual.

El Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) de Microelectrónica y Semiconductores, también conocido como el PERTE Chip, fue aprobado el 24 de mayo de 2022 en Consejo de Ministros.

Ya están en marcha 10 PERTE, pero este es el más dotado económicamente. Casi duplica el segundo en importancia, el energético (ERHA, 6.920 millones), y triplica los fondos del PERTE del vehículo eléctrico (VEC, 4.300 millones). De hecho, la disposición de fondos para el PERTE Chip supone el 40% del presupuesto total de este mecanismo de canalización de los Next Generation.

La compleja gobernanza del PERTE: un comisionado especial para gestionar el proyecto

La compleja gobernanza del PERTE: un comisionado especial para gestionar el proyecto

La complejidad y ambición de este PERTE ha llevado al Gobierno a crear la Sociedad Estatal de Microelectrónica y Semiconductores (SEMYS) para gestionar todo el proceso, bajo la dirección de Jaime Martorell, gestor tecnológico de prestigio, con experiencia en Silicon Valley y responsable de la antigua fábrica de ATT en Tres Cantos (Madrid). Reflejo de la importancia de la gobernanza del proyecto es que se ha dotado con 5 millones de euros del PERTE al propio funcionamiento de esa oficina.

Desde la SEMYS se coordinará el diálogo con la industria, las comunidades autónomas, los ayuntamientos y todos los actores involucrados. Y se ha creado en paralelo un grupo de expertos de los ámbitos académico, científico y empresarial.

De hecho, la implicación de varios ministerios, desde Presidencia a Educación, Industria, Universidades, Ciencia, Hacienda y Transportes, también ha derivado en la creación de un grupo de trabajo interministerial, coordinado por la Vicepresidenta Nadia Calviño.

Una complejidad que hace más relevante aún para la industria acudir a este PERTE de la mano de expertos en la gestión de Next Generation, como FI Group, la consultora especializada en fondos europeos con la que trabajamos en Bankinter para nuestros clientes empresariales.

¿Cuándo salen las primeras convocatorias del PERTE Chip?

El PERTE se aprobó en mayo con su correspondiente memoria técnica, pero aún no se han publicado las bases reguladoras ni las distintas convocatorias. Se prevé que las primeras convocatorias salgan en el primer semestre de 2023 y se movilicen los primeros 1.250 millones de euros presupuestados por el Gobierno.

Se está a la espera que desde la SEMYS se convoque a la industria, como en otros procesos similares, a que exprese sus planes y necesidades y su deseo de participar a través de las llamadas Manifestaciones de Interés.

Aunque aún no se han estructurado las distintas convocatorias ni los instrumentos concretos de financiación, dos de los principios básicos de los fondos europeos son la colaboración público-privada y la constitución de consorcios que abarquen toda la cadena de valor, donde grandes empresas ejerzan de tractoras en colaboración con pymes, microempresas y startups.

No es un PERTE cerrado: una de sus señas de identidad es la flexibilidad y la capacidad de adaptación a medida que surjan problemas y nuevos desafíos. Los plazos nos sugieren que las grandes fábricas puedan ver la luz a finales de 2027.

¿Cuándo salen las primeras convocatorias del PERTE Chip?

¿Cómo se consigue un semiconductor? Del diseño a la fabricación

Se podría decir que un semiconductor nace cuando se diseña y termina cuando se fabrica y se ensambla. En ambos procesos, Europa está en clara desventaja en comparación con Asia y Estados Unidos.

Diseño

Es la fase en que se define la arquitectura del semiconductor. Aquí es decisiva la I+D+i y es cuando aparece la propiedad intelectual y entra en juego el software de diseño electrónico, las llamadas EDA Tools (Electronic Design Automation). En esta fase Estados Unidos tiene un peso significativo. Es como la parte previa a la fabricación, aunque cada vez el modelo tiende a que diseño y fabricación estén cada vez más interrelacionados.

Fabricación

Es el turno de las grandes plantas de semiconductores, conocidas como foundries. La mayor parte están en Asia (Corea del Sur y Taiwán) y es en esta etapa -la fabricación- donde la industria mundial vive un cuello de botella: la producción de todo tipo de industrias se paraliza porque no llegan los microchips. Una fase en la que también juegan un papel crucial las materias primas (químicos, obleas de silicio, gases, etc.). Y otras empresas hacen posteriormente el encapsulado y ensamblado.

La tecnología avanza hacia semiconductores cada vez más pequeños y se ha conseguido llegar a un estándar de 5 nanómetros. Samsung se plantea una fábrica dedicada a chips de menos de 3 nanómetros, que requiere una inversión de 17.000 millones de dólares. Pero la tendencia apunta a un modelo más flexible en donde las empresas que diseñan (fabless) subcontraten fábricas y estas, a su vez, se presten a terceros. En las fabless hay más juego para pymes y stratups. En cambio, para las foundries se requiere la intervención de grandes corporaciones. El PERTE va dirigido a potenciar ambas tipologías.

Los 4 ejes del PERTE Chip

El PERTE empieza por los cimientos: se prioriza la labor de investigación, organización y diseño del plan. Posteriormente llegará la conformación de consorcios y la ejecución de las inversiones para levantar las plantas de fabricación y el resto del ecosistema industrial.

Los 4 ejes del PERTE Chip

El plan se articula en torno a 4 ejes:

  • Refuerzo de la capacidad científica. Dotado con 1.165 millones de euros, se pretende impulsar la investigación sobre microprocesadores de vanguardia (475 millones), en particular de RISC-V (Reduced Instruction Set Computing, una arquitectura de estándar abierto que ha revolucionado la forma de diseñar semiconductores), la fotónica integrada (150 millones), donde Europa ocupa la segunda posición en el mundo, solo por detrás de EEUU, y los chips cuánticos (40 millones), tanto optimizadores como simuladores programables, que permiten multitud de operaciones simultáneas.

    También se incluyen 500 millones para los Proyectos Importantes de Interés Común Europeo (IPCEI) de Microelectrónica y Tecnologías de la Comunicación, de los que 11 ya están en marcha en España.

  • Estrategia de diseño. Dotado con 1.330 millones de euros, incide en la primera fase de la producción de semiconductores. Potenciará la creación de fabless de diseño de chips de vanguardia y arquitecturas alternativas, con 950 millones. Dirigida a producir microprocesadores para RISC-V pero también para el Edge Computing, que acelera el uso de la nube, el Internet de las Cosas, Machine Learning y la Inteligencia Artificial, o hasta para adaptar al 5G (conducción autónoma) la industria de la automoción.

    También abre una línea de 300 millones de euros para la fase de pilotos de pruebas que permite validar esos microprocesadores, lo que acelerará su puesta en el mercado al acortar los plazos entre la investigación y desarrollo y la fabricación final. En esta fase se espera la entrada de empresas ya existentes y, específicamente, de pymes.

    Este eje prevé también crear una red española de formación en semiconductores, con 80 millones, en línea con los centros de capacitación previstos en la Ley Europea de Chips. Se paliará así el déficit de capital humano que lastra hoy el despegue de esta industria.

  • Construcción de plantas de fabricación. Es la piedra angular del PERTE, con una inversión pública de 9.350 millones de euros que permitirán construir las primeras plantas españolas de fabricación de semiconductores. En todos los casos se elaborará primero un estudio previo de viabilidad de las dos tipologías de fábricas:

    • Foundries de chips de menos de 5 nanómetros, con una inyección de 7.250 millones. La envergadura de este proyecto hace pensar que se necesitarán 3 años para la fase de ingeniería y construcción y otros 2 para la puesta en marcha. El objetivo es que la primera planta esté en funcionamiento a finales de 2027.
    • Fábricas de gama media (de más de 5 nanómetros), con una inversión de 2.100 millones de euros. En este último caso, hablamos de los microchips que demanda hoy la industria nacional. El PERTE plantea una fabricación masiva de estos semiconductores y que la primera planta esté lista antes de 2027.
  • Dinamización de la industria de fabricación TIC. El PERTE prevé hacer de forma previa un estudio profundo sobre el sector TIC en España y cómo puede integrarse toda la cadena de valor. Este eje, dotado con 400 millones, va en dos direcciones: prevé en primer lugar la creación de un fondo de 200 millones para potenciar startups, scaleups y pymes innovadoras del sector de semiconductores nacional.

    En segundo lugar, busca impulsar la fabricación en España de productos electrónicos. La aspiración es que al final del proceso veamos ordenadores, cámaras, móviles o tabletas diseñados y hechos en España. Es decir, incide en la industria que consume los semiconductores para que ejerza de efecto tractor y utilice una parte de la producción de las foundries. Para ese fin se destinan otros 200 millones de euros.

Información obtenida a partir del webinar “El PERTE para hacer más competitiva tu empresa de microelectrónica y semiconductores” organizado por CFO Forum de Bankinter con la participación de:

  • Emma Montserrat: Subdirectora General Adjunta y responsable de Fondos Europeos en Bankinter.
  • Xavier Gómez Aparicio: Director de Transformación Digital en FI Group.