A partir de este lunes 2 de abril, y de manera progresiva, la imagen de Bankinter evoluciona a una imagen mucho más fresca, digital y renovada, fruto de una adaptación de su marca a los nuevos canales de comunicación y a las actuales tendencias del mercado. Esta evolución no supone un cambio de marca, ni de color, sino más bien un cambio de estilo e incorporación de nuevos elementos más frescos, luminosos y modernos. Su color naranja característico seguirá siendo el mismo naranja protagonista, casi coetáneo a la creación del banco, hace ya 52 años.
Bankinter marcó un punto y aparte en el 2006 con el cambio de marca ayudando a reforzar la notoriedad del banco posicionándolo como referente en el sector. Desde entonces, Bankinter ha sido un ejemplo de consistencia durante todo este tiempo, afianzando y consolidado una imagen de banco que ofrece un servicio de calidad y de confianza.
Desde hace algunos años la banca se ha transformado considerablemente, en gran medida debido al cambio de mentalidad de nuestros clientes, cada vez más digital. Por eso en Bankinter hemos apostado por evolucionar nuestra imagen y adaptarla a este nuevo entorno.
La apuesta pasa por construir una nueva identidad a través del punto del logotipo, construyendo un lenguaje flexible y actual, pero no aleatorio y que se adapta a todos los formatos, con un estilo fotográfico luminoso, con colores vivos y con una limpieza de elementos. La nueva imagen da entrada a nuevos colores secundarios; a una tipografía e iconografía adaptada a los nuevos dispositivos y que incluye criterios de accesibilidad digital. El resultado es una identidad más moderna pero sin perder su esencia.
En Bankinter, somos conscientes de que una imagen unívoca y consistente es clave para conservar nuestra identidad y para que ésta transmita fielmente los valores que representan al banco; valores que siguen siendo los mismos que definen y guían el comportamiento de todas las personas que trabajan en la entidad.
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