Compartimos este artículo elaborado por BlackRock para el Blog de Bankinter sobre la importancia y efectos de la escasez de agua en las inversiones.
La pandemia global ha reforzado la importancia de la resiliencia a la hora de invertir, haciendo que los riesgos climáticos pasen a ser una parte fundamental de las carteras. Estos riesgos ocuparon un segundo lugar antes de la crisis sanitaria, pero la gran dosis de realidad experimentada en los últimos años ha llevado a la comunidad inversora a recalcular sus prioridades y formas de actuar. Dentro de este reajuste, desde BlackRock se ha detectado que en 2020 se inició un trasvase de capital hacia soluciones sostenibles que puede durar décadas.
Y es que los riesgos físicos que acarrean los acontecimientos climáticos, como huracanes o incendios, han captado una creciente atención dentro de la comunidad inversora.
Dentro de estos riesgos, queremos centrarnos en la escasez de agua y hablar del riesgo de agua. ¿Qué significa exactamente? Pues básicamente es que una de cada cuatro personas en todo el mundo vive en regiones en las que existe el riego de escasez de agua porque la demanda excede la capacidad de satisfacerla, según el World Resources Institute. Este escenario plantea un riesgo financiero que la mayoría de los inversores todavía no contemplan.
Recurso escaso
En las últimas décadas, la demanda global de agua se ha incrementado a un ritmo del uno por ciento anual, según un estudio publicado en 2018 por Naciones Unidas. Esto se debió especialmente a la demanda de este recurso en las grandes ciudades, en donde la población está creciendo a un ritmo acelerado.
Al mismo tiempo, el cambio climático está alterando la distribución de las fuentes de agua, ya que afecta a los patrones de precipitaciones. De esta forma, los niveles más elevados de escasez de agua llevan a una mayor competencia entre las personas por hacerse con ese recurso. Esto se traslada a un aumento de los costes de obtención y conservación del agua. Otro factor que alimenta este problema es la regulación demasiado laxa en algunas regiones y la contaminación, ya que reduce la calidad del agua y limita el uso potencial que se le puede dar.
Las compañías que operan en regiones con mayor escasez se enfrentan a costes operativos más elevados y a primas de seguro también más elevadas. Necesitarán gastar más en medidas de eficiencia, reciclado y conservación.
Podemos encontrar un ejemplo claro en las REIT (Real Estate Investment Trust), que funcionan de forma parecida a las Socimi españolas. Casi el 60% de las REIT a nivel global se enfrentarán a escasez de agua en 2030, debido especialmente a las consecuencias del aumento de la urbanización y del cambio climático. Esta cifra duplica a la actual. Las REIT de Malasia, Filipinas, Japón, Hong Kong y Australia se encontrarán en zonas de riesgo elevado por escasez de agua en siete años, según nuestros propios análisis. Para esa misma fecha, dos terceras partes de las REIT estadounidenses se encontrarán en una situación similar, lo que supone duplicar la cifra actual.
Los inversores están cada vez más centrados en este problema, así como en otros factores como la eficiencia energética, la certificación verde o la huella de carbono. Estos criterios pueden ayudar a las REIT a dotarse de etiquetas verdes para así resultar más atractivas tanto para inversores como inquilinos, lo que da una muestra de las ventajas financieras que acarrea incorporar la respuesta a estos riesgos en el modelo de negocio.
Este es simplemente un ejemplo, ya que las consecuencias financieras son transversales y afectan a todos los sectores, como el industrial o el comercial o, especialmente, aquellos con un consumo más intensivo, como la agricultura, la industria textil, el sector energético, químico, farmacéutico o la minería, que son los responsables del 70% del agua consumida para la actividad económica.
ETF iShares Global Water
Por ello es importante contar con las herramientas que permitan localizar y reunir en un mismo índice a aquellas compañías que mejor responden a estos riegos y se adaptan a los desafíos que plantea la escasez de agua, un bien crucial para todo el planeta. Es por ello que contamos con el iShares Global Water UCITS ETF, un vehículo que engloba a las 50 empresas más importantes del sector mundial del agua, tanto en mercados desarrollados como emergentes. Para ello, utiliza como referencia el índice S&P Global Water Index que además aplica exclusiones para eliminar empresas que no cumplen con el Pacto Mundial de las Naciones Unidas y aquellas más controvertidas, siendo el ETFs clasificado como artículo 8 por SFDR.
Este ETF abre la puerta al potencial de crecimiento que ofrece una tendencia tan importante como es la demanda de agua. Asimismo, diversifica la cartera a través de un amplio abanico de compañías de todo el mundo relacionadas con el agua y permite imprimir una visión de largo plazo a la hora de planificar la asignación de activos en renta variable.
Advertencias de riesgo
Capital en riesgo. El valor de las inversiones y los ingresos derivados de ellas pueden tanto bajar como subir y no están garantizados. Es posible que los inversores no recuperen el importe invertido inicialmente.
La rentabilidad pasada no es un indicador fiable de los resultados actuales o futuros y no debe ser el único factor de consideración a la hora de seleccionar un producto o estrategia.
Las variaciones de los tipos de cambio entre divisas pueden hacer que el valor de las inversiones disminuya o aumente. La fluctuación puede ser especialmente marcada en el caso de un fondo de mayor volatilidad y el valor de una inversión puede caer repentina y sustancialmente. Los niveles y la base imponible pueden cambiar de vez en cuando.
BlackRock no ha considerado la idoneidad de esta inversión en función de sus necesidades individuales y su tolerancia al riesgo. Los datos mostrados proporcionan información resumida. La inversión debe realizarse sobre la base del Folleto correspondiente (ver Folleto).
Los productos mencionados en el presente documento tienen una finalidad meramente informativa y no constituyen asesoramiento en materia de inversión ni una oferta de venta o una solicitud de oferta de compra de los valores descritos en el mismo. Este documento no puede distribuirse sin autorización de BlackRock.
