Uno de los aprendizajes de la crisis es, sin duda, que se debe pensar antes de empezarla cuál es la formación que más conviene para encontrar trabajo. Los españoles hemos estado muy acostumbrados a tener como criterio para elegir nuestra formación el "seguir la vocación", que lejos de ser un sentimiento puro ha estado condicionado por modas o por otras influencias como las series televisivas.
Así, durante muchos años, hemos visto que oleadas de jóvenes se decantaban por ser expertos en temas audiovisuales, médicos, abogados u otras profesiones que estaban de moda sin tener en cuenta que esas oleadas, al ser masivas, disminuían las oportunidades de los que participaban en ellas y que el mercado laboral varia con el tiempo de tal manera que lo que es una oportunidad cuando se inicia la formación ya no lo es cuando se termina.
Por esto, antes de empezar una formación, conviene tener en cuenta cuales van a ser la necesidades de mercado laboral en los años siguientes.
Oportunidades laborales futuras
En los próximos años se jubilará la generación de baby boom lo que favorecerá que haya mayores oportunidades laborales. Se calcula que se jubilarán unos 8,9 millones de personas y, además, se creará empleo neto para otros 1,2 millones.
Fuente: CEDEFOP
Así lo sostiene el estudio "La formación y el empleo de los jóvenes españoles. Trayectoria reciente y escenarios futuros", del que son autores los investigadores del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas, IVIE, Lorenzo Serrano y Ángel Soler.
¿Qué puestos se demandarán más?
La oferta de trabajo de la próxima década se va a concentrar en puestos de directores y gerentes, técnicos y profesionales científicos e intelectuales, o técnicos y profesionales de apoyo. La previsión es que el 73% del empleo neto creado será de este tipo.
Entre las ocupaciones que más aumentarían destacan los técnicos y profesionales de apoyo, con un crecimiento medio anual del 2,6% y absoluto de hasta 779.000 empleos. También se esperan aumentos netos en los empleos administrativos 145.000, especialmente los orientados al trato con clientes, con un incremento de 395.000, mientras los puramente administrativos descenderán en 250.000 debido a la creciente automatización de esas tareas.
Por sectores de actividad, se prevé un aumento del empleo en el sector servicios y, muy probablemente, se reducirá el empleo en la industria y en el sector público. Debido al encogimiento de este último, en sanidad y educación las previsiones de creación de empleo son negativas.
