La reforma fiscal del pasado año trajo, entre otras novedades, un nuevo producto de inversión-ahorro: los Planes Ahorro 5. Técnicamente se llaman Sialp (Seguros Individuales de Ahorro a Largo Plazo), comercializados por las aseguradoras, y los Cialp (Cuentas Individuales de Ahorro a Largo Plazo), por la banca. O dicho de otra forma, se venden como seguro o como depósito. En ambos casos, hablamos de requerimiento prácticamente similares: aportación anual máxima de 5.000 euros, capital garantizado al 85%, permanencia de 5 años para beneficiarse de una exención fiscal de los rendimientos generados. El inversor no podrá ser titular más que un plan de ahorro a largo plazo.
Como todo producto, es fundamental fijarse en las comisiones y en los gastos que soporten. Entre las ventajas, destacan:
- Es un producto bastante conservador, pensado para el pequeño inversor (85% garantizado)
- Exención fiscal
Y entre sus inconvenientes:
- Dado el perfil conservador, la rentabilidad no puede ser muy elevada
- A menor rentabilidad, sube el riesgo de mayores comisiones
- Poca liquidez por la permanencia de 5 años. Y si se cancela antes, habrá que pagar el 19% sobre los rendimientos obtenidos desde la apertura del plan.
- Para otros expertos, el límite de 5 años de la inversión no es muy adecuado para incentivar un ahorro complementario de cara a la jubilación. Sin embargo, la posibilidad de reinvertir al vencimiento los derechos consolidados del seguro (las aportaciones y los rendimientos) en un nuevo seguro individual con la misma entidad conservando la rebaja fiscal y con renovaciones cada cinco años es una forma de convertirlo en una inversión a largo plazo. Con la modalidad en forma de cuenta depósito es obligatorio al vencimiento la disposición total en forma de capital.
- Tampoco pueden trasladarse los derechos de una a otra modalidad del plan (de depósito o contrato individual a seguro o viceversa).
Desde el comparador Kelisto rebajan las ventajas fiscales al considerar que un consumidor que invirtiera 5.000 euros al año en un plan de Ahorro 5 con una rentabilidad del 2,5% TAE tan solo dejaría de pagar 120 euros en impuestos durante los primeros cinco años de vida de este producto. Otra cuestión es que el tratamiento fiscal es diferente frente a los planes de pensiones: en estos, el beneficio fiscal se aplica en el momento de la aportación (ésta se reduce de la base imponible general del IRPF) y el beneficiario tributará al tipo general en el momento de rescate o prestación del plan, mientras que con el plan de ahorro a largo plazo, la exoneración de tributación se obtiene al cumplimiento de los 5 años del plan y el beneficio fiscal será a los tipos de la base del ahorro, no los aplicables a la base imponible general.
A simple vista, los Planes Ahorros 5 pueden también asemejarse a los Planes Individuales de Ahorro Sistemático (PIAS). He aquí algunas diferencias:
- El Gobierno ha reducido su plazo para obtener beneficios fiscales de 10 a 5 años.
- Cantidades máximas a invertir: el límite de las primas en los PIAS es 8.000 euros anuales y se puede contratar diferentes productos.
- El rescate de los PIAS se puede hacer en forma de capital –con exención impositiva de las ganancias obtenidas- pero también en forma de renta vitalicia con ventajas fiscales, pero sin permitir disposiciones parciales.
- Los PIAS se articulan como seguro de vida.
- Garantía del 100%.
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