En España surgen muchas dudas sobre cómo puede una comunidad de propietarios pasarse al autoconsumo para reducir su factura de energía eléctrica. En este artículo te explicamos los pasos a seguir, gracias al Instituto para la Diversificación Energética y el Ahorro de Energía (IDAE), que acaba de publicar una Guía para autoconsumo en comunidades de propietarios.
¿Qué es el autoconsumo de energía?
El autoconsumo consiste en generar y consumir tu propia energía mediante el uso de generación renovable (paneles solares, aerotermia, eólica…). Si pensamos en viviendas, la tecnología más extendida son los paneles solares y existen dos grandes tipos:
- Aquellas que generan calor y se pueden utilizar para el agua caliente sanitaria de una vivienda o para la calefacción.
- Las que generan electricidad (llamados paneles fotovoltaicos).
El autoconsumo es una buena alternativa, dado que reduce la dependencia de los cambios de precio en la tarifa eléctrica y si es colectivo, permite compartir la energía entre varios consumidores.
¿Cuáles son las modalidades de autoconsumo?
Toda instalación de autoconsumo tiene que disponer de una conexión a la red eléctrica.
Existen cuatro modalidades de autoconsumo:
- Sin excedentes: no se cede energía a la red eléctrica.
- Con excedentes acogida a compensación: la energía que no se usa, se cede a la red y se recupera como descuento en la factura.
- Con excedentes no acogida a compensación: la energía que no se utiliza, se cede a la red y se vende en el mercado eléctrico
- Sin excedentes acogida a compensación (solo para edificios sujetos a la Ley de Propiedad Horizontal): no se cede energía a la red. A cada consumidor asociado le corresponde una parte de la generación según el coeficiente de reparto acordado. Si un consumidor tiene excedente (en alguna hora consume menos de la generación que le corresponde) se le compensa en la factura.
La compensación no dará lugar a facturas negativas, ya que solo se puede compensar como máximo el consumo de ese mes. Para poder compensar, las instalaciones tienen que cumplir los siguientes requisitos:
- Generación renovable con una potencia menor a 100 kw.
- Tener al menos un consumidor conectado.
- Consumos auxiliares inferiores al 1% de la producción anual.
Tipos de autoconsumo de energía en una comunidad de vecinos
El autoconsumo en la comunidad puede ser de dos tipos:
Autoconsumo individual
Solo existe un consumidor asociado (CUPS o código que identifica el punto de suministro) que recibe toda la energía. Por ejemplo: la comunidad de propietarios es la titular del contrato para usar esa energía en servicios comunes como el ascensor, iluminación de portal, zonas comunes y garaje. También se puede hacer un uso privativo para ese único consumidor.
Autoconsumo colectivo
Hay varios consumidores asociados (varios CUPS) que reparten la energía según un modelo acordado. Por ejemplo: varios vecinos para su uso privativo. La energía también se puede compartir con edificios cercanos (a menos de 2.000 metros en la modalidad fotovoltaica en cubierta) a través de red. El consumo luego puede ser privativo o común o ambos a la vez.
Pasos para instalar el autoconsumo en una comunidad de vecinos
Si una comunidad de propietarios quiere pasarse al autoconsumo de energía, primero debe llevar el tema a la junta de vecinos. Para aprobar la instalación, es necesario el voto favorable de la mayoría simple si el coste no supera 12 meses de gastos comunes. Si el coste es mayor, bastará con el apoyo de un tercio de los propietarios y las cuotas de participación. También se debe decidir si el autoconsumo será solo para zonas comunes o también para viviendas particulares.
Luego, hay que acordar cómo se repartirá la energía entre los vecinos, ya sea en partes iguales, según el consumo de cada uno o por coeficiente de participación en la comunidad. Este acuerdo debe firmarse y registrarse en un fichero con los coeficientes de reparto, asegurando que sumen el 100% de la energía generada. Para avanzar, es recomendable pedir al menos tres presupuestos a empresas instaladoras y considerar contratos "llave en mano", que incluyen todos los trámites y permisos.
Antes de la instalación, hay que gestionar permisos como la licencia de obra y la autorización ambiental. Si la potencia supera los 15kW, se necesita un trámite especial de acceso y conexión. Tras la instalación, se requieren certificados y registros para su legalización. Para más detalles, el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) ofrece guías con todos los pasos a seguir.