“Nunca te descapitalices”. Esta frase seguramente aparecería entre las principales recomendaciones de las personas que se han arruinado alguna vez en la vida y, también, entre aquellas que gozan de mayor éxito financiero. Y es que si entendemos sus riesgos entenderemos los motivos por los que muchas personas caen en dificultades económicas, pero también por qué muchas personas con altos patrimonios prefieren financiar con deuda muchas de sus compras en lugar de hacerlo con su liquidez, ahorros o activos financieros.
Definición de “Descapitalizarse”: quedarse total o parcialmente sin los fondos o recursos que uno poseía.
Una descapitalización puede producirse por una mala gestión de los ingresos y los gastos que acaben comiéndose los ahorros, pero también por vaciar la hucha de los ahorros de forma innecesaria. Y en "ahorros" se incluyen desde cuentas a activos financieros. Como ha dicho alguna vez Warren Buffett, uno de los mejores inversores del planeta, si te quedas sin liquidez se acaba la partida porque mañana ya no puedes jugar.
En este artículo vamos a explicar cinco características que nos proporciona disponer de ahorros, ya sea en cualquiera de sus versiones (dinero en liquidez o invertido en activos financieros). Y es que gozar de ahorros o dinero en efectivo es un salvavidas que debemos mantener siempre hinchado, especialmente para hacer frente a las incertidumbres en momentos como los actuales.
¿Cuánto tienen ahorrado los españoles?
Según los datos de la Encuesta Financiera de las Familias que realiza el Banco de España de forma trianual, el valor medio del ahorro en activos financieros ha pasado en apenas dos décadas de menos de 30.000 euros a algo más de 60.000 euros. Dicho ahorro se distribuye entre cuentas corrientes, fondos de inversión, planes de pensiones, acciones cotizadas en Bolsa y no cotizadas, valores de renta fija, seguros de ahorro y otros.
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¿Cuánto cuesta ahorrar?
El importe del ahorro acumulado en tiempo real es variable porque dependerá de la valoración de los activos en los que se encuentre invertido dicho ahorro. Sin embargo, el esfuerzo que ha supuesto ahorrar dichas cantidades es algo fijo y ya efectuado durante mucho tiempo.
Para poder ilustrar el esfuerzo que supone acumular el ahorro medio podemos utilizar un ejemplo. Así, si suponemos que un hogar ahorra un 10% de sus ingresos y que la renta media de los hogares españoles es de 38.900 euros, según los datos del Banco de España, una familia tardará entre 13-14 años en acumular el ahorro medio de los hogares suponiendo incluso una rentabilidad del 2,5% anual. Hablamos en cualquier simulación lógica de mucho tiempo de sacrificios y esfuerzos.
Las 5 “S” del ahorro
Además de por lógica financiera, disponer y conservar ahorros es una buena práctica que proporciona cinco situaciones al ser humano:
- SATISFACCIÓN: Es resultado de un esfuerzo de ahorro acumulado y constante durante muchos años, entre 10 y 15 años en función del caso. En definitiva, es gasto que decidimos aplazar para emplearlos más adelante.
- SEGURIDAD: Dicho ahorro permite contar con un colchón financiero para hacer frente a posibles imprevistos que surjan como pueden ser: enfermedades, desempleo, etc., y evitar tener que endeudarnos.
- SUPERACIÓN: Es un ahorro que puede ser utilizado para alcanzar los objetivos vitales: cambiar de vivienda, cambiar de coche, comprar una segunda residencia, los estudios de un hijo, etc.
- SOLVENCIA: Dicho ahorro -o al menos una buena parte del mismo- será necesario llegado el momento de la jubilación como complemento de la pensión pública de jubilación. Disponer de ahorros nos permitirá compensar la caída de ingresos que se produce en ese hito vital.
- SOSTENIBILIDAD: Incluso si no tiene un destino específico, puede ser un ahorro que sobreviva y vaya destinado a dejarlo como herencia a nuestros seres queridos.
En resumen, descapitalizarse equivale a tirar por la borda muchos años de sacrificios y suele ser, financieramente y en muchas ocasiones, una mala idea.
