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Especial 50 aniversario
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06. La era digital
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En 1996, Bankinter inició su presencia en Internet. Un año después, los clientes ya podían acceder a sus cuentas en tiempo real, realizar operaciones financieras y operar en Bolsa.  En todos estos años, Bankinter siempre ha estado a la vanguardia en implementar nuevos formatos de relación con sus clientes y operativa financiera, entre ellos: la Banca Móvil. En 2012, el banco lanzó COINC, inaugurando una nueva forma de hacer banca específicamente enfocada a los nativos de Internet. 

Siempre por delante en Internet


La banca electrónica de Bankinter inició su actividad en 1985, bajo el nombre comercial de “Nexo”. Se ponía a disposición de los clientes, especialmente empresas, la posibilidad de realizar operaciones bancarias -pagos, cobros, y muchas otras- en tiempo real, mediante la conexión al ordenador central del banco.

El gran salto llegó en 1996 con la creación de Bankinternet, cuya primera novedad fue la puesta en escena de un servidor web capaz de facilitar información sobre los productos y servicios del banco a cualquier persona y en cualquier punto del mundo. A finales de ese mismo año, Bankinter lanzaría una ambiciosa campaña de acceso ilimitado y gratuito a Internet –correo electrónico incluido- para todos sus clientes, lo que consagró la Red como canal natural de comunicación de éstos.

A partir de junio de 1997, el cliente de Bankinter ya podía acceder a sus posiciones en el banco en tiempo real a través de BKNet (el espacio operativo de Bankinternet), así como realizar operaciones financieras con sus cuentas. Seis meses después, el 31 de diciembre, Bankinter se convirtió en la primera entidad financiera española en permitir la compraventa online de valores en Bolsa. Un año después, en 1998, ese servicio de operativa bancaria que se ofrecía desde BKNet a los clientes particulares se amplió también al segmento de Empresas.

Aunque prácticamente desde el principio Bankinternet facilitaba productos y servicios no financieros (viajes, compras, empleo), fue en 1998 cuando el banco dio un impulso definitivo al comercio electrónico, ampliando de modo considerable las posibilidades que antes ofrecía. Se hizo realidad entonces el pago online de las compras mediante tarjeta de crédito, tanto por los clientes del banco como por los no clientes. Siempre, por supuesto, bajo estrictas medidas de seguridad respecto al autor del pago y al pago mismo.

1999 trajo importantes novedades. Ya ese año se canalizaban a través de Internet más del 15% del total de las transacciones del banco, y más del 35% de las operaciones de valores de los clientes. Asimismo, en 1999 se facilitó a las empresas servicios de hosting para que pudieran proyectar al exterior su imagen y su negocio a través de páginas web incluidas en el servidor de Bankinter. Al dominio www.km0.com, que existía como guía de navegación, se le incorporaron contenidos dirigidos a ayudar al usuario en la toma de decisiones financieras y de inversión (informes y análisis de mercado, simuladores). Y se constituyó dentro del banco un área cuyo fin era concebir productos y servicios a comercializar exclusivamente por Internet.

Todos esos proyectos surgían del estudio de las necesidades reales de las personas físicas y de las empresas, que participaban luego en su desarrollo. Otra de sus características era la seguridad, para lo cual se encriptaban todos los datos recibidos mediante un sistema de clave asimétrica que garantizaba la identidad e integridad del cliente y la fecha de la operación.

A partir del año 2000, el banco agrupa toda la información sobre productos y servicios financieros, la operativa bancaria de los clientes y toda una gama de posibilidades más allá de las estrictamente financieras bajo la nueva marca Ebankinter, a partir de la cual se fueron generando espacios temáticos como Ebankinter Hipotecas, Ebankinter Cuentas, Ebankinter Depósitos, Ebankinter Broker, y así hasta 25 proyectos distintos que hicieron de este portal una referencia financiera y de inversión en Internet. Aprovechando la última tecnología, Bankinter lanzó ese mismo año el primer comparador de productos financieros a través de Internet, que analizaba de forma actualizada las diferentes ofertas existentes en el mercado en cinco tipologías de productos: hipotecas, depósitos, tarjetas, precios de brokers y fondos de inversión.

En definitiva, una serie de hitos en los que Bankinter ha sido pionero y que no solo se remontan a los orígenes de Internet, sino que se han mantenido en el tiempo durante todos estos años, convirtiendo a Bankinter en un creador de tendencias online y en la principal referencia de la actividad financiera a través de la Red.

1975. Centro de procesos de datos del banco durante su primer año de actividad.


Banca Móvil, de las alertas al pago con móvil

 

Bankinter lleva quince largos años ofreciendo nuevos productos y servicios relacionados con el móvil. La primera experiencia en este terreno data de 2000, cuando se puso en marcha un sistema de alertas y avisos, que informaban al cliente en tiempo real de determinadas operaciones financieras, por ejemplo, los pagos efectuados con su tarjeta. Por aquel entonces, a muchos clientes del banco lo que más les gustaba de esta iniciativa era sacar dinero o realizar un pago con tarjeta y recibir al instante un mensaje que confirmaba los detalles de la operación. El sistema permitía incluso bloquear la tarjeta en caso de fraude.

El siguiente paso, en 2003, fue incorporar la transaccionalidad, para que se pudieran realizar operaciones con SMS, contestando a los que remitía Bankinter. Aquella innovación significó mucho para el banco: se consiguió que el cliente, al recibir un mensaje corto de 160 caracteres, lo entendiera, respondiera, aprendiera y contratara los productos que se le estaban ofreciendo. La acogida fue tal que, un lustro más tarde, el banco enviaba una media de cinco millones de SMS al mes a los usuarios del servicio.

La comercialización en 2004 de los teléfonos con conexión a Internet mediante GPRS abrió la posibilidad de poner en marcha otra idea a la que el banco llevaba tiempo dándole vueltas: el primer broker online en el móvil. Si la operatividad a través de SMS había parecido imposible de alcanzar, el broker online era un reto todavía mayor. Ese mismo año, sin embargo, se logró que los clientes pudieran consultar el estado de sus carteras de valores, operar en veinte mercados del mundo, incluso con cuentas de derivados, y visualizar la evolución de las cotizaciones, entre otras cosas. La confianza en la herramienta hizo que en 2007 se ejecutaran 23.000 órdenes de Bolsa, por el nada desdeñable importe de 678 millones de euros.

Todas estas experiencias culminaron en marzo de 2005 con una iniciativa pionera en el mundo: el lanzamiento del Banco en el Móvil, una versión simplificada de Bankinter.com y que ya entonces permitía que el cliente, en cualquier momento y desde cualquier lugar, consultara su extracto integral y pudiera realizar diversas operaciones, de forma más sencilla que desde un ordenador. Sólo tres años después, un 5% del total de las transacciones se efectuaban a través del Banco en el Móvil y 160.000 clientes habían recurrido a alguna de sus aplicaciones, lo que evidencia su utilidad como plataforma bancaria, junto con el resto de los canales de la entidad. A principios de 2015, coincidiendo con su décimo aniversario, Bankinter ha procedido a un rediseño total de esta herramienta, cuya operativa es ahora más sencilla, ágil e intuitiva, aprovechando todo el potencial tecnológico de las últimas generaciones de smartphones y tabletas.

El año 2011 sería elegido por Bankinter para poner en marcha un proyecto piloto que permitía hacer pagos directos con el móvil en comercios y restaurantes. Para ello bastaba con acercar al terminal del punto de venta un teléfono dotado con una tarjeta SIM de Bankinter que llevaba incorporada una Visa. La experiencia fue muy positiva y en el verano de 2013 se vio enriquecida con la introducción de la tarjeta de un solo uso, que es una verdadera extensión de las tarjetas tradicionales, pero más segura que ellas, gracias a las técnicas de autentificación y a que hay un tiempo máximo para proceder a cada operación. Esta línea de trabajo sigue teniendo un alto interés para Bankinter, ya que el móvil está empezando a revolucionar los sistemas de pago.

La revolución de Línea Directa



Cuando en 1995 nació Línea Directa, lo normal en el mundo del seguro era que los contratos se fraguaran cara a cara en un despacho. Nadie creía que el teléfono pudiera convertirse algún día en el mejor aliado del negocio. Y esa fue precisamente la brecha que aprovechó Línea Directa para revolucionar el sector con un modelo innovador basado en la tecnología y en la desintermediación, que fue iniciado en 1985, en Inglaterra, por Peter Wood (fundador y presidente de Direct Line Insurance).

La compañía decidió prescindir de las oficinas y mantener una relación no presencial con los clientes, lo que generó un total escepticismo en la competencia, que no tenía la menor confianza en lo que Línea Directa pretendía hacer y le auguró un sonoro fracaso. Esas predicciones, sin embargo, se revelaron erróneas: dos años bastaron para conseguir las 100.000 primeras pólizas y, una década después de su creación, Línea Directa estaba a la altura de las aseguradoras tradicionales.

Hasta 1995, Bankinter había sido propietario de una de ellas, muy pequeña, dedicada al ramo de vida. Pero el gran salto dentro de esta actividad económica lo dio ese mismo año, mediante un acuerdo joint venture entre Jaime Botín , entonces presidente de Bankinter, y Peter Wood. Desde entonces, Línea Directa ha protagonizado hitos muy importantes y lleva a gala haber sido, por ejemplo, la primera aseguradora que contrató una póliza y gestionó un parte de siniestro a través de Internet.

Transcurridos catorce años de su puesta en marcha, en 2009, Bankinter adquirió el 50% que estaba en manos de RBS y se convirtió en el único accionista de Línea Directa, condición que mantiene ahora. En ese momento, la compañía contaba con más de 1,5 millones de pólizas de coches, motos y hogar y su beneficio bruto anual superaba los cien millones de euros. Los competidores ya no albergaban ninguna duda de que el de Línea Directa era un modelo a seguir.

Con Bankinter como socio en solitario, la aseguradora ha seguido avanzando: en 2014, cuando estaba a punto de cumplir sus primeros veinte años de vida, facturó por primas 651 millones de euros y se captaron 130.000 nuevas pólizas, hasta alcanzar los 2,22 millones de clientes, la cifra más alta de toda su historia.

En paralelo a su crecimiento, Línea Directa ha estrechado su compromiso con la sociedad y, fruto de ello, fue la creación en 2014 de la Fundación que lleva su nombre, que tiene el objetivo de promover los buenos hábitos de conducción y reducir el número de víctimas mortales en los accidentes de carretera. El patronato cuenta con personalidades de primer nivel, como el exdirector general de Tráfico, Pere Navarro, y el periodista Matías Prats, que es la imagen de la compañía.

COINC, la nueva forma de ahorrar


Tiene tres años de vida y no es un portal financiero más, sino el único que permite convertir el ahorro en una diversión, sin perder por ello la seguridad y la rentabilidad que históricamente proporcionan los servicios bancarios. COINC nació en julio de 2012 con la idea de ofrecer un entorno dinámico, totalmente online, apoyado en las últimas tendencias de navegación y muy vinculado a las redes sociales. La web está abierta a todos los públicos, pero especialmente a los nativos de Internet que se encuentran cómodos manejando este tipo de herramientas y que desean sacar partido a sus ahorros con sistemas distintos a los tradicionales.

Para convertirse en usuario de COINC sólo hay que registrarse en la página escaneando la firma y el documento identificativo correspondientes, personalizar el perfil y definir unas metas de ahorro con los plazos, las aportaciones y la cantidad a alcanzar. No son necesarios, por tanto, ni desplazamientos del cliente a una oficina tradicional, ni envíos postales de documentación. Toda la operativa de alta se realiza de forma absolutamente digital.

A partir de ese momento se puede hacer un seguimiento en tiempo real de la evolución de las metas de ahorro y de lo que falta para el objetivo previsto. El sistema es completamente flexible, pues cabe la posibilidad de modificar las metas en cualquier momento, cambiar el destino del dinero o retirarlo sin problemas si al usuario se le presenta una necesidad inaplazable de liquidez.

Gracias a las enormes oportunidades que brindan las redes sociales, COINC permiten ahorrar entre varios, ya sea para compartir un viaje, hacer un regalo común, participar en una lista de bodas o recaudar donativos en favor de una causa solidaria. Esa capacidad de ahorro social es una de las mayores innovaciones de la web, cuya operativa resulta práctica, intuitiva y muy sencilla. Ya se trate de metas individuales o colectivas, el dinero está asegurado por el Fondo de Garantía de Depósitos (como el que se custodia en cualquier banco convencional) y obtiene rentabilidades por encima de la media del mercado, con liquidación mensual de intereses.

En el tiempo transcurrido desde su puesta en marcha, COINC ha ido enriqueciendo su contenido. Ahora, por ejemplo, permite iniciar a los más jóvenes en el ahorro con la Meta Junior, una especie de hucha virtual con características similares a las que el portal ofrece a los adultos. No tiene comisiones y está remunerada, además de proporcionar a sus titulares grandes descuentos en más de 300 marcas dentro del Club COINC, del que también pueden beneficiarse los mayores.

COINC es una herramienta de ahorro más que un banco, con un componente social. Lo que se buscaba al crearlo era entender cuánto y por qué ahorran los clientes. Y, en efecto, el portal proporciona abundante información sobre las metas preferidas de ahorro, muy útil a la hora de establecer alianzas con otras empresas, como las del sector turístico, que son el destino de un 16% de los fondos obtenidos.

COINC, además, sirve de banco de pruebas para ensayar nuevos procesos en la era digital. Bankinter, por ejemplo, tiene previsto simplificar el sistema de alta de clientes a imagen y semejanza del que utiliza el portal, que es completamente online, sin necesidad de desplazarse a las oficinas. Aunque lo hará con las exigencias y cautelas necesarias para prevenir el blanqueo de dinero.

Al cierre del primer semestre de 2015, utilizaban el portal 72.000 personas; y el volumen de depósitos ascendía a 800 millones de euros. La edad media de los usuarios es más baja que la de Bankinter, pues un 67% tiene menos de 44 años, lo que convierte a COINC en un interesante caladero de clientes para el banco.



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