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Especial 50 aniversario
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08. El reconocimiento
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En 2012, diferentes consultoras, coordinadas por Oliver Wyman, sometieron a la banca española a un durísimo test de estrés. Bankinter fue encuadrado en el llamado ‘Grupo Cero’, que incluía a las entidades más saneadas. Dos años después, Bankinter superó con sobresaliente las pruebas de esfuerzo del Banco Central Europeo y de la Autoridad Bancaria Europea que lo situaron como el banco cotizado más solvente de España y unos de los más sólidos de Europa.


Un gran espaldarazo a la política de riesgos


La rigurosa política de riesgos aplicada tradicionalmente por Bankinter tuvo que superar una trascendental prueba de fuego en 2012, cuando el Gobierno decidió someter a la banca española a una valoración independiente de sus activos. El objetivo era incrementar la transparencia y despejar las dudas que se cernían entonces sobre el sector como consecuencia de la crisis inmobiliaria. Para llevar a cabo esa valoración, el Banco de España contrato a varias consultoras especializadas, que pusieron su lupa sobre catorce grupos, representativos del 90% del sistema financiero.

Estas consultoras, coordinadas por Oliver Wyman, debían determinar sus excedentes o necesidades de capital y el impacto que tendría en sus cuentas un hipotético escenario económico de máximo estrés. Ese escenario preveía una caída del PIB del 4,1% en 2012 y del 2,1% en 2013, cosa altamente improbable como luego se demostró y que, además, carecía de antecedentes próximos en España, ya que no se había dado durante los últimos treinta años. Pues bien, a pesar de ello, Bankinter salió más que airoso de la prueba.

Oliver Wyman confirmó que, incluso en una situación tan adversa, el banco tendría un exceso de capital de 399 millones de euros y, por tanto, un ratio de capital principal del 7,4%, claramente por encima del mínimo del 6% fijado por las autoridades. Gracias a ello, Bankinter fue encuadrado en el llamado Grupo Cero, que incluía a las entidades más saneadas y mejor preparadas ante la imposición de medidas específicas, ya fueran de recapitalización propia o derivada de la solicitud de ayudas europeas a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria, el conocido FROB.

Entre los méritos para que el banco perteneciera a ese selecto Grupo Cero, Oliver Wyman señalaba: su bajo índice de morosidad en comparación con la media del mercado, una insignificante exposición a sectores problemáticos como el promotor inmobiliario, el íntegro cumplimiento de las provisiones exigidas en los dos reales decretos de saneamiento financiero que ya habían sido aprobados, el bajo volumen de adjudicados (totalmente diversificados y con buena evolución de ventas), así como la excelente calidad de la cartera crediticia y sus eficaces garantías en todos los segmentos de clientes: empresas, pymes e hipotecas particulares.

Los buenos resultados obtenidos en aquel minucioso informe fueron un auténtico espaldarazo para la larga trayectoria de Bankinter de buena gestión de riesgos, para su acertada estrategia de negocio, para la política de selección de clientes y sectores de inversión y, en definitiva, para su práctica de máxima responsabilidad bancaria. Pero, sobre todo, dejaron claro que Bankinter podría afrontar con éxito incluso las situaciones más duras que se pudieran presentar, sin necesidad de pedir esfuerzos adicionales a sus accionistas.

Para mayor tranquilidad aún, además del exceso de capital reconocido por Oliver Wyman, el banco mantenía en su balance importantes plusvalías implícitas, al no haber procedido durante la crisis a la enajenación de sus principales activos (la aseguradora Línea Directa, la gestora de fondos de inversión y pensiones Bankinter Gestión de Activos, el 50% de Bankinter Seguros de Vida, el broker online o la compañía de crédito al consumo Bankinter Consumer Finance), ni a operaciones de venta y posterior alquiler de sus edificios, tan comunes en otras entidades.

El banco cotizado más solvente de España


Dos años después del espaldarazo de Oliver Wyman, Bankinter obtuvo un nuevo reconocimiento, esta vez nada menos que del Banco Central Europeo (BCE) y de la Autoridad Bancaria Europea (EBA). Ambas instituciones sometieron al sector financiero en 2014 a unas duras pruebas de esfuerzo, que Bankinter superó con sobresaliente y que le situaron como el banco cotizado más solvente de España y uno de los mejor preparados del continente para afrontar cualquier contingencia.

El escenario contemplado era de extrema severidad: una caída del PIB del 1% en 2015, una tasa de paro del 27,1% en 2016 y un retroceso del precio de la vivienda del 11% para 2014-2016. Y, pese a ello, las pruebas demostraron que Bankinter saldría de ese periodo con un holgado ratio de capital del 10,99%, frente al 5,5% fijado como mínimo por los reguladores europeos para considerar que habían sido debidamente superadas. En un escenario más favorable, con un ratio mínimo exigido del 8%, el de Bankinter sería del 12,85%.

Todo este ejercicio de esfuerzo fue crucial para conocer la capacidad de resistencia de cada entidad, el posible impacto de un empeoramiento de la coyuntura económica sobre el capital y la necesidad o no de recursos adicionales. Exigió un análisis técnicamente muy riguroso, en el que participaron especialistas independientes que garantizaron su homogeneidad y calidad, partiendo de un mismo nivel de trasparencia de todos los bancos sometidos a examen.

Este “Comprehensive Assessment” incluía una exhaustiva revisión de la calidad de los activos de cada banco, denominado “Asset Quality Review” (AQR). Según los resultados del AQR, en el que se revisaron durante meses de forma individualizada la cartera de créditos a empresas y promotores, Bankinter no tuvo que realizar nuevas provisiones con cargo a los resultados de 2014, siendo uno de las pocas entidades financieras españolas en esa situación. Igualmente, los resultados de este examen no obligaron al banco a reclasificaciones significativas entre carteras morosas y sanas, lo que ponía de manifiesto que las provisiones realizadas por Bankinter en los últimos ejercicios habían sido apropiadas y que la información financiera publicada reflejaba fielmente la realidad patrimonial de la entidad.

2009. Vista interior de una oficina de Bankinter, tras el cambio de identidad corporativa realizado  en esa fecha.

Una celebración compartida


Los diferentes hitos de esta historia de éxito se recordaron en un microsite conmemorativo del 50 aniversario. En esa plataforma, directivos y empleados de la entidad analizaban los principales momentos de su trayectoria, con abundantes referencias a la primera época de la segunda mitad de los años 60 y a las dificultades para sacar adelante un proyecto en aquellos momentos tan innovador.

Uno de los actos centrales de la conmemoración fue la celebración de una gran fiesta con los empleados de la entidad, que estuvo amenizada con distintas actuaciones musicales. El mejor activo con el que cuenta Bankinter es su plantilla, altamente cualificada, implicada y motivada, que ha transmitido los valores del banco en su día a día. Y que bajo la filosofía de ser un banco “tozudamente diferente” han permitido marcar hitos dentro del panorama bancario español.

A lo largo del ejercicio, la entidad compartió con sus clientes el aniversario con un formato similar a una fiesta de cumpleaños, invitándoles a desayunar y a soplar las velas de tartas de cumpleaños en diferentes ciudades españolas.

Con motivo del aniversario se llevó asimismo a diez ciudades españolas un espectáculo exclusivo de Estrella Morente, acompañada de un elenco de artistas de primera línea. La elección del espectáculo obedeció a que combina lo tradicional con lo moderno, el talento con el afán de superación, un reflejo de los valores que caracterizan el ADN de Bankinter.

Además, a lo largo del año se han realizado varios concursos online con el objetivo de dar a conocer el aniversario de la entidad y celebrarlo, a su vez, con la comunidad del banco en sus distintos canales de redes sociales.




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