Un seguro de protección de pagos es un seguro que va ligado a operaciones financieras de gran envergadura como un préstamo hipotecario pero que también podemos contratar en otro tipo de operaciones para obtener una mayor tranquilidad. Los seguros de protección de pagos cuentan con una serie de características que conviene tener en cuenta como, por ejemplo, los elementos a los que se hace referencia en el contrato. Vamos a verlos con más detalle.
En el contrato del Seguro de Protección de Pagos encontramos la figura del tomador, que es la persona que contrata el seguro, la figura del asegurado, que es la persona que se beneficia del seguro; y el beneficiario que es la persona que recibe el beneficio pactado en el seguro.
Otros elementos que aparecen en el contrato son:
Capital asegurado: Se trata de la totalidad de cuotas del préstamo o de la cantidad de capital que se asegura en este contrato.
Hechos asegurados: Se trata de las situaciones frente a las que nos cubre el seguro que pueden ser el desempleo o situaciones de incapacidad temporal, por ejemplo.
Prima: Se trata de la cantidad que se paga por el seguro.
Periodo de carencia: Se trata de un periodo de tiempo en el que el seguro aún no se encuentra vigente o no tendría ningún efecto de producirse algún siniestro.
Fanquicia: Se trata de una cantidad económica que corre a cargo del asegurado cuando se solicita la activación del seguro. Podríamos poner como ejemplo la franquicia de los seguros del automóvil. Si ésta está establecida, por ejemplo, en 300€ esto significa que al comunicar un siniestro, si la reparación total de nuestro vehículo cuesta 3.000€, nosotros pagamos los 300€ iniciales pactados como y el resto del capital corre a cargo da la propia aseguradora.
Un dato importante a tener en cuenta es que en el contrato suele haber un apartado de “exclusiones” que hace referencia a las situaciones especiales que NO cubre el seguro y que conviene leer muy detenidamente para no caer en confusiones.
Para no fallar en la contratación de nuestro seguro de protección de pagos conviene tener en cuenta los siguientes consejos:
Comparar entre todas las ofertas disponibles.
Leer completamente el contrato del seguro antes de firmarlo.
Consultar detenidamente los periodos de carencia.
Consultar las condiciones de renovación para evitar sorpresas.
Tener claro el periodo de vigencia del seguro.
No olvidarnos de renovar el pago de la póliza.
Estudiar detenidamente las franquicias y asegurarnos de contar con el importe de la misma en caso de necesitar hacer uso del seguro.
El Seguro de Protección de Pagos es un producto muy útil que nos puede beneficiar mucho en caso de vernos en una situación comprometida con el pago de nuestra hipoteca. El truco para sacarle el mayor partido reside, básicamente, en tomarnos un tiempo prudencial para analizar toda la oferta disponible y encontrar el que mejores condiciones nos ofrezca. ¿Con qué compañía has pactado tu seguro de protección de pagos? ¿Qué ventajas te ofrece?