El aumento de los precios de las materias primas alimenticias que se está produciendo a escala global está repercutiendo intensamente en los precios de consumo de estos productos que afrontan los hogares. Así, En España, el precio del aceite ha aumentado un 56% desde principios de 2021; el de los cereales, un 17%; los lácteos y huevos, un 16%; y la carne, y un 10%. Lo afirma el Banco de España en su reciente publicación El aumento de los precios de las materias primas alimenticias y su traslación a los precios de consumo en el área del euro.
Recordemos que cuando se produjo la invasión rusa de Ucrania, conocida como el granero de Europa, el precio del cereal se encareció de golpe un el 25% respecto a comienzos de año. Y las tensiones geopolíticas persisten meses después. Así que vayamos por partes.
Evolución precios materias primas y el impacto en los precios de los alimentos
En el siguiente gráfico se aprecia la escalada del precio de las materias primas, a niveles no vistos en la última década.
Un 93% de las categorías que componen el índice armonizado de precios de consumo (IAPC) de alimentos han registrado tasas extremadamente elevadas en términos históricos en junio de 2022, según el informe del Banco de España.
Peso de los alimentos en la cesa de la compra y su efecto en la inflación
Zona euro: en el conjunto del área del euro el peso de los alimentos en la cesta de la compra se sitúa en el 17% y los alimentos han contribuido 0,9 puntos porcentuales (pp) al avance del IAPC, en promedio, en los tres últimos trimestres.
En España: el peso de los alimentos en la cesta de la compra asciende a un 22% y la contribución promedio ha sido de 1,4 pp. De acuerdo con la información más reciente, correspondiente a junio, la contribución de los alimentos a la tasa de inflación general en España fue de 2,9 pp, frente a 1,7 pp en la UEM.
Evolución futura de los precios de los alimentos
El informe la califica de “muy incierta”. Y explica que “la cuantificación de la repercusión de los aumentos de las materias primas alimenticias sobre los precios que soportan los consumidores es una tarea compleja, dado que depende de cómo se transmitan estas subidas a lo largo de la cadena de valor de producción y distribución de los bienes y servicios que forman parte de la cesta de consumo”, explica el informe. El informe señala que los resultados de un modelo econométrico revelan que un aumento transitorio de un 10% en la tasa de variación de los precios de las materias primas alimenticias repercute en una subida de la inflación total del área del euro (el IAPC) de unas tres décimas al cabo de doce meses.
“La transmisión de las perturbaciones en las materias primas alimenticias a los precios de consumo presenta una cierta heterogeneidad por productos, siendo más rápida, por ejemplo, para la carne y las grasas y aceites, y más lenta para los cereales, posiblemente, en este último caso, como consecuencia de los plazos más largos de procesado, distribución y comercialización. Y la transmisión no siempre es línea, sino más elevada en los ciclos de aceleración de los precios de las materias primas e inferior en períodos de desaceleración de los mismos”, concluye.
