La entrevista de trabajo es un momento clave para tu futuro profesional. En este artículo te desvelamos diez consejos que tienes que tener en cuenta para afrontar con éxito una entrevista laboral.
Consejos para una entrevista de trabajo
1. Actualiza y completa tu perfil en LinkedIn
LinkedIn, la red social profesional por excelencia, es nuestro escaparate público. Y una de las primeras acciones que va a hacer el seleccionador de personal de la empresa que te llama es buscarte en LinkedIn. Asegúrate de tener tu perfil completo, actualizado y estar activo en la plataforma. Da protagonismo a los trabajos y aptitudes que más encajan con el puesto para el que te han llamado.
2. Deberes previos a la entrevista de trabajo
Antes de acudir a tu cita laboral, es crucial que hagas unos deberes previos. Infórmate sobre la empresa (navega por su web y canales sociales), lo que es y hace, sus valores y su propósito. Averigua las novedades que haya sacado, noticias en medios para ver cuáles son sus planes de futuro, sus puntos críticos etc. Pero no solo sobre la empresa, es recomendable que consigas toda la información que puedas sobre el puesto y la persona que te va a entrevistar.
3. Infórmate sobre el tipo de entrevista
No es lo mismo una entrevista individual dirigida, donde el entrevistador hace el mismo cuestionario a todos los candidatos, que otra donde la entrevista se sucede como una conversación más fluida. Tampoco es igual si a lo que te convocan es a una entrevista grupal donde los candidatos tienen que resolver una situación donde el entrevistador seleccionador se fija en aspectos como la capacidad de trabajo en equipo, liderazgo, la comunicación, la relación interpersonal y las habilidades de cada uno.
4. Si la entrevista es online, cuida el entorno
- Desde la pandemia, las videollamadas se han generalizado en el mundo personal y laboral. También para las entrevistas de trabajo.
- Considera el lugar de la entrevista: asegúrate de que el espacio esté libre de distracciones, de que refleje un entorno adecuado y contenga un natural pero neutral y profesional. Lo que muestras de ti (y de tu casa), dice mucho. Evita los fondos virtuales.
- Comprueba tu conexión a internet y tu equipo con anterioridad, para evitar problemas técnicos por una conexión de red débil, interferencias. Pregunta por la plataforma en la que se va a realizar la entrevista (Zoom, TEAMS, Google Meet…) y descárgatela antes para instalarla y probar que todo funciona bien.
- Vístete igual que lo harías para una entrevista presencial.
- Mantén la conexión visual con el entrevistado para demostrar atención e interés. El lenguaje no verbal (corporal) cuenta igual que una entrevista presencial, pero si en esta ocasión el entrevistado no va a poder ver ese tic nervioso de la pierna debajo de la mesa, tienes que concentrar tu comunicación verbal en la expresión facial.
- Sé discreto a la hora de leer tus notas o apuntes. Que no parezcas distraído
5. Prepárate un discurso “promocional” de no más de 1-2 minutos
El ‘elevator pitch’ es muy conocido en el mundo emprendedor porque es ese tiempo breve, muy breve, en el que una empresa que empieza tiene la oportunidad de venderse y convencer de su proyecto a un inversor. Bueno, pues tú también lo necesitarás al comienzo de la entrevista. Recuerda que quien te entrevista ya tiene tu CV, así que concéntrate en un discurso que tenga gancho y sintetice quién eres como profesional; cuáles son tus mayores logros y éxitos y cuáles tus objetivos.
Intenta destacar en los primeros minutos de la entrevista. La mayoría de veces se toman decisiones sobre candidatos en los primero quince minutos de la misma.
6. Evita las críticas a tu anterior empleo
Hay que explicar el cambio de trabajo con argumentos positivos. Hablar mal de compañeros o empleadores anteriores puede hacer pensar a quien te está entrevistando que llegará el día en el que también hables mal de esta firma.
7. Crea tu propio storytelling
Una vez hecho ese pitch inicial es probable que tengas que ahondar y contar tu trayectoria profesional. Cuando lo cuentes hazlo en orden cronológico, destacando tus principales logros (todos los datos concretos que aportes ayudan) y de una forma amena. Recurre a la técnica del storytelling e introduce alguna información más personal. Demuestra pasión por lo que sabes hacer.
8. No subestimes al entrevistador ni le trates con confianza excesiva
Sí, en la entrevista te van a preguntar y tienes que hablar. Pero también es importante escuchar y no mostrarnos prepotentes. Y recuerda que por mucho que te sonría y sea amable, esa persona ni te conoce ni es tu amiga. Evita los excesos de confianza por tu parte.
Mientras hablas intenta fijarte también en tu entrevistado y en cómo responde corporalmente. Te servirá para detectar si estás yendo por buen camino o debes corregir sobre la marcha tu enfoque.
9. Se directo en tus respuestas y prepara las preguntas más comprometidas
No te andes por las ramas y procura responder de manera directa y honesta a lo que se te pregunta. Con tacto e inteligencia se pueden decir muchas cosas, pero ser siempre políticamente correcto no ayuda a posicionarse.
Es seguro que surjan preguntas más difíciles y comprometidas que deberás responder con diplomacia pero también de forma sincera. Lo mejor es preparar con antelación esta situación habiendo hecho una batería de preguntas como cuáles son tus puntos débiles, por qué has cambiado tantas veces de trabajo en los últimos 5 años, por qué te despidieron etc
Y ante temas personales como la religión, la política, la sexualidad o si vas a tener o no hijos puedes decir que “no crees que esos temas sean relevantes para tu capacitación profesional para el puesto de trabajo”.
10. Enfréntate a la entrevista como si no necesitaras ese trabajo
Este consejo se lo hemos leído y nos ha gustado. Cuando la sensación de desesperación del candidato se percibe es terrible para el proceso y probablemente te descarten de forma inmediata o al menos te coloca en una posición de debilidad. Si sigues este consejo estarás mucho más tranquilo y darás imagen de seguridad y confianza en ti mismo.
Y recuerda que tú también estás evaluando y eligiendo a la empresa. Por tanto, no tengas miedo en descartar procesos si no encajan con tus valores, objetivos y forma de ser.
