Principales conclusiones de Christine Lagarde
- La recuperación está siendo incompleta, precaria y desigual. Europa no alcanzará el nivel de riqueza previo a la crisis del COVID-19 hasta 2022. Considera que sería contraproducente retirar ya las medidas de estímulo monetario aprobadas por los Gobiernos. Hace referencia directa a la importancia de mantener los ERTEs y las garantías de los países a los préstamos bancarios. Hasta la fecha, las medidas adoptadas por los Gobiernos equivalen al 4,5% del PIB y los avales al 20%, lo que considera que es una ayuda contundente ante esta situación. Retirarlos ahora sería prematuro.
- No está satisfecha con que la inflación se sitúe por debajo del objetivo. Está dispuesta a introducir todas las medidas necesarias para conseguir que la inflación se acerque al objetivo.
- Destaca la eficiencia del programa PEPP (Pandemic Emergency Purchase Programme): 1,35Bn€ al menos hasta 2020. Está dispuesta a ajustar todos los instrumentos necesarios si la situación se torna más compleja, incluyendo el PEPP.
- Existe divergencia entre los miembros de la institución sobre la actual situación.
Análisis sobre la comparecencia del BCE
Impacto moderado en mercado. Por un lado, se aprecia que los riesgos con respecto a la situación económica se elevan en un contexto de alza en los rebrotes e incluso hace referencia a que la situación económica no recuperará los niveles de 2019 al menos hasta 2022. Por otro, mantiene una actitud muy dovish. Es decir, introducirá todas las medidas que sean necesarias para reactivar la economía y conseguir que los niveles de inflación se sitúen en el objetivo. Destaca además que monitoriza toda la información, incluyendo la evolución del tipo de cambio, aunque en la última reunión expuso que no intervendrá la divisa, por mucho que se aprecie, como ha sucedido este año.