La revolución del turismo colaborativo
Ya empieza a ser costumbre que antes, durante y después de un periodo vacacional nos asombren las noticias sobre el denominado turismo colaborativo.
La economía colaborativa crece de modo exponencial en el mundo y en España, y el sector turístico es una de las áreas económicas en que más impacta porque cambia las expectativas, los hábitos y los gastos del viajero.
Esto es posible porque las empresas colaborativas tienen un modelo de negocio completamente diferente al de las compañías turísticas tradicionales, son plataformas tecnológicas que conciertan bienes o servicios de particulares a particulares a precios muy competitivos. Estas empresas con muy pocos activos (son propietarias de sus plataformas pero no de sus recursos) y sin apenas responsabilidad legal (que la asumen sus proveedores particulares) pueden operar con costes tan bajos que rompen los precios del mercado tradicional.
Además, garantizan la calidad de su prestación de un modo sencillo pero eficaz, sus usuarios se pronuncian públicamente en la red sobre la experiencia concreta de cada servicio.
El auge del turismo colaborativo en España. El ejemplo de Airbnb.
Airbnb se fundó hace ocho años en San Francisco para relacionar a las personas que buscan alojamiento y a las que lo ofrecen, y hoy tiene una oferta global de 330.000 habitaciones (ninguna en propiedad) en 34.000 ciudades, por lo que se sitúa entre las diez mayores empresas de alojamiento del mundo, junto a las grandes cadenas hoteleras de siempre.
En estos momentos esta empresa anuncia en nuestro país a más de 120.000 hogares y casi la mitad de los anfitriones españoles completan sus sueldos con este tipo de alquiler. En nuestro país Airbnb concierta huéspedes y anfitriones de clase media.
Algunas de las cifras de su actividad en Barcelona son:
- Casi 900.000 huéspedes utilizaron Airbnb para viajar a Barcelona en 2015, frente a los 227.000 de 2013.
- Actualmente en Barcelona hay 16.000 anuncios en Airbnb.
- El anfitrión tipo tiene 38 años e ingresa 5.100 euros por ejercicio hospedando a viajeros unas 58 noches al año. Su motivación es ganar un dinero extra sobre sus ingresos regulares.
- El huésped tipo tiene 34 años, viaja en un grupo de dos o tres personas y se queda una media de 4,4 noches. Su motivación es disponer de una mayor amplitud de espacio y cocina por un precio accesible. Según la experiencia de su estancia recomendará o no su alojamiento.
Las respuestas de las empresas turísticas españolas
El impetuoso auge de estas empresas tecnológicas de reciente creación vinculadas a las nuevas tecnologías ha cogido por sorpresa a las grandes empresas turísticas de alojamiento y transporte.
La primera respuesta de las empresas turísticas al impacto de estas plataformas ha sido optimizar sus estrategias online. Pero recientemente algunas empresas de corte tradicional están optando por entrar de lleno en la economía colaborativa.
La agencia de viajes Expedia ha adquirido la página web de alquileres vacacionales Homeaway, que competirá con AirBnb o Kayak.
Renfe acaba de lanzar el bono AveColaborativo que permite que cuatro viajeros compartan ocho viajes, al comprarlo se indican las dos estaciones entre las que se quiere viajar y se ahorra un 30% en los billetes de ida y vuelta.
Adecuar la economía colaborativa a la legislación.
Se critica que estas estas nuevas empresas operan de un modo poco claro en su legalidad y en el pago de impuestos.
En España la responsabilidad legal de los servicios la asumen sus proveedores particulares que, además, tributan ante Hacienda.
Ante el rápido crecimiento de la economía colaborativa, la OCDE recomienda que los gobiernos comiencen a reconsiderar la legislación vigente para que las actividades de estas nuevas empresas encajen en sus legislaciones actuales y en su régimen tributario.
