Philips ha cerrado el cuarto trimestre del año con una pérdida de -358 millones de euros, por encima de los -280 millones esperados por el consenso y de los -162 millones que perdió en el mismo periodo de 2011. Lastran sus resultados los costes de reestructuración y la multa de 509 millones de euros impuesta por el regulador de la competencia de la Unión Europea (UE).
Las ventas del grupo, por su parte, han repuntado un 6,7%, hasta los 7.160 millones de euros. En concreto, los ingresos del área de salud han subido un 7,1% y los de luz un 9,2%. La compañía planea abonar un dividendo de 0,75 euros por acción.
Las cifras del cuarto trimestre de Philips son un sólido paso hacia delante, explica William Mackie, analista de Berenberg Bank, muestran una mejora progresiva en los márgenes, con un buen crecimiento desde el negocio de salud y sorpresas positivas en la división de luces.
La compañía ha aprovechado la presentación de resultados para reiterar su objetivos de 2013 (espera que las ventas empiecen el año débiles y repunten a partir de la segunda mitad) y para anunciar la venta de su negocio de reproductores de música y DVD a Funai Electric, por 150 millones de euros en efectivo.
S.C.
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