¿Te vas de vacaciones a un país exótico? Piensa dos veces qué suvenires quieres traer como recuerdo. El precio de tus regalos puede tener un coste muy alto para la naturaleza. Es por ello que cada es más frecuente el denominado como turismo responsable. Los viajeros cada vez se encuentran más concienciados con este concepto, respetando no solo las culturas y parajes de los países a los que viajan, sino también pensado en el medio ambiente.
Consejos para ser un turista responsable
WWF/ADENA, una asociación para la defensa de la Naturaleza, ha lanzado una campaña para parar el tráfico de especies y concienciar de cómo cada uno de nosotros podemos contribuir en nuestra forma de consumir.
- Evita comprar productos de origen animal o vegetal durante tus vacaciones en el extranjero. Así estarás apoyando la lucha contra el tráfico de especies que está llevando a poblaciones enteras al borde de la extinción.
- Atención: que un objeto esté en venta no significa que sea legal o que lo puedas traer de vuelta a casa. Ciertos productos pueden estar fabricados con partes de animales o plantas protegidas y su comercio es un delito.
Antes de comprar infórmate y ante cualquier duda, no compres. Así estarás ayudando a conservar la naturaleza, a luchar contra las mafias del tráfico de especies y evitarás, a tu regreso, desagradables sorpresas en la aduana, que podrían convertirse en sanciones que pueden llegar hasta la pena de cárcel.
¿Cómo ser un turista responsable?
Te dejamos una lista de 10 productos con los que debes extremar las precauciones para ser un turista responsable:
- Evita las joyas y bisuterías hechas con caparazón de tortuga marina (el carey) y la gastronomía derivada de este animal en peligro de extinción
- No compres nada hecho con marfil (de elefante o de ballenas, morsas o focas). ¿Sabías que cada año más de 20.000 elefantes mueren para obtener el marfil de sus colmillos?
- No se puede importar pieles de felinos salvajes, osos polares, focas y nutrias.
- Bolsos y zapatos de piel de reptil: la mayoría proviene de granjas autorizadas pero no siempre, también los hay que los capturan de manera ilegal. Evita su consumo como norma general.
- Evita las joyas hechas con coral.
- Plantas: algunas necesitan permisos especiales para importarlas (como las orquídeas o plantas tropicales) y otras están prohibidas por ser especies invasoras.
- Medicina tradicional asiática: revisa los ingredientes para evitar compras los derivados de animales.
- Mascotas: muchas especies que se venden en mercadillos están protegidas y al llegar a la aduana no solo te las incautarán sino que te pondrán una sanción.
- Maderas exóticas (ébano o palo de rosa): si compras algún producto de madera, asegúrate de que tiene el sello FSC que certifica su origen lega
- Caviar: su comercio está muy regulado porque todas las especies de esturión están gravemente amenazadas. Sin autorizaciones específicas solo podrás importar una cantidad máxima de 125 gramos.
Por eso, antes de comprar cualquier producto animal o vegetal, pregúntate de qué está hecho, de dónde proviene, si su venta está permitida y, sobre todo, si realmente lo necesitas en tu vida. Solo siendo conscientes de nuestro consumo podremos luchar contra el tráfico de especies.
Y antes de viajar, infórmate tanto como sea posible acerca de tu destino. Es importante conocer sus recursos naturales, la cultura, los hábitos de los habitantes y si existe algún riesgo ambiental. Sé respetuoso con el medio ambiente (nada de tirar basura, por supuesto, pero también se trata de minimizar el uso de residuos) y a la hora de comer, ten en cuenta las temporadas de veda de ciertos mariscos o animales de caza, ya que hay locales que no las respetan con tal de lucrarse.
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